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Las extrañas continuidades de la historia

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Evidentemente la historia no se repite y todos los intentos de construir leyes universales de la historia son fútiles. No menos fútiles son las numerosas filosofías de la historia construidas por las huestes de las universidades europeas, particularmente de las alemanas.

Una variante más moderna de esta ensoñación, cultivada sobre todo en el mundo anglosajón, es la comparación de casos únicos —la llamada “comparative political science”— que pretende burlarse de lo radicalmente único de cada proceso, para encontrar causas comunes en procesos separados por el tiempo y/o el espacio. A primera vista este enfoque es ahistórico, y ciertamente lo es, pero explícita o implícitamente comparte la visión del fin de la historia y ha ganado en popularidad a partir de la hegemonía de esta visión, paralela con la expansión del imperio.

En esta fantasía, la democracia liberal estadounidense representa el fin de la historia y cualquier otro proceso, en cualquier otro lugar del planeta, es evaluado en función de si se aproxima o se separa a ese “ideal”. Visión frente a la cual cabe evocar el versículo… “Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio.” (Corintios 3:18).

En verdad nunca he encontrado aprendizajes relevantes en este modo de mirar el mundo y sí, con frecuencia, notoria falta de honestidad y/o honradez intelectual, refiérase al sexo o a la bolsa.

Uno de los indicadores más evidentes de esta ausencia, es un conocimiento deficiente del idioma donde se sitúan algunos de los casos que meten en su repertorio. Los ejemplos que podríamos citar son muchos. Uno de mis favoritos es The Moral Basis of a Backward Society (Banfield, 1958), libro sobre el que pivotó en parte, la teoría de la modernización, recurso ideológico de la guerra fría y que aún informa a las organizaciones internacionales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional. Su autor, Edward C. Banfield, posteriormente vinculado a la llamada “comunidad de inteligencia” (CIA y otras agencias) construyó esta tesis con una estancia corta en el sur de Italia y una ausencia notoria de conocimiento de italiano (su mujer, de origen italiano, actuaba como traductora).

Otro, más reciente, es el de Olga Onuch, que, pese a sus conocimientos limitados de castellano, ha realizado un análisis comparativo del “movimientos de masas” en América Latina y la tierra de frontera (Ucrania) (Onuch, 2014). Quizás, inadvertidamente, la selección de ambos territorios, responde a que lo único que tienen en común, aparte de la presencia de humanos, es que están en las fronteras del imperio. No es por tanto sorprendente que firme, junto con un especialista en “democratización” de Eurasia, un libro laudatorio sobre Zelensky, repleto de, llamémosles así, inexactitudes (Onuch, y otros, 2023).

En tierras patrias tenemos otros brillantes especímenes, como esa catedrática que hizo una tesis doctoral sobre Isaac Berlin, sin poder acceder a ninguna de las dos fuentes de las que este se alimentaba —textos hebreos y rusos— dado que ella no dominaba ni domina ninguno de esos idiomas.

El problema político es que el grueso de los asesores que pululan en los think thanks con financiación en dólares americanos y euros, se han alimentado con esta seudociencia, de modo que sus “insights” están, casi siempre asentados en ausencia de conocimiento cierto de las sociedades sobre las que asesoran. Esto es bien diferente a la propuesta original de la antropología desarrollada en el imperio británico al servicio de la administración colonial. E incluso de las relaciones de indias cultivadas en el imperio español que, si bien estas estaban muy contaminadas por prejuicios religiosos, en muchos casos, pretendían un conocimiento cierto de los mundos que describían.

Nuestro enfoque en lo que sigue es radicalmente diferente.

Vamos a mostrar, en primer lugar, algunos ejemplos de continuidades que informan de la presencia de factores estructurales, de configuraciones que persisten en el tiempo y la geografía y proporcionan una visión totalmente diferente de la historia, de la historia con minúscula.

Y vamos a mostrar, en segundo lugar, otros ejemplos que pueden ser simples remedos o copias oportunistas.

Entre las primeras, hay tres que son mis favoritas, unas con evidencia histórica construida y otras por construir (son, por tanto, en este momento, “intuiciones” a la espera de pruebas): (i) la persistencia entre los pogromos medievales y el voto nazi en Alemania; (ii) la continuidad entre las huestes de los emigrados, blancos procedentes de la rusa zarista que acabaron configurando la ideología nazi y las posiciones más rusofóbicas y filo-neofascistas de las élites bálticas actuales; (iii) la continuidad entre los pogromos en territorios de frontera (Ucrania) en el período de ausencia de poder estatal, justo después de la revolución de octubre y el control efectivo del territorio por el poder soviético (entre 1918 y 1921), y las actuales bases de las huestes más filonazis del separatismo ucraniano.

La primera de las continuidades ha sido documentada por (Voigtländer, y otros, 2011). Cuando la peste negra asoló Europa, su causa era desconocida. Muchos contemporáneos culparon a mis amigos los gatos y, otros muchos, a los judíos. En Alemania, en unas ciudades tuvieron lugar asesinatos en masa de judíos. En otras, donde también había comunidades judías, tales masacres no tuvieron lugar. Resulta que esta diferencia se ha reproducido en las violencias contra los judíos en los años 1920, la destrucción sinagogas en la “noche de los cristales rotos”, la deportación de judíos después de 1933, la cantidad de cartas antijudías enviadas al editor del Der Stürmer por los habitantes de esas ciudades y el voto al partido nazi. Todas esas conductas han sido más frecuentes e intensas en las ciudades donde habían tenido lugar los pogromos para castigar a los judíos por la peste negra.

La segunda de las continuidades está por documentar en la parte actual, no así en la histórica. En efecto mientras podemos observar que toda una serie de emigrantes blancos, tanto de la minoría alemana, como de las diferentes etnias bálticas —letones, estonios, lituanos— germanizadas desde los tiempos del dominio de la orden teutónica, acabaron engrosando, en papeles relevantes la aristocracia nazi, muy pocos “émigrées” étnicamente rusos, mucho más numerosos, que recabaron en Paris, siguieron el mismo camino. Entre los primeros, (Ronald, 2023) cita a Alfred Rosenberg, ideólogo del partido nazi, Max Erwin von Scheubner-Ritcher, con influencia relevante en la orientación depredadora de la ostpolitik del régimen nazi a través de su organización “völkisch”, Aufbau Vereinigung, organización a la que también estaban vinculados Erich Ludendorff y Max Amann.

La tercera continuidad ha sido documentada recientemente únicamente en la primera parte, los pogromos.

En efecto los pogromos más masivos de la historia, perpetrados sin intervención estatal, tuvieron lugar en la tierra de frontera (Ucrania). Así lo cuenta Jeffrey Veidlinger (Veidlinger, 2021):

“The ensuing pogroms were public, participatory, and ritualized. They often took place in a carnivalesque atmosphere of drunken singing and dancing; crowds allowed for diffusion of responsibility, drawing in otherwise upright citizens and ordinary people who in different circumstances might not have joined the proceedings. It was often the participation of these close acquaintances, trusted clients, and family friends that most galled the victims, instilling in them a feeling of powerlessness and alienation, a trauma that outlasted their physical wounds”.

Pero resulta que los pogromos más masivos de la historia, con intervención estatal —previa a la puesta en marcha de la maquinaria de exterminio nazi— tuvieron lugar en la misma zona de frontera. Los agentes actuaban por cuenta de un estado autoproclamado, la República del Pueblo Ucraniano, y lo hacía para castigar a los judíos por su condición (imaginaria) de bolcheviques. Así lo cuenta Jeffrey Veidlinger:

“Only weeks after the declaration of the Ukrainian People’s Republic, militias acting as part of the republic’s army authorized attacks on Jewish civilians, branding them as Bolshevik agents. In the city of Zhytomyr, west of Kyiv, for instance, one of the first pogroms of the new era broke out when Ukrainian forces put down a Bolshevik uprising on Sunday, Jan. 5, 1919. With the uprising defeated, the victorious soldiers systematically pillaged the Jewish—owned stores in the central square and in an orderly fashion, street by street, broke shop windows with the butts of their rifles, smashed storefronts with their axes, and occasionally tossed grenades into stubborn doors they couldn’t otherwise pry open. Hungry soldiers filled their trucks and carts with pilfered goods and took them in convoys to their station. Crowds of urban civilians then joined in the looting followed by peasants from the surrounding villages, who came into town with carts to carry off loads of stolen goods, returning to their villages with cloth and quilts slung over their backs”.

A día de hoy, no está documentada su continuidad con el momento actual salvo en una parte, la que reclama la autoproclamada República del Pueblo Ucraniano como la quintaesencia de la libertad. Este reclamo vale, si se incluyen los pogromos como expresión última de esa quintaesencia de la libertad.

Entre las segundas, los remedos o copias oportunistas aparecen el slogan “Make America great again” usado por Trump, el mismo de origen alemán que ya fue usado por Hitler referido obviamente a Alemania. Según declaraciones de Ivanka Trump, Donald solía leer por las noches, supongo que en la cama, los discursos de Hitler.

También cabría evocar el asalto al capitolio, con un cierto paralelismo con el complot de corte fascista para expulsar de la presidencia a un “traidor a la clase”, como era nombrado el presidente Roosevelt por los congéneres de la clase de la que él procedía, y colocar en su lugar a un militar, Smedley Darlington Butler. El complot fue urdido por una parte muy cualificada de las élites norteamericanas que nadaban en riqueza y extraían cuantiosos beneficios de sus relaciones con la Alemania Nazi (Hart, 2018). Naturalmente se oponían a la entrada de USA en la guerra contra los nazis y, por supuesto, a los impuestos (que llegaron al 90% de los ingresos) necesarios para financiar esa guerra.

La historia con minúsculas contiene enseñanzas bien diferentes según quien la escriba, de modo que corresponde a cada cual interpretar el mandato bíblico… “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.” (Santiago 1:22).

Referencias

Banfield, Edward C. 1967. The Moral Basis of a Backward Society. s.l. : FREE PR

Hart, Bradley W. 2018. Hitler’s American friends. Thomas Dunne Books.

Onuch, O. 2014. Mapping Mass Mobilization Understanding Revolutionary Moments in Argentina and Ukraine Palgrave Macmillan.

Onuch, Olga y Hale, Henry E. 2023. Zelensky Effect. s.l. : Oxford University Press.

Ronald, Susan. 2023. Hitler’s Aristocrats. s.l. : St. Martin’s Press, 2023.

Veidlinger, Jeffrey. 2021. In the Midst of Civilized Europe : The Pogroms of 1918–1921 and the Onset of the Holocaust. s.l. : Metropolitan Books.

Voigtländer, Nico y Voth, Hans-Joachim. 2011. Persecution Perpetuated: The Medieval Origins of Anti-Semitic Violence in Nazi Germany. C.E.P.R. Discussion Papers. 2011. CEPR Discussion Papers.

 

Retóricas imperiales (y de virreyes)

Es sabido que el lenguaje permite hacer cosas con palabras, es performativo, es heteroglósico (Bakhtin, 1982) y permite ocultar tanto como muestra.

Pero es sabido también que el lenguaje es una puerta de Momo al interior del hablante y una puerta trasera al interior de las burocracias, pues revela, al lector avisado, lo que pretenden ocultar. Varias han sido las tecnologías de perfeccionamiento de la construcción de esas puertas, desde el psicoanálisis hasta al análisis estadístico de la lengua. Pero en lenguaje político hay una que sigue siendo insuperable: en análisis textual de lo que se dice contextualizado en lo que se oculta.

Aparte de los textos de orientación técnica (Fairclough, 1989) hay valiosos análisis del lenguaje en períodos históricos concretos que siguen siendo relevantes para lo que nos ocupa (Faye, 1974), (Agamben, 2011), (Jesi, 2012).

Mención aparte merece (Orwell, 2006), del cual se han ensalzado las muchas virtudes literarias que le adornan, todas ellas merecidas, pero nada se ha dicho de su rusofobia, tan característica de la élite británica, rusofobia que tanto juego le da a esta élite en la construcción de su particular falacia del hombre de paja, imprescindible para cultivar la impostura de su no menos falsaria, y por eso mismo cada día más patética, superioridad.

Dicho esto, el prólogo fantasma de Rebelión en la Granja, que en su momento no fue publicado, muestra, leído desde 2023, una sorprendente actualidad en lo que dice de las democracias liberales. Con las inversiones pertinentes de culpable, no nos hemos movido ni un segundo en el tiempo ni un centímetro en el espacio.  En ese prologo fantasma escribía Orwell: “Pues bien, estas mismas noticias son eludidas por la prensa británica, no porque el gobierno las prohíba, sino porque existe un acuerdo general y tácito sobre ciertos hechos que «no deben» mencionarse. Esto es fácil de entender mientras la prensa británica siga tal como está: muy centralizada y propiedad, en su mayor parte, de unos pocos hombres adinerados que tienen muchos motivos para no ser demasiado honestos al tratar ciertos temas importantes. Pero esta misma clase de censura velada actúa también sobre los libros y las publicaciones en general, así como sobre el cine, el teatro y la radio. Su origen está claro: en un momento dado se crea una ortodoxia, una serie de ideas que son asumidas por las personas bienpensantes y aceptadas sin discusión alguna. No es que se prohíba concretamente decir «esto» o «aquello», es que «no está bien» decir ciertas cosas, del mismo modo que en la época victoriana no se aludía a los pantalones en presencia de una señorita. Y cualquiera que ose desafiar aquella ortodoxia se encontrará silenciado con sorprendente eficacia. De ahí que casi nunca se haga caso a una opinión realmente independiente ni en la prensa popular ni en las publicaciones minoritarias e intelectuales”.

Para ser fieles al dato histórico, no es cierto que no haya habido algún cambio: la comisión de la Unión Europea, presidida por una señora que debe sus méritos, más bien escasos, a los dineros reunidos por sus ancestros esclavistas en Alemania, Inglaterra y Usa[1] ha instalado la censura sobre medios que ni ella ni los patrocinadores de ese gobierno oligárquico pueden controlar. Youtube, esa plataforma independiente, acaba de cancelar los canales de Scott Ritter, simplemente porque lo que dice, siempre bien fundamentado, especialmente cuando habla de asuntos militares, no le gusta al imperio.  Ciertamente parece que todo lo que es susceptible de empeorar, empeora. No sé si ser pesimista u optimista informado.

Con independencia de todo esto, quien probablemente más lejos ha llegado en el arte de la deconstrucción del lenguaje político fue Victor Klemperer mostrando las altas cotas a las que se puede llegar en la construcción de realidades alternativas.

Subidos a los hombros de estos gigantes, particularmente en los de (Klemperer, 2001), vamos a hace un somero y modesto análisis de un texto[2] publicado el 8 de agosto de 2023 por la oficina del alto representante de la UE para asuntos exteriores. Las negritas las hemos añadido nosotros. El texto en cuestión reza así:

“Bielorrusia: Declaración del Alto Representante, en nombre de la Unión Europea, con motivo del tercer aniversario de las elecciones presidenciales fraudulentas en Bielorrusia

Este 9 de agosto se cumplen tres años de las elecciones presidenciales fraudulentas en Bielorrusia. Ese día, hace tres años, cientos de miles de bielorrusos tomaron las calles para defender pacíficamente su derecho a elegir su propio futuro. Estas manifestaciones espontáneas fueron reprimidas con una brutalidad extrema por parte del régimen de Lukashenko.

Hoy, tres años después, la situación es peor que nunca para aquellos que se atreven a expresar cualquier crítica al sistema. Estamos hondamente preocupados por la situación de los derechos humanos en Bielorrusia. En la actualidad hay cerca de 1 500 presos políticos encarcelados en condiciones deplorables, expuestos a malos tratos y torturas, sin acceso a servicios sanitarios esenciales. Muchos de estos presos han permanecido durante meses sin contacto con sus abogados y familiares, que desconocen su paradero actual y su estado de salud. En su último informe, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos declaró que algunas de las violaciones generalizadas, sistemáticas y manifiestas de los derechos humanos en Bielorrusia pueden constituir crímenes contra la humanidad. La UE sigue manteniendo la situación en un lugar destacado de la agenda mundial en los foros internacionales y fomentando los esfuerzos encaminados a que los autores de violaciones de los derechos humanos rindan cuentas.

El régimen de Lukashenko ha llegado a ser una amenaza también para la seguridad regional e internacional, con acciones como el aterrizaje forzoso de un avión civil en mayo de 2021 y la instrumentalización persistente de la inmigración irregular en las fronteras orientales de la UE. A partir del 24 de febrero de 2022, el régimen se convirtió en cómplice de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, poniendo en peligro la propia soberanía e independencia de Bielorrusia para apoyar los crímenes de Rusia en Ucrania. Esta complicidad ha permitido la deportación ilegal de niños ucranianos por parte de Rusia al territorio bielorruso. El 26 de mayo de 2023, Rusia y Bielorrusia dieron un paso más en la escalada al firmar un acuerdo para permitir el despliegue de cabezas nucleares rusas en territorio bielorruso. La UE está preocupada por el reciente despliegue en Bielorrusia de los mercenarios Wagner, los efectos desestabilizadores en la región y el riesgo que representan para la soberanía de Bielorrusia.

Hemos adoptado sanciones en respuesta a la represión de todas las voces independientes y las personas pertenecientes a minorías nacionales, a las violaciones del Derecho internacional y al apoyo a la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania por parte del régimen de Lukashenko. El último paquete de sanciones aborda las violaciones de los derechos humanos y el constante empeoramiento de la represión interna, y envía una señal de que la UE sigue plenamente comprometida a apoyar los derechos humanos y la democracia. También aborda el riesgo de elusión de las sanciones. La UE seguirá ejerciendo presión sobre el régimen bielorruso mientras sea necesario.

La UE elogia y apoya los esfuerzos del movimiento democrático bielorruso. La determinación de la población bielorrusa, que con gran riesgo personal sigue defendiendo la democracia, es un gran factor de esperanza. La UE está prestando apoyo a las víctimas de la represión, los defensores de los derechos humanos, las organizaciones de la sociedad civil, los medios de comunicación independientes y los periodistas, estudiantes y empresas exiliados, así como a iniciativas destinadas a salvaguardar la identidad, la cultura y la lengua bielorrusas.

Pedimos a las autoridades de Bielorrusia que entablen un diálogo genuino e inclusivo con todos los elementos de la sociedad que conduzca a unas elecciones libres y justas. Una vez que Bielorrusia emprenda una transición democrática, la UE se compromete a ayudar al país a estabilizar su economía y a reformar sus instituciones. Nuestro objetivo es contribuir a aumentar la resiliencia y las reformas más democráticas, crear nuevos puestos de trabajo y mejorar el nivel de vida de las personas, en particular por medio de un plan global de apoyo económico de hasta 3 000 millones de euros para una Bielorrusia democrática.

La UE acompañará a los bielorrusos mientras sea necesario en la senda hacia un país independiente, democrático y próspero como parte de una Europa en paz”.

 

Analicemos ese mensaje, en dos momentos, lo que está y lo que no está.

Primero lo que está.

Elecciones fraudulentas: ¿Quién certifica elecciones? la OSCE y la UE. La selección de los certificadores es completamente opaca. En la medida en que ambas funcionan por cooptación y al frente de la oficina de recursos humanos de la OSCE, se encuentra un “hispanic”, el proceso está sesgado en origen y muy probablemente es directamente corrupto.  De hecho, el autor de este texto, que está certificado por la propia Osce, ha intentado conocer la lista y las credenciales de todos los certificadores para construir una base de datos y analizarla convenientemente y ha obtenido ninguna respuesta. Sobre los certificadores de la UE no hay mucho más que decir: siguen las instrucciones, de modo que sus recomendaciones han sido usadas para fines antidemocráticos, como sucedió en el golpe de estado que expulsó a Evo Morales. Como probaron investigadores norteamericanos, vinculados al CEPR[3] las conclusiones de la misión de observación de la de la OEA (y por tanto de la UE que no las cuestionó) no solo estaban sesgadas, eran completamente falsas.

Democracia: Si las elecciones no arrojan los resultados que nos conviene, ya no sirven para certificar la democracia, ni siquiera en su versión mínima. Los perdedores se convierten en mayoritarios. Al parecer para la UE hay más de una manera de ganar unas elecciones. Sueños húmedos de producir un Maidan en Пло́шча Перамо́гі. “Manifestaciones espontáneas”, (ignorando los millones de US$ y €s invertidos en las ONGs creadas para promoverlas),  “cientos de miles”, son muchos o muchísimos, aunque como ha sucedido en el último uprising en Georgia  no superen 7 por ONG que recibe financiación externa, (Nuñez, 2023), “decidir el futuro” (el suyo y el de los demás, quieran los demás o no quieran) y “reprimidos con brutalidad extrema” (al parecer se situaron ametralladoras en los estadios y se disparaba a los insurgentes, como hizo el ejército británico en Irlanda) y por supuesto no pueden faltar las “torturas”. Todos estos términos son imprescindibles en la retórica que acompaña a todas las intentonas de cambio de régimen, revoluciones de colores incluidas (Gerlach, 2014), (Mitchell, 2012), (Ó Beacháin & Polese, 2012), que hacen uso de todos los recursos disponibles de las guerras hibridas (Korybko, 2015). Revoluciones sin revolucionarios: élites locales financiadas externamente para apropiarse del estado para sí y para sus financiadores. Esto ya solo engaña a quien quiere dejarse engañar.

Aumentamos la “resiliencia” y las “reformas más democráticas”. Estas últimas son las propias del régimen oligárquico que somo nosotros, la UE. Qué significa la resiliencia en el lenguaje burocrático es difícil de determinar. Ahora bien, por similitud con su uso en psicología, refiere a lo que viene después de un trauma. Parece que estos burócratas hubieran bebido de la marmita de Asterix, con la fórmula mágica del cambio de régimen, y fabulen con los traumas que van a provocar. Ciertamente, al igual que pasa con esos catedráticos que promueven la desregulación laboral de todos los demás, no la suya, será necesario provocarles un trauma para que aprendan el significado de esos términos que tan alegremente pintan en documentos oficiales.

Dialogo:  Es necesario dialogar con quienes nosotros designamos. O lo que es lo mismo, hablen con nosotros sobre su rendición incondicional a nuestra superior razón oligárquica.

Derechos humanos: Nos preocupan los derechos de algunos humanos, no de otros. Particularmente los derechos humanos que querían entrar desde Bielorrusia en Polonia no nos preocupan, porque no se trataba de humanos, eran “human weapons”. Todos los detenidos, juzgados y encarcelados representan crímenes contra la humanidad, la nuestra, la que nosotros definimos. No incluye, por supuesto, la de los negros y otros indeseables que huyen de la miseria, en gran medida inducida por intervenciones coloniales directas de antes -con ejércitos desplegados ocupando el territorio- y de ahora -sosteniendo a élites que al tiempo que abren la puerta a la “inversión extranjera”, especialmente la que explota los recursos, reprimen a quienes alzan la voz en esos territorios-. Las élites de la UE no sufren de aporofobia y aún menos de racismo. Solo están comprometidas con el “rule of law”. Un periodista español detenido en Polonia sin cargos conocidos, lo es de acuerdo con la estricta observancia de la ley. Supuestos radicalizados musulmanes expulsados de la UE, en base a expedientes secretos, por razones de seguridad nacional, son la expresión más preclara del “rule of law”.  Al parecer las burocracias comunitarias ignoran que “rule of law” no dice nada sobre la materialidad de la ley, ni sobre los derechos humanos: es compatible con cualquier ley, las más injustas incluidas. Los derechos humanos, en la definición administrable de esa burocracia, les permite intervenir, con desprecio absoluto de fronteras y soberanía, allí donde consideren necesario de acuerdo con intereses más bien poco transparentes. La dificultad para acceder a la actividad de los lobbys que, por su número, sostienen el mercado inmobiliario de Bruselas, es una de las mil pruebas posibles.

Crímenes contra la humanidad: Nosotros somos la humanidad. Nosotros definimos cuando hay un crimen. Incluso podemos proceder a la liberación de un político pederasta a cambio de que su hermano presente cargos, en un tribunal penal internacional que hemos creado, contra jefes de estados que ni siquiera han suscrito los acuerdos fundacionales de ese tribunal. Este es el orden internacional basado en reglas, las que nosotros podamos imponer.  Un discurso imperial bajo la administrable universalidad. La querella sobre los nombres, que enfrentó a nominalistas y realistas, y donde ocupó un lugar central justamente el concepto de humanidad, tiene varios siglos de antigüedad, pero las burocracias comunitarias han tomado partido: a la humanidad, incorpórea, le atribuimos los cuerpos a nuestra conveniencia. Nosotros ocupamos el lugar que Duns Scoto reservaba a dios en la determinación de la moral  (Spade, 1994), determinamos que manzanas no pueden ser comidas, incluso aunque el hambre orade su alma. Esa retórica ya la practicaban los nazis con la definición de los eslavos como “untermensch”. El discurso racista ha perdido su pedigrí; la humanidad ocupa su lugar, no importa que para ello haya que negar las formas de vida de otros (Jaeggi, 2018).

Derecho de defensa: el legítimo derecho de defensa, solo es legítimo si es el nuestro. Si USA, vía Otan, despliega armas nucleares es legítimo. Si otros hacen lo mismo es ilegitimo.

Minorías nacionales: Nos preocupan las minorías nacionales, pero según nuestra definición de minoría y nacional. Los rusos de Estonia, Letonia y Lituania no merecen tal calificativo. Por eso habremos de expulsarlos o matarlos si se resisten. Incluso la ONU encuentra improcedentes las derivas de esas republicas respecto a las minorías[4], mientras la UE guarda silencio. Una vez más, esos protectorados están creando las bases de sus disoluciones y/o particiones. Cuanto antes, mejor.

Punición: Los que no siguen nuestro “orden basado en reglas”, en nuestras reglas (o mejor las de nuestro patrón) son castigados: sanciones no ya territoriales, sino también extraterritoriales, tribunales penales no ya nacionales sino internacionales. Mientras tanto, la triada – judía, casualmente- organiza conversaciones de paz imperiales, de fantasía, como la que ha tenido lugar en Jeddah, en Arabia Saudi, a principios del mes de agosto de 2023. Todos los ingredientes de una bufonada estaban presentes, teniendo en cuenta que el anfitrión, conocido como MBS, era hasta hace nada un apestado. Algunos de los asistentes incluso escribían con tinta invisible la historia de otra época, como cuenta Hersh[5].

Roma paga traidores: Pagamos si nos entregan su país, en nombre de la democracia (lo del imperio está “demodé”) (Nuñez, 2022)(a) (Nuñez, 2022)(b). Alguien tendrá que recordar la suerte que siguió a los asesinos de Viriato. Ni la Roma original ni ninguna de las “nuevas romas” han pagado nunca traidores. Que se lo pregunten a Алекса́ндр Иса́евич Солжени́цын.

Información: Si los medios que financiamos, son erradicados, entonces no hay libertad de prensa. Si nosotros prohibimos a nuestra población, sin base legal alguna y contra las declaraciones de derechos humanos, propias y suscritas, medios -con el pintoresco argumento que son de estado extranjero, argumento que va contra la declaración de derechos humanos de la ONU- defendemos la pureza espiritual de occidente.

Sobornos: Aquí tenemos unos milloncejos de € (3.000 millones dicen) para pagar a las élites locales que se plieguen a nuestros intereses. Esto entra exactamente en la definición de “brive”: (i) money or favor given or promised in order to influence the judgment or conduct of a person in a position of trust”; (ii) something that serves to induce or influence. Para ello solo tienen que hacer lo que nosotros, los grandes oligarcas, decidamos. Todavía no he conseguido averiguar a que elecciones se han presentado el alto comisionado. Todo apunta que han sido elecciones secretas.

Sociedad: la sociedad bielorrusa son las ONGs que nosotros financiamos. Hablen con ellas para que nuestros “abrevados” se instalen en el gobierno, como únicos legítimos intérpretes de la sociedad bielorrusa.

Mercado: Solo nosotros sabemos gestionar. China, que ha sacado en 20 años 800 millones de la pobreza absoluta -lo que en Europa y Usa ha tomado cientos de años- son unos aficionados. Nuestras instituciones europeas oligárquicas, son el faro del mundo. A esto le llaman “estabilizar su economía y reformar sus instituciones”: la crisis humanitaria que hemos causado en Rusia a partir del 1991 es el espejo donde deben mirarse. Nuestro objetivo es instalar el código del capital (Pistor, 2019).  Con sus fábricas haremos lo mismo que hicimos con aquélla que en la RDA fabricaba lámparas que duraban 25 años: cerrarlas.   Nos interesan especialmente sus potasas y otros varios recursos fundamentales para asegurar nuestras cosechas. Sabemos explotarlas mejor que nadie. Por algo hemos inventado la colonización como política de estado. ¿Recuerdan un continente llamado África? Miren y aprendan. O más cerca, miren cuanta población ha abandonado las mini repúblicas bálticas. Reducimos el desempleo porque las gentes en edad de trabajar emigran.

Europa en paz: Para construir la Europa en paz es necesario promover los cambios de régimen. No podemos construir un relato abiertamente colonial, clasista, misógino, porque deja en mal lugar nuestra imagen de demócratas liberales, por eso promovemos nuestra versión de “regime change Karen’s”, según el modelo Victoria Nuland. Todo lo que se oponga a esto es guerra de agresión. Intentar cambiar un régimen responde al derecho divino de la oligarquía, eso si, liberal.

Segundo, lo que no está.

Soberanía: La única soberanía que importa es la nuestra. Nosotros intervenimos en los asuntos internos de otros países, incluso sobornamos a los que en nuestro territorio llamamos agentes extranjeros, pero los llamamos paladines de la libertad (y de la subordinación a nuestro “diktat”). Es decir, impulsamos activamente la traición. Nuestros mejores compañeros son los traidores a su patria. Al fin y al cabo, nosotros somos traidores a Europa (en tanto que servidores del imperio atlántico).

Historia: El pasado que no ha sido, lo inventamos. Que nunca haya existido algo parecido a una nación bielorrusa -como apenas existió durante meses un estado ucraniano- es irrelevante. Porque en nuestro interés está crear seudo-naciones, inviables como tales, sin real soberanía, pero susceptibles de ser integradas como divisiones administrativas del imperio. Así lo llevamos haciendo desde 1.991. Cuando llegó alguien y mando parar, descubrimos que era el demonio (tal vez Castro reencarnado). Pero cuando nos miramos en él, descubrimos que nosotros somos nuestro peor enemigo. Hay más de una manera de construir un imperio. El Euro debería servir a ese objetivo imperial.

Financiación: La construcción del discurso, sobre Bielorrusia, Ucrania y en general el espacio llamado post soviético, está realizado por ONGs (think thanks), financiados por el complejo militar industrial[6].  Todo este discurso burocrático, publicado por funcionarios excesivamente bien pagados, viene empaquetado por esas organizaciones. No hay en ellas nada ni remotamente parecido a eso que se llama pensamiento estratégico.

Estos mensajes de la burocracia europea están destinados a vencer, pero no a convencer. Exactamente lo mismo que reza esa frase, parece que falsamente atribuida a Unamuno: “venceréis, pero no convenceréis”! El problema histórico presente, es doble, ni vencen ni convencen. Los protectorados imperiales ni vencen ni convencen. Uno o ambos verbos se aplica solo a las naciones soberanas y a los imperios.

 

Notas

[1]Así se detalla https://foreignpolicy.com/2021/04/30/aristocratic-ineptitude-ursula-von-der-leyen-eu-europe-vaccines-pandemic-response/ (Acceso: 2023/08/11)

[2]https://www.consilium.europa.eu/es/press/press-releases/2023/08/08/belarus-statement-by-the-high-representative-on-behalf-of-the-european-union-on-the-third-anniversary-of-the-fraudulent-presidential-elections/ (Acesso: 2023/08/08).

[3]https://www.cepr.net/the-preliminary-count-in-bolivias-2019-election-contained-clear-biases/  (Acceso : 2023/08/11).

[4]https://www.politico.eu/article/united-nations-experts-latvia-russian-language-minorities/ (Acceso: 2023/08/18);

https://www.ohchr.org/en/press-releases/2023/08/estonia-new-law-banning-mother-tongue-education-minorities-may-violate-human (Acceso: 2023/08/18)

[5]https://seymourhersh.substack.com/p/summer-of-the-hawks?utm_source=substack&utm_medium=email

[6]https://www.theamericanconservative.com/swamp-report-top-50-u-s-think-tanks-receive-over-1b-from-gov-defense-contractors/ (Acceso: 2023/08/18);

https://quincyinst.org/report/defense-contractor-funded-think-tanks-dominate-ukraine-debate/  (Acceso: 2023/08/18).

Referencias citadas

Agamben, G. (2011). El sacramento del lenguaje «arqueología del juramento» : (Homo sacer II, 3. Pre-Textos.

Bakhtin, M. M. (1982). The Dialogic Imagination. University of Texas Press.

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Equity capital, fondos buitre, capital riesgo

La batalla por las palabras en la batalla por las ideas que viene antes de cualquier batalla política.

Después de la crisis de 2008, donde cayeron algunos de los llamados bancos de inversiones, emergieron, como plaga bíblica, unos fondos llamados de Private Equity Funds (PEF).

Se presentan a sí mismos como proveedores de capital para financiar proyectos de inversión innovadores, para alimentar eso que Schumpeter llamaba la destrucción creativa. Pero no es eso lo que hacen.

Algunos pensaron que lo que hacían era liquidar sociedades en dificultades, en quiebra o próximas a la quiebra, y por eso deshonraron a esos maravillosos basureros de la naturaleza, los buitres, atribuyendo a esos fondos el nombre de ese animal. Pero no es eso lo que hacen.

Lo que hacen es canalizar fondos procedentes de paraísos fiscales y con ellos comprar sociedades, en alguna o varias de las situaciones siguientes: son sociedades que gestionan monopolios naturales —i.e. el suministro de electricidad—, cuentan con mercados cautivos —i.e. residencias de ancianos, prisiones—, tienen activos liquidables —i.e. propiedades inmobiliarias—, generan rentas de situación —i.e. viviendas—, son limitadas en su oferta —tierras agrícolas de alta productividad—. Nada que tenga que ver con la innovación. Y en esa compra desembolsan cantidades muy pequeñas, pues una vez comprada con un préstamo la sociedad en la que han puestos sus lascivos labios, le transfieren la deuda con la que financiaron la compra, de modo que la sociedad comprada paga por haber sido comprada. Una versión del apalancamiento financiero propia de mentes brillantes; muy superior a la del resto de los idiotas, banqueros incluidos.

Su modelo de negocio es propio de depredadores y/o parásitos, no de basureros. Se impone buscar otro símil en el mundo natural, y el único que se presta a ello son los virus. Por tanto, estos fondos deben ser llamados fondos virus, no buitres. Entre esos fondos virus hay algunos conocidos y otros muchos desconocidos, pues como los virus, mutan constantemente y se multiplican incesantemente. De hecho, un porcentaje nada despreciable de sociedades creadas en España y en el mundo, en cada año fiscal, lo son a iniciativa de fondos virus.

En su origen, en EE.UU., se alimentan de políticos de ambos partidos, demócratas y republicanos, todos ellos muy bien relacionados en la ciudad de la que se dice está construida con diseño masónico, Washington. Y donde quiera que entran se aseguran de atrapar a los vástagos de lo que un día fueron las burguesías dominantes en cada país, especialmente aquellos segmentos que continúan ejerciendo influencia política. Burguesías que cada día se parecen más a lo que en su momento fueron las burguesías dependientes de los llamados países en desarrollo, tercer mundo.

Y para las funciones técnicas reclutan en ciertos caladeros, en el caso de España especialmente en las dos escuelas de negocios vinculados a ramas de la iglesia, el IESE y ESADE.

Cuando estas burguesías dependientes enarbolan el espantajo nacional, primero hay reír a carcajada batiente. Y después prepararse para la guerra a mazo batiente.

Entre los PEF conocidos, en orden alfabético, Apollo, Blackstone, HIP, Canyon Capital Finance, Cerberus, CVC Capital Partners, DIF, Elliot, Ergon Capital, Fortress, Goldman Sachs, HIG Capital, KKR, LBEIP, Lindorff, Lone Star, Oktree… Dada su conducta viral, algunos, desde el día que confeccione esta lista hasta hoy, habrán cambiado de nombre y otros cuantos habrán aparecido.

El fenómeno vírico es planetario, ataca a todos los países de los 1.000 millones de oro, el “gold billion”, en inglés globalizado. Y ataca especialmente duro en los países que una vez tuvieron lo que se llamó “estado de bienestar”. Y producen no necesariamente menos estado, como algunos agnocratas quieren hacernos creer, pues sin la contribución del estado, en versiones corruptas —como en el caso de las licencias VTC— o legalmente no corruptas —como en la toma de control de residencia de ancianos— no son nada sin el estado. Lo que no es discutible es que en nada acrecientan y en mucho disminuyen el bienestar de las gentes del común. El “billion gold”, si no se ataca frontalmente el virus, será rápidamente cada vez menos “gold” y más “ash”.

No soy escritor de libelos, al menos por el momento. Y tampoco un activista, también provisionalmente. Intento fundamentar mis textos en bases científicas tan solidas como sea posible. Desafortunadamente apenas hay investigación científica sobre el “virus fund”, lo que es una prueba suplementaria, si alguien lo dudaba, de que las universidades vegetan en un universo paralelo.

Aun así, mis conclusiones provisionales se basan en la evidencia que, en diferentes lugares, muy especialmente en EE.UU., se han ido acumulando. Por esta razón lo que sigue tendrá un toque más académico, con algunas referencias para ese lector interesado en tener no ya una opinión pues todo el mundo tiene una, que como sucede con algunas partes del cuerpo que no citaré, sino una opinión fundamentada en evidencias.

Aunque la aparición de los “private equity fund” es anterior[i], su crecimiento se ha disparado después de la crisis de 2008 en gran medida como consecuencia de la abundancia de dólares americanos baratos introducidos por la Reserva Federal y del propio crecimiento de la desigualdad, que ha hecho posible la acumulación de esos dólares en muy pocas manos.

El modelo de negocio de las diferentes compañías que operan en ese mercado es especialmente ilustrativo porque está conduciendo no sólo a la destrucción de lo que restaba de gran parte de la base industrial en el centro del imperio, sino también a la destrucción de gran parte de las compañías de servicios. Se han señalado las similitudes con los “money trusts” de principios del s. XX, a los que, entre otros, combatió el juez Louis Brandeis (Brandeis, 2012) y que está en la base de la legislación antitrust, legislación que no sólo ha caído en desuso, sino que, en ausencia de actualización, las prácticas legales de los “private equity funds” se cuidan de soslayar, con éxito total y absoluto.

Y es igualmente ilustrativo porque evidencia hasta dónde resultan indistinguibles las prácticas legales de los PEFs de prácticas propiamente mafiosas, con la salvedad de que al ser legales no requieren, por el momento, el uso explícito, ni siquiera como amenaza, de la fuerza física.

Estas prácticas han sido resumidas por Appelbaum (2014) y Ballou (2023) en los siguientes términos: (i) “leasebacks”: separar las propiedades inmobiliarias de las empresas en las que entran, venderlas a terceros (relacionados casi siempre con los propietarios del PEF) y forzar a las empresas cuyo control han tomado, a alquilar los espacios por largos períodos de tiempo; (ii) “dividend recaps”: obligan a las compañías que compran a endeudarse para proporcionar dividendos a los nuevos propietarios,  al PEF que las ha comprado; (iii) “strategic bankruptcies”: una vez que se apropiado para sí y/o para otros los activos más apetecibles de las compañías de las que toman el control, fuerzan la quiebra de las compañías para evitar hacer frente a salarios, pensiones y prestamistas; (iv) “forced partnership”: al objeto de maximizar su retornos, fuerzan a las compañías a trabajar con otras compañías que también forman parte del portfolio de los mismos PEF que las han comprado; (v) “tax avoidance”, por medios legales y eventualmente directamente ilegales, de cuyas consecuencias se blindan con varias tácticas tanto de división de compañías como de lobby; (vi) “rollups”: fusión de compañías para crear mercados oligopólicos de diversa base, i.e. en el caso de los servicios, geográficos; (vii) “operational efficiencies: layoffs, price hikes, quality cuts”, las cuales se explican por sí mismas, pero requieren haber quemado las etapas anteriores, i.e. haciendo imposible cobrar indemnizaciones a los despedidos, subiendo los precios una vez que se ha oligarquizado el mercado, bajadas de calidad sin mensajes al mercado (i.e. manteniendo los mismos precios).

El potencial cliente engañado es de todo tipo y condición, también el que se reproduce en la España de las piscinas. Por ejemplo, esto es exactamente lo que sucedió con Hayward, que produce equipamientos para piscinas justo después de ser “comprada” por un fondo israelí de equity capital: sin bajar los precios se bajó la calidad para hacerla coincidir con que el producto se rompa justamente a continuación de que la garantía ha caducado, lo cual a su vez genera ingresos suplementarios en componentes para reparar. Hasta ahora unos 2 años y medio; a partir de la ampliación de la garantía obligatoria unos 3 años y medio. Los lectores de más edad sonreirán mientras recuerdan el mantra de la “obsolescencia programada”. Y harán conexiones mentales que dejo a la imaginación de cada cual.

Por supuesto además de todas esas prácticas, cargan comisiones cuantiosas a las compañías compradas. Una parte pequeña de esas comisiones las pasan como remuneración por su expertise, por el privilegio de ser comprada por PEF. Pero dado que estas comisiones pagan más impuestos que las que resultan de incrementos de valor —capitalización— la parte más suculenta las disimulan como incrementos de valor, incluso cuando estos sean no sostenibles en el tiempo e impliquen endeudamiento para la compañía que han comprado, para hacerles frente como reparto de dividendos.

Los argumentos justificativos a los que se acogen quienes practican este modelo de negocio depredador son de tres tipos: (i) no practicamos más que una forma extrema de capitalismo, que contribuye a la supervivencia de los más fuertes; (ii) somos similares a otras formas de capitalismo financiero —hedge funds, investment banks—; (iii) como parte de la ola de la financialización somos inevitables, como una plaga natural.

Lo cierto es que parecen, respectivamente, (i) estar destruyendo negocios perfectamente viables y que creaban empleo de calidad, sustituyéndolo por arenas del desierto o menos empleo y de peor calidad; (ii) su balance final parece por ello más sombrío que otras manifestaciones del capital ficticio; (iii) su emergencia y supervivencia se asienta en la complicidad de políticos y expolíticos (la cantidad de estos, tanto demócratas como republicanos que se asientan en sus consejos, es sorprendente; parecen usar intensamente las puertas giratorias). Y ello porque saben que es de la política de donde viene su negocio, así como de la política vendrá, si es que viene, su reforma y/o supresión.

En todo caso algunos estudios evidencian que ser comprada por un PEF parece que multiplica por 10 la probabilidad de acabar en bancarrota y en todo caso aumentan el desempleo. Estos efectos son observables en todos los sectores en los que entran, por ejemplo, en la distribución minorista en USA, como puede apreciarse en esta página. https://united4respect.org/wp-content/uploads/2019/07/Pirate-Equity-How-Wall-Street-Firms-are-Pillaging-American-Retail-July-2019.pdf (Acceso: 2023/05/12)

De todas las cuestiones que por razones de espacio no vamos a abordar, hay algunas cuestiones especialmente interesantes:

(i) contra lo que pudiera pensarse los “private equity fund” no usan el dinero de sus propietarios, usan el dinero de otros, como también hacen los bancos en sus préstamos, pero sin ninguna garantía ni control. ¿De dónde procede el dinero con el que compran? Una parte muy pequeña, típicamente el 2 o 3% es dinero de sus propietarios, otra parte de inversores (entre los que destacan, además de los sospechosos habituales, ¡oh, paradoja de paradojas!, los fondos de pensiones) y otra parte de préstamos, que esperan pagar con el cash flow procedente de las empresas que compran (“leverage buy out” —LBO), con las tácticas que hemos enumerado.

Por ello no es en absoluto una condición que puedan vender la empresa por un importe superior al de compra para que su modelo de negocio funcione. Típicamente entran en las compañías con perspectiva de corto plazo y salen cuando han extraído valor —desentendiéndose de su futuro—, cargan a las compañías con deuda para extraer beneficios ficticios y se blindan de futuras reclamaciones, interponiendo entre el PEF y las compañías que compran, sociedades legal y financieramente artificiales, que no pueden hacer frente a las reclamaciones de los acreedores, entre las cuales se encuentran trabajadores cuyos planes de pensiones en las compañías agraciadas con la compra del PEF, han sido previamente vaciados.

(ii) Muestran una especial predilección por tomar el control de industrias que extraen sus beneficios de los más pobres. En particular muestran predisposición por negocios con flujos de caja constante —distribución— y sobre todo con flujo de caja constante de origen público —Medicar o Medicaid—, a saber, residencias de ancianos, servicios sanitarios y si, cárceles. Este último negocio seguramente explica, en buena medida, que EE.UU. tenga del dudoso mérito de ser el estado del mundo con más presos en términos absolutos y relativos a su población. Seguramente las generosas donaciones que los PEF dedican a no pocos departamentos de policía de todo EE.UU. tenga mucho, o muchísimo, que ver.

La degradación de la calidad del servicio en base a la “optimización” que estos “genios de las finanzas” implementan (Stevenson, Bramson, & Grabowski, 2013), es decir, la reducción de personal (Pradhan, Weech-Maldonado, Harman, Al-Amin, & Hyer, 2014), es endémica en las residencias de ancianos. Y como ha sido acreditado en España, particularmente en Madrid y en Galicia (Rico, 2021), también en USA se ha acreditado la relación entre exceso de mortalidad y propiedad de las residencias de ancianos. El problema no es solo, aunque también, el llamado “protocolo de la vergüenza”, tan poco y tan mal investigado por los probos funcionarios de las fiscalías. Las que pertenecen a PEF exceden en mucho la mortalidad de las demás, incluidas otras en manos privadas (Gupta, 2021).

Un punto no menor es su relación incestuosa con los jueces —mi buena educación me protege de usar expresiones soeces—, la más preclara expresión de la corrupción sistémica que asola el sistema político norteamericano. En efecto parece que los PEF han sacado el máximo partido de los agujeros que permiten acabar eligiendo la jurisdicción en las que instar las quiebras estratégicas que les permiten liberarse de los acreedores molestos de las empresas que compran, particularmente las pensiones de los trabajadores.

Este uso estratégico ya había sido señalado por un reconocido experto en la materia (LoPucki, 2006) y ha sido acreditado empíricamente, tanto con datos estadísticos como con estudios de caso. Aunque los autores residentes en el centro del imperio se resisten a llamar a tal uso estratégico de las jurisdicciones, corrupción, es evidente que, desde una perspectiva sistémica, es una prueba evidente de tal, con independencia de que venga legalmente habilitada. Substraerse al juez natural para elegir el que previsiblemente se muestre más favorable a los propios intereses, no puede ser llamado de otro modo, que corrupción. Y se asienta en influir en quien tiene que ocuparse de cerrar tal opción de uso estratégico, es decir, quien tiene que modificar la ley. Lo que a su vez es posible con un uso estratégico de las puertas giratorias.

El camino hacia el paraíso en el que las prácticas depredadoras de los PEF tienen lugar, ha requerido previamente el vaciamiento de las leyes antitrust[ii], vaciamiento en el cual uno más de los varios productos intelectuales de la universidad de Chicago ha tenido un papel relevante (Bork, 1978) y que han conducido al actual momento de capital oligopólico o monopólico, resultado que en nada habrán sorprendido a dos viejos marxistas como Baran y Sweezy  (Baran & Sweezy, 1966).

Vaciamiento, y esto es notoriamente significativo, que se produce por el activismo judicial (intelectualmente alimentado por think thanks que “forman” jueces), sin una derogación formal de las leyes antimonopolio (Sherman Act, Clayton Act, The Federal Trade Commission Act[iii]); activismo al que se suma al subfinanciamiento de las agencias federales encargadas de hacer cumplir esa legislación, la emisión de “guidelines” de interpretación, y el refinamiento de las prácticas colusivas “inventadas” por los PEF.

Todo ello conduce de modo ciertamente inexorable a la destrucción de la democracia misma (Wu, 2018).

Si el lector quiere saber más, dos libros recientes ponen negro sobre blanco el potencial destructivo ya probado de los equity funds, (Morgenson & Rosner, 2023) y el escrito por mi amigo Brendan. (Ballou, 2023).

Corre el reloj, es tiempo de acción contra el virus.

[i] En la película de 1990, Pretty Woman, ya aparecen, incidentalmente, algunas de las prácticas propias de este tipo de fondos.

[ii]  https://som.yale.edu/centers/thurman-arnold-project-at-yale/modern-antitrust-enforcement

(Acceso: 2023/05/17). En esta página es posible encontrar información sobre el declinar del antitrust en USA.

[iii] https://www.justice.gov/atr/antitrust-laws-and-you#:~:text=The%20three%20major%20Federal%20antitrust,The%20Federal%20Trade%20Commission%20Act. (Acceso: 2023/05/17)

Referencias citadas

Appelbaum, E. (2014). Private equity at work. Russell Sage Foundation.

Ballou, B. (2023). Plunder Private Equity’s Plan to Pillage America. PublicAffairs.

Baran, P. A., & Sweezy, P. M. (1966). Monopoly Capital. An essay on the american economic and social order. Monthly Review PRess.

Bork, R. H. (1978). The antitrust paradox. Basic Books.

LoPucki, L. (2006). Courting Failure. University of Michigan Press.

Morgenson, G., & Rosner, J. (2023). These Are the Plunderers. Simon & Schuster.

Pradhan, R., Weech-Maldonado, R., Harman, J. S., Al-Amin, M., & Hyer, K. (2014). Private Equity Ownership of Nursing Homes: Implications for Quality. Journal of Health Care Finance.

Rico, M. (2021). Vergüenza. El escándalo de las residencias. Planeta.

Stevenson, D. G., Bramson, J. S., & Grabowski, D. C. (2013). Nursing Home Ownership Trends and Their Impacts on Quality of Care: A Study Using Detailed Ownership Data From Texas. Journal of Aging & Social Policy, 25, 30–47. doi:10.1080/08959420.2012.705702

Wu, T. (2018). The curse of bigness antitrust in the new gilded age. Columbia Global Reports.

 

Staff

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Director: 

Ramón LLorente

Subdirector:

Manuel Nuñez

Jefe de Edición:

David Sentinella

Director Técnico:

Juan Cristóbal Pereda

Edita: El Club de la Bruma. 

Revista de Información General.

Los gatos, esos pequeños dioses

Los vídeos de gatos domésticos son, o están entre, los más populares en las plataformas digitales. Menos populares, aunque es un subgénero en expansión, son los libros en los cuales algunas plumas brillantes nos hablan de su experiencia conviviendo en su hogar con estos pequeños felinos. Hay al menos un libro, mientras no escribamos otro, que todo amante de los gatos podrá disfrutar y, lo que es más interesante, completar mentalmente con sus propias experiencias, al tiempo que lee. Estamos hablando de Lo que aprendemos de los gatos, escrito por Paloma Díaz-Mas.

El origen de la relación de estas pequeñas fieras con los humanos sigue siendo objeto de debate científico. Algunos investigadores sostienen que no es correcto hablar de ellos como animales domésticos, toda vez que no están domesticados. Y si en algo lo estuvieran sería resultado de la auto domesticación más que de la actividad de los humanos.

Por varios miles de años nos han acompañado. Unos como empleados de las granjas, en tanto que guardianes de los granos frente a los roedores; otros como príncipes, merecedores de gran respeto ­­—se atribuye a Mahoma haber declarado que prefería hacerse cortar sus ropas antes que despertar a los gatos que sobre ellas sesteaban—; y más recientemente, como colegas amorosos con los cuales mantenemos constantes conversaciones.

Pese a esta proximidad es bastante sorprendente lo poco que de ellos sabemos. Dejando de lado las investigaciones intrusivas, como las que hicieron posible entender cómo está cableado su sistema visual, es sorprendente lo poco que sabemos sobre por qué hacen lo que hacen, de modo que siempre estamos conjeturando sobre las posibles causas de sus conductas.

Y es que la investigación etológica sobre los gatos es especialmente complicada, toda vez que establecer una conexión causa-efecto parece mediada por una misteriosa vida interior. Una de mis investigaciones favoritas fue la que, en los albores de la psicología experimental, en 1911, llevo a término Edward Thorndike. Este psicólogo, como muchos otros, intentaba demostrar que el amor por la libertad era un valor universal y que todos los animales aplicaban su inteligencia y esfuerzo a alcanzarla. Para probarlo introdujo todos los gatos a su alcance en un laberinto y observó cómo se esforzaban en encontrar la salida. Todos los gatos, salvo dos, Mister 11 y Mister 13, se aplicaron a ello con celo. ¿Qué pasaba con Mister 11 y Mister 13?  Ambos cuestionaban la teoría de Thorndike y este no disponía de una explicación convincente, de modo que en la página 35 de su libro Animal intelligence, insultó a ambos gatos diciendo, de uno, que era extremadamente lento, y del otro, que era un viejo carcamal (pese a que sólo tenía 19 meses). Nunca más volvió a investigar con gatos.

Evidentemente quienes no estamos inclinados a insultar a estos dos difuntos, ni a ningún otro gato, creemos que esos dos animales sabían algo que los demás ignoraban: siempre los sacaban del laberinto, sólo había que sentarse y esperar. Desafortunadamente Thorndike carecía de la paciencia necesaria para probar lo que podríamos llamar la hipótesis Bartleby: solo si no queda más remedio, el tiempo pasa y nada sucede, nos esforzaremos en salir del laberinto.

Mister 11 y Mister 13 nos enseñaron algo que no está en el libro de Díaz-Mas, y que más de 100 años después seguimos sin aprender.

Un día sí y otro también, bajo formas constantemente reinventadas, escuchamos que nuestra posición en el mundo es resultado de nuestro esfuerzo, que vivimos en una sociedad que asegura la igualdad de oportunidades, que vivimos una biografía y no un destino.

Nos dicen que la igualdad de condición no es relevante. Quieren que ignoremos que hacer méritos es costoso, muy costoso, y solamente algunos pueden pagarlo.

Quieren, en suma, que ignoremos que la salida del laberinto es la entrada del laberinto. Mister 11 y Mister 13, los más sabios maestros imaginables, se merecen una estatua de la plaza de Belianes. ¡Queda abierta una colecta de fondos!

La tercera herramienta para tratar la covid-19: los anticuerpos monoclonales

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Fuentes: Csic

Investigadores del CNB-CSIC desarrollan proyectos para obtener estas eficaces moléculas y poder hacer frente a la covid-19 junto a vacunas y antivirales

La lucha frente al SARS-CoV-2, el virus causante de la covid-19, cuenta con una nueva arma: los anticuerpos monoclonales. Estos fármacos biológicos son una opción terapéutica para pacientes con riesgo de sufrir una infección grave por coronavirus. Estos anticuerpos se suman a las vacunas y los fármacos antivirales para formar el trío de principales herramientas terapéuticas para hacer frente a la pandemia. La Agencia Europea del Medicamento ha autorizado el uso de algunos tipos de anticuerpos monoclonales. El Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) desarrolla varios proyectos para obtener estas eficaces moléculas.

La técnica de los anticuerpos monoclonales consiste en generar anticuerpos en ratones u otros animales que han sido expuestos al SARS-CoV-2, o a partes de este, y que les han ayudado a neutralizar el coronavirus. Los anticuerpos se pueden producir luego a gran escala y pueden servir para evitar cuadros muy graves de covid-19 en la población con mayor riesgo. Serían una especie de ayudas externas a las defensas producidas de forma natural por nuestro sistema inmunitario.

Una molécula tan antigua como los vertebrados

Los anticuerpos son un tipo de proteínas que aparecieron en los seres vivos con los primeros vertebrados, hace unos 500 millones de años. Son moléculas esenciales en el sistema inmunitario (también se los conoce como inmunoglobulinas). Su papel consiste en ‘patrullar’ por el interior del organismo y unirse a cualquier estructura que se considere como extraña. Así, lanzarán la voz de alarma para poner en marcha otros mecanismos inmunitarios que destruyan dichos elementos potencialmente peligrosos para el organismo, como virus, bacterias, células tumorales o células infectadas.

En qué consiste el tratamiento con anticuerpos monoclonales

El tratamiento de la covid-19 con anticuerpos monoclonales se basa en la inyección de moléculas de este tipo con capacidad para reconocer de manera específica a la proteína S del SARS-CoV-2 (la ‘llave’ que permite al virus entrar en las células para infectarlas) y unirse a ella con una alta afinidad. Es decir, quedarán bien enganchados.

“Es una forma de intervenir con inmunoterapia pasiva que podría ser útil para el tratamiento de pacientes inmunodeprimidos, con deficiencia del sistema inmunitario. Porque se está activando la respuesta inmunitaria desde fuera al inocular una molécula como si fuera un medicamento”, explica Leonor Kremer, investigadora del CSIC en el CNB-CSIC, con una amplia experiencia en generar estas proteínas.

Los anticuerpos monoclonales actúan a dos niveles. Por un lado, permiten reconocer las partículas virales y a las células infectadas para que sean atacadas por células del sistema inmunitario. Por otro, pueden bloquear físicamente la interacción entre el virus y la célula e impedir la entrada del primero. Además, los anticuerpos monoclonales son capaces de responder directamente contra el virus, marcarlo e informar al sistema inmunitario de su presencia para que células como los macrófagos o las natural killer (un tipo de célula inmunitaria que elimina células infectadas) entren en acción.

“Lo que los convierte en un medicamento idóneo es esa capacidad de estimular una respuesta inmunitaria celular y de generar cambios incluso a nivel inflamatorio de los anticuerpos terapéuticos, junto con su alta especificidad y baja toxicidad”, afirma Kremer.

Pará qué sirve esta terapia

Los anticuerpos monoclonales no sirven para evitar contraer la covid-19. “No son para prevenir. No son anticuerpos que se administran para no resultar infectado. No es como una vacuna”, dice Sonia Zúñiga, también investigadora en el CNB y experta en coronavirus.

Este tratamiento está en cambio pensado para personas que ya se hayan infectado y presenten un alto riesgo de acabar hospitalizadas. Se incluirían aquí pacientes con obesidad, diabetes o personas mayores. Resulta también especialmente útil en personas inmunodeprimidas, según señalaba Kremer, que no tienen la capacidad de generar sus propios anticuerpos para neutralizar el SARS-CoV-2.

“En las personas que van a tener una enfermedad grave, esta progresa muy rápido, así que necesitas algo que de alguna manera les ayude rápidamente”, añade Zúñiga

Así, para que el tratamiento con anticuerpos monoclonales sea útil, debe ser administrado justo al principio de la infección, antes de que se desencadene una respuesta inflamatoria exagerada (la denominada tormenta de citoquinas). Porque se ha comprobado que es esa inflamación descontrolada de la covid-19, y no tanto el virus en sí, lo que provoca los casos graves e incluso mortales.

Cómo se consiguen los anticuerpos monoclonales

Entender el significado de monoclonal ayuda a entender cómo se produce este tratamiento. Los anticuerpos, en la naturaleza, en el cuerpo humano, son policlonales. Eso supone que los han producido diferentes linfocitos B, por lo que han dado lugar a diferentes células descendientes que producen anticuerpos con diferentes afinidades frente a diferentes moléculas.

Monoclonal quiere decir que se ha podido aislar de la naturaleza una de estas células que son los linfocitos B, ponerla en un frasco en el laboratorio para que se multiplique y que, por tanto, todos los anticuerpos que ahí se generen sean idénticos. Después, estos pueden aislarse y emplearse como terapia.

Leonor Kremer dirige uno de los grupos que trabaja en conseguir este tipo de moléculas efectivas frente al SARS-CoV-2. La forma de llevarlo a cabo consistió en inmunizar ratones con la proteína S del virus, que se sabe que es la parte esencial para desencadenar la respuesta inmunitaria, en colaboración con el grupo de Luis Enjuanes, Isabel Sola y Sonia Zúñiga. Kremer también empleó ratones inmunizados con la vacuna en desarrollo por el equipo de Mariano Esteban y Juan García Arriaza para la generación de anticuerpos.

Los ratones generaron un montón de anticuerpos policlonales diferentes, de los cuales había que elegir los más protectores.  “Lo primero que hicimos fue estudiar qué ratones tenían mejor respuesta frente a la proteína S”, dice Kremer. A esos ratones se les extraerían luego las células B para cultivarlas en el laboratorio y poder analizar los anticuerpos que cada una de ellas producía.

Con las células seleccionadas se han ido realizando diferentes pruebas in vitro hasta poder elegir aquellas que producían los mejores anticuerpos. Y estos son los que además de reconocer a la proteína S, son capaces de inhibir la interacción entre esta y el receptor ACE2 de las células para que el virus no pueda penetrar. Este receptor es la ‘cerradura’ que acciona el virus SARS-CoV-2 para invadir nuestras células. Se están realizando pruebas en modelos animales con los anticuerpos finalistas. Los resultados preliminares resultan prometedores.

Otros anticuerpos en el CNB

El grupo de Enjuanes y Sola, conocido por su amplia experiencia en la investigación sobre coronavirus y en su trabajo actual en una vacuna esterilizante contra la covid-19, forma también parte del proyecto europeo Manco (Monoclonal Antibodies for Novel Coronavirus), para desarrollar este preciado tratamiento.

El proyecto surgió en parte gracias a la colaboración previa del grupo con otro laboratorio de Países Bajos en la investigación sobre el MERS-CoV. En ese caso, y en el de ahora, el equipo del investigador Berend Bosch de la Universidad de Utrecht (Países Bajos) se encargó de diseñar los anticuerpos, mientras que el grupo del CNB los está probando y analizando en modelos de ratones. Otros grupos de Países Bajos y Alemania llevan a su vez ensayos en otros modelos animales (hámsters y primates no humanos).

“Ya se había hecho antes un trabajo muy parecido y, por tanto, la viabilidad de ese proyecto nuevo estaba asegurada”, afirma Isabel Sola.

Otro proyecto es el de Luis Ángel Fernández, del CNB-CSIC. En este caso, los anticuerpos se están fabricando en camellos y se trata de nanoanticuerpos. Los camélidos, que además de camellos incluyen dromedarios, llamas o alpacas, producen anticuerpos con una única cadena de proteínas en la zona que se une a la proteína S, frente a las dos que producen los seres humanos (o los ratones).

De esta forma, según explica Fernández, “la zona de reconocimiento del antígeno [la proteína S] en estos anticuerpos es de menor tamaño, lo que les permite alcanzar regiones inaccesibles de otro modo en la superficie de virus y bacterias”.

Anticuerpo o antiviral

Anticuerpos monoclonales y compuestos antivirales contra el SARS-CoV-2 podrían confundirse. Ambos tratamientos resultan útiles al principio de la infección para frenar la famosa tormenta de citoquinas. Sin embargo, los antivirales lo hacen actuando contra el virus mediante otros mecanismos.

“Actúan a otro nivel totalmente diferente. Creo que son aproximaciones complementarias y que deben ser utilizadas según sea lo más conveniente para el paciente en un momento dado”, afirma Leonor Kremer.

Una característica distintiva de los anticuerpos monoclonales es que también pueden emplearse como medida preventiva en individuos altamente expuestos al virus, dado que permanecen varias semanas en el organismo.

La ventaja de los antivirales, en cambio, es que pueden ser administrados de manera oral, por lo que podría hacerlo la persona en su casa, previa prescripción médica, y son mucho más baratos de producir que los anticuerpos monoclonales.

Al ser proteínas muy grandes, la síntesis de los anticuerpos monoclonales no resulta nada fácil y se requiere de células que lo hagan. Pero no vale cualquier tipo. Deben ser células de mamíferos muy exigentes en cuanto a crecimiento y mantenimiento. Aun así, en el caso de infecciones, los anticuerpos monoclonales se administrarían una o pocas veces, lo que rebajaría el coste por paciente. En conclusión, los anticuerpos monoclonales son una nueva herramienta prometedora para hacer frente a la covid-19 y a otras enfermedades

Investigadores de la UAM descubren un biopolímero muy eficaz ‘in vitro’ frente a cinco virus diferentes

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Fuentes: Universidad Autónoma de Madrid

El compuesto, que impide el acceso de los virus a las células, puede abrir vías para encontrar un antiviral frente a coronavirus.

En un momento en el que científicos de todo el mundo buscan una solución médica a la pandemia del coronavirus, un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) está en vías de patentar, número de solicitud: EP20382238.2, un polímero natural que impide de manera muy eficaz la entrada de los virus en las células y que tiene capacidad antiviral demostrada  in vitro.

“Este hallazgo abre una interesante posibilidad, que habrá que verificar en futuros experimentos en animales y finalmente en humanos, de encontrar un antiviral eficaz contra múltiples virus, y especialmente frente a coronavirus”, explica Concepción Abrusci, doctora del Grupo de Microbiología Aplicada y Biopolímeros del Departamento de Biología Molecular de la UAM e investigadora principal del proyecto.

El biopolímero se ha purificado a partir de bacterias cultivadas en unas condiciones determinadas que son las que hacen que el compuesto tenga esta capacidad antiviral. Inicialmente ha sido desarrollado como antiviral contra virus con envuelta, como el de la estomatitis vesicular o el de varios herpesvirus y se ha comprobado  que funciona frente a cinco virus diferentes, inhibiendo completamente las infecciones in vitro.

Una vez demostrada esta capacidad in vitro, se tendrá que verificar su eficacia in vivo con más experimentos. Por lo pronto, los ensayos preliminares realizados en ratones en el Animalario del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO), centro mixto UAM-CSIC, no  han mostrado toxicidad in vivo del compuesto en estos animales.

Además de la doctora Abrusci, participan en esta investigación la doctora Raquel Bello-Morales, el doctor José Antonio López Guerrero, ambos virólogos del Grupo de Neurovirología de la UAM; la doctora Nuria Gironés, del Grupo de Respuesta Inmunoreguladora e Infección, y el estudiante predoctoral Enrique Sánchez-León, todos ellos investigadores del departamento de Biología Molecular.

Científicos de la Universidad de Granada diseñan y patentan una terapia génica con alto potencial antitumoral

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Fuente: Universidad de Granada

La investigación ha demostrado por primera vez la capacidad de la toxina bacteriana LdrB para matar células tumorales de diferente origen (cáncer colorrectal, de cérvix y de mama), tanto in vitro como in vivo.

Los resultados han sido patentados y publicados en la revista científica Cancers

Un equipo de la Universidad de Granada (UGR) ha desarrollado un sistema de terapia génica para el cáncer capaz de detener la proliferación de células de diferentes tipos de tumores, tales como colorrectal, cérvix y mama, tanto in vitro como in vivo, y deteniendo de esta forma el crecimiento del cáncer. El sistema, basado en la toxina LdrB, ha sido patentado y descrito en la revista científica Cancers.

Este estudio, que ha contado con la financiación desinteresada de la Fundación Mutua Madrileña, ha sido realizado por un equipo de científicos liderado por la Dra. Houria Boulaiz Tassi, del grupo de investigación ‘Terapias avanzadas: Diferenciación, Regeneración y Cáncer’ de la Universidad de Granada, y pertenecientes al Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA) y a la Unidad de Excelencia “Modeling Nature: from nano to macro” de la UGR, y ha contado también con el apoyo económico de la Junta de Andalucía y la Cátedra Dres. Galera y Requena de investigación en células madre cancerígenas.

La terapia génica suicida consiste en introducir a nivel celular un gen que no es propio del organismo o que es defectuoso en él. Una vez dentro de las células, el gen actúa logrando el efecto deseado, en el caso de este estudio, inducir la muerte a las células tumorales.

La LdrB es una toxina bacteriana que hasta la fecha no se había estudiado en humanos. El gen que codifica esta toxina es trasladado hasta las células tumorales a través de un vehículo molecular (basado en la tecnología Tet-ON 3G) y se utiliza un antibiótico (la doxiciclina) como elemento de inducción de la expresión del gen. “La doxiciclina nos permite controlar la expresión del gen y poder analizar su efecto”, señala la Dra. Houria Boulaiz Tassi.

Al actuar dentro de las células tumorales, la toxina LdrB detiene el ciclo celular e induce la muerte celular programada con la formación de poros en las células tumorales. Otra de las ventajas del sistema desarrollado es que expresa fluorescencia, lo que permite rastrear las células tumorales en caso de metástasis, lo que le confiere además de una función terapéutica, otra diagnóstica, que lo hace muy prometedor para su posterior aplicación en humanos.

En conjunto, el nuevo sistema patentado por los investigadores granadinos es una prueba de concepto de la potente capacidad antitumoral de la toxina LdrB como sistema de terapia génica contra el cáncer, tanto in vitro como in vivo. Actualmente, los investigadores están trabajando para dirigir específicamente esta nueva herramienta terapéutica hacia células tumorales en general y células madre cancerígenas en particular mediante promotores tejido-específicos para aumentar su eficacia y bioseguridad.

Un gran potencial

La toxina LdrB indujo una pérdida severa de proliferación de tumores de cáncer colorrectal in vivo similar a la producida por los principales fármacos de quimioterapia utilizados como el Fluorouracilo o FOLFOX, pero sin causar ningún efecto secundario, a diferencia del producido por la quimioterapia convencional que ha demostrado tener múltiples efectos secundarios, tales como náuseas, pérdida de pelo e incluso infertilidad.

Actualmente, hay otras toxinas que se están utilizando en ensayos clínicos para diferentes tipos de cáncer, como la toxina botulínica o la difteria A. Frente a ellas, la gran ventaja de la toxina LdrB es su tamaño reducido (solo 35 aminoácidos), lo que permitiría su suministro de forma mucho más fácil que las otras.

Referencia bibliográfica:

Jiménez-Martínez Y, Griñán-Lisón C, Khaldy H, Martín A, Cambrils A, Ibáñez

Grau A, Jiménez G, Marchal JA, Boulaiz H. LdrB Toxin with In Vitro and In Vivo Antitumor Activity as a Potential Tool for Cancer Gene Therapy. Cancers (Basel). 2019 Jul 20;11(7). pii: E1016. doi: 0.3390/cancers11071016. PubMed PMID:31330822; PubMed Central PMCID: PMC6678987.

Figuras:

Fig. 1. La expresión de la toxina LdrB en células tumorales reduce el tamaño del tumor in vivo. (A) Tasas de crecimiento de xenoinjertos de tumor de cáncer de colon en ratones SCID. (B) Imágenes in vivo de ratones con tumor (a) y (b) controles y (c) tumores tratados con doxiciclina. (C) Imágenes representativas de la señal fluorescente de (a) y (b) controles y (c) tumores tratados. (e) Imágenes de órganos de ratones tratados con el gen ldrB (HCT-ldrB-Dox) sin metástasis.
Fig. 2. Imágenes de microscopía electrónica de barrido de células de cáncer de cólon sin (A) y con la expresión de la toxina. Las células de control (A) son redondeadas y se adhieren a la superficie de cultivo con múltiples filipodios. Las células que expresan la toxina muestran signos de muerte celular programada con alteración de la membrana citoplasmática, muchos cuerpos apoptóticos y la presencia de poros en la superficie de su membrana (B). Las flechas azules señalan los cuerpos apoptóticos y las flechas rojas los poros.
De izquierda a derecha: Gema Jiménez, Cármen Griñán, Juan Antonio Marchal, Houria Boulaiz, Yaiza Jiménez, Houda Khaldy.

Jonas Salk: el autor de la vacuna contra la polio que no quiso patentarla

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“NO SE PUEDE PATENTAR EL SOL, ESTA ES UNA VACUNA PARA LA GENTE”.

Jonas Salk (1914-1955), autor de la vacuna contra la polio.

Nacido en New York y proveniente de familias inmigrantes ruso-judías de origen humilde. Destacó por su destreza académica en la Universidad de New York y decidió dedicarse a las investigaciones médicas en lugar de convertirse en médico.

Hasta que Salk en 1955, presentó la vacuna, la poliomielitis se consideró el mayor problema de salud pública en los EE UU. De los casi 58.000 casos reportados ese año, 3.145 fallecieron y 21. 269 quedaron afectados por la parálisis siendo niños la mayor parte de las víctimas. El Hermano presidente Franklin D. Roosevelt fue la víctima más reconocida de esta enfermedad y llegó a formar una fundación para conseguir la vacuna.

En 1947 el Dr. Salk aceptó un nombramiento en la Escuela de medicina de la Universidad de Pittsburg.

Al año siguiente emprendió un proyecto creado por la Fundación Nacional para la Parálisis Infantil para determinar el número de tipos diferentes de virus de la Poliomielitis. Durante los siguientes siete años dedicó sus esfuerzos en desarrollar una vacuna contra la polio. El comité seleccionado para probar la vacuna de Salk fue el más elaborado de su tipo en la historia ya que contaba con veinte mil médicos y agentes de la salud pública, sesenta y cuatro mil académicos y veinte mil voluntarios. Nadie cobro nada por su trabajo y las vacunas fueron pagadas exclusivamente con el dinero del Doctor Jonas Salk.
El 12 de abril de 1955, cuando se hizo público el éxito de la vacuna, Salk fue aclamado como un “trabajador milagroso” y el día se convirtió casi en una fiesta nacional. Había llevado a cabo su tarea únicamente para desarrollar una vacuna segura

Y efectiva lo más rápido posible, sin interesarse en su beneficio personal. Cuando le preguntaron en una entrevista televisiva quién poseía la patente de la vacuna nuestro Hermano Salk respondió: “No hay patente. ¿Se puede patentar el Sol? El Sol es para la gente, esta vacuna es para la gente”.