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Sobre documentales y cortos de Boris Kozlov

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En tiempos de superabundancia de imágenes e historias insustanciales es difícil encontrar algo que capture la atención, especialmente cuando uno ha visto miles de horas de metraje. Ciertamente navegar en youtube es lo más parecido a caminar por una montaña de basura con el riesgo de muerte súbita por asfixia consecuente a un derrumbamiento.

Hay un joven realizador, Boris Kozlov, al cual he llegado por casualidad cuando reunía material sobre la primera guerra en Europa Occidental después de la II guerra mundial (no, no es la guerra en Ucrania, fue la guerra en Yugoeslavia) para “Como construir un imperio”, estudio en el que vengo trabajando hace años. Y es que Kozlov ha realizado un magnífico y breve documental sobre esa guerra imperial. Cierto es que para entender esta guerra es necesario tener en cuenta, aparte de lo que se dice en el documental, que es esencialmente correcto, la motivación financiera -no solo geopolítica- y el lugar de los agentes locales de la guerra hibrida, los “estudiantes” de la organización Otpor!, “estudiantes” entrenados con la correspondiente subvención imperial en las tácticas de la “resistencia no violenta” que, en la estela del poco conocido pero muy activo, operativo Gene Sharp, dan cuenta de la “Bulldozer Revolution”.

La motivación financiera da cuenta de quien manda sobre el sheriff y lo poco heroico de este (a diferencia de lo que nos contaba Hollywood en las viejas películas del oeste) y explica por qué caían bombas desde el cielo en las hermosas tierras de Yugoeslavia, para gran alborozo de “socialdemócratas” como el asertivo predicador Solana, gran “campeador de la democracia imperial”, sin necesidad de invocar teoría de la conspiración alguna.

Y es que, en enero de 1991, Milosevic[i] consiguió que se aprobara una ley que ordenaba la emisión del equivalente a $1.8 billones de nueva moneda para pagar pensionistas, agricultores y evitar el cierre de empresas. Esto le liberaba del suicidio político al que pretendían condenarle los banqueros imperiales imponiéndole las conocidas y repetidas políticas de “austeridad”. Y fue esa decisión la que los llevó a ordenar al sheriff que se liara a bombazos desde el aire[ii] (Parenti, 2002). El mecanismo de influencia de los financieros imperiales sobre el sheriff está muy bien engrasado; uno de sus pilares -ni mucho menos el único- es el The Council on Foreign Relations (Shoup, 2019). Las consecuencias para los diferentes microestados en los que se dividió la antigua Yugoeslavia llegan hasta hoy y han sido particularmente deletéreas para Serbia[iii].

Un buen recurso para entrar en esta estrategia de desestabilización, que sigue operativa a día de hoy (Korybko, 2015) (Korybko, 2017), inspirando lo que se ha llamado (impropiamente) segunda guerra fría (Moniz_Bandeira, 2017), operativamente enriquecida con nuevas herramientas, particularmente las redes sociales, son dos artículos de Marcie Smith. En el primero de ellos https://nonsite.org/change-agent-gene-sharps-neoliberal-nonviolence-part-one/#foot_src_175-11830  detalla la relación entre Sharp y los cambios de régimen que no han venido siguiendo las instrucciones del imperio (y el silencio sobre los que si se han plegado). En el segundo https://nonsite.org/change-agent-gene-sharps-neoliberal-nonviolence-part-two/  detalla cómo esos enfoques han contaminado, hasta volverlos irrelevantes, castrándolos de cualquier potencia de cambio, a los “movimientos sociales” en USA y el resto del imperio.

Volviendo a Kozlov, que es el motivo principal de este texto, además del documental al que hemos hecho referencia, visible aquí https://www.youtube.com/watch?v=9cK_YgZHZf8&t=0s, altamente recomendable, en su canal en youtube https://www.youtube.com/@bkv9999 , Kozlov ha colgado dos minifilms -algo más que un corto y algo menos que una película- de una magnifica factura: el más reciente The ring 2.0. A new solution, otro, unos meses más antiguo, El método Pigs y el último, que ya tiene varios años The Postmodern Pioneer Plaque.

He disfrutado de la experiencia visual -y eso es realmente difícil- y me ha entretenido la experiencia intelectual. En The Ring 2.0 https://www.youtube.com/watch?v=yLp2IrKA_04  hace un paralelo entre el móvil y el anillo. En El método Pigs https://www.youtube.com/watch?v=PoZemW-FOVM muestra como la apariencia de la nueva “emprenduría” (si quieres, puedes, chaval) que oculta la realidad de los estragos de la desigualdad. Y en Postmodern Pionner Plaque https://www.youtube.com/watch?v=8gfDffpkQI0 muestra el absurdo de la multiplicación identitaria. Esta multiplicación, que a algunos les parece espontánea expresión de la explosión de libertad -y puede que en parte sea así, aunque no sé en qué parte- es usada, hasta provocar vómito por indigestión, por las miles de ONGs a las que el imperio encarga, US$ (y algún €) mediante, el trabajo sucio a escala planetaria[iv] contra todo aquél estado, e incluso individuo, que no se pliega a sus designios, bajo una capa de modernidad.

Si desde la inmediata postguerra la cruzada anticomunista multiherramienta[v] movilizó a los “intelectuales” y promovió activamente la izquierda no comunista -sindicatos incluidos- en todos los países de los 1000 millones (Europa Occidental, Nueva Zelanda, Australia y Japón) y en los territorios del antiguo imperio británico (India, África) y español (Sudamérica), como ha documentado, con todo lujo de detalles, La Cia y la guerra fría cultural (Saunders, 2013), en esta segunda década del sxxi nada de eso ha desparecido, si bien la panoplia se ha enriquecido enormemente. Particularmente notorio, entre otras varias innovaciones -i.e. la multiplicación de ONGs, – en ese enriquecimiento, es la “automatización” de la influencia de masas en las diferentes redes sociales, impulsadas en su original desarrollo por “capital riesgo” bajo formatos como In-Q-Tel Investments, nutrido con fondos federales a través de la CIA. O el desarrollo de apps de mensajería como Signal. Suma y sigue. Lo definitivo es que la música de la “libertad” no se detenga y el prometido horizonte de felicidad se aleje al tiempo que parece estar llegando.

Visto en retrospectiva, sin nostalgia alguna, encontrarse con viejos conocidos -i.e. Denis de Rougemont,  Raymond Aron, Isaiah Berlin, Michel Polanyi, André Malraux, Anna Arendt[vi], por citar algunos de los que forman parte de mi biblioteca personal- de los cuales, en el momento que los leí, dado el aislamiento intelectual del país, desconocía su naturaleza de “operativos”[vii], contribuye a un actual escepticismo absoluto sobre todos aquéllos que de un modo “camuflado” sostienen discursos pro imperiales -de los que lo hacen explícitamente, no cabe dudar-.  Puede que no sean activos en nómina, pero lo parecen. Mejor pecar de falsos positivos que dejarse engañar de nuevo[viii]. Esta actitud no nos sitúa en la “filosofía de la sospecha”, esa idiotez que popularizó Ricoeur, ni tampoco nos hace adictos a “teorías de la conspiración”, toda vez que estudie lo que estudie, desde Venezuela hasta Egipto, Georgia o Bangladés[ix], encuentro y reconozco los mismos patrones y narrativas. Todo basado en datos. Y todo espontáneo, como la basura.

La que llamaron en aquel documento “Militant Liberty”[x] (y hoy algunos han reutilizado como “Militant Democracy”) al servicio de la cual pusieron las mejoras técnicas de guerra psicológica que conocían[xi] fue entonces, y es hoy, “Militant Imperialism”, pues nada de lo que el imperio exporta es más peligroso que su versión de democracia, como bien sabe un insider que manipuló la mercancía (Blum, 2022). Este dios de la democracia ha caído, aunque camina por inercia, como para desgracia de los comunes cayeron otros (Koestler & et alt., 1949). Cierto es que algunos continúan adorándolo, particularmente las élites subordinadas que dependen del US$ y €, que les llega como maná caído del cielo, a través de los miles de ONGs. Esos dioses no son los de la estepa, con nos contó Kadaré, son los dioses de la isla. Y probablemente morirán ahogados, cuando sus portaaviones zozobren. Eso sucederá. La fecha no me ha sido comunicada, aunque seguro que está escrita en algún legajo del palacio de los sueños.

El trabajo cinematográfico de Boris Kozlov es testimonio de época, aparte de entretenido y disfrutable. Y por esas dos razones, altamente recomendable.

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Notas

[i] Los únicos “blancos” que han sido llevados ante la llamada “Corte Penal Internacional” que tanto alborozo le generaba a otro ilustre “socialdemócrata”, el vaquero sevillano, Felipe González, son justamente gentes de Yugoeslavia., entre ellos Milosevic, que, a “dios gracias” fue exonerado de toda culpa, después de muerto. Los verdaderos responsables, nunca han sido llevados ante esa gran corte imperial.

[ii] Los daños documentados de la llamada Allied Force Operation, que duró 78 días fueron la destrucción de 25,000 edificios residenciales, 470 km de carreteras, 595 km de vías de tren. Los muertos entre militares y policías fueron de 1,008 y entre civiles entre 1.200 y 1.500 (aparte de los daños posteriores resultado del uso de bombas con uranio “empobrecido”. Un total de 22.000 toneladas de bombas cayeron, de las cuales al menos 37.000 eran de tipo cluster. Datos publicados por Игорь Гойкович en https://interaffairs.ru/news/show/21857 (Acceso: 2024/08/01).

[iii] Esto es particularmente notorio en la adjudicación del estatus de neo colonia, como puede apreciarse, por ejemplo, en la pretendida explotación de las reservas de litio. En agosto de 2024 hubo fuertes manifestaciones contra la explotación de litio en Serbia debido a que, bajo la presión de la UE (https://www.agenzianova.com/en/news/Serbia-EU-begins-agreement-on-lithium-extraction-oppositions-and-environmentalists-protesting/ ) (Acceso: 2024/08/28), se ha reactivado el proyecto minero de Rio Tinto que había sido paralizado en 2022 (bajo la presión igualmente de manifestaciones públicas). En un magnífico artículo de ese año, Le Monde diplomatique, explicaba lo que estaba en juego (https://www.monde-diplomatique.fr/2022/09/DRAGOJLO/65034 ). En ese artículo se señalaba el enfoque neocolonial, con detalles nada conspiranoicos sobre cómo se despliega en la práctica, y cuya cara más notoria es Alemania; en este país existen reservas de litio superiores a las que hay en Serbia (3% del total de las reservas mundiales frente al 1,3%) , pero los verdes locales, hasta el momento, se han opuesto a la extracción, por las mismas razones que se oponen en Serbia: porque contamina. Además, es más que probable que los ingresos que la explotación minera deje en Serbia son inferiores a las que otros usos sostenibles de la tierra puedan aportar (como sucede con todas las explotaciones mineras coloniales).  En un creciente régimen de guerra, está por ver lo que sucederá con el litio: golpe de estado, revolución de colores, …

[iv] Por ejemplo, solo en Georgia, en el Cáucaso, que he visitado recientemente, operan más de 7.000. Una ley recientemente aprobada, que obliga a declarar el origen de los fondos -si superan el 20% de los ingresos- y con sanciones ridículas -menos de € 10.000 si la infringen, ha provocado movimientos hostiles de USA y la UE, que irán a más, toda vez que hacía el final del 2024 habrá elecciones parlamentarias y presidenciales. Es previsible que, si los resultados electorales no gustan al imperio, tirarán de manual y las declararan ilegítimas, con el beneplácito de la OSCE (cuya selección de observadores electorales es fruto de la más absoluta de las corrupciones, como he comprobado y documentado).

[v] Por supuesto no solamente incluía operaciones soft, sino, entonces como ahora, guerras hibridas, golpes de estado, provocación de guerras proxy (vendidas como civiles) y ataques directos.

[vi] Esta última reusó el título, por lo demás nada original, de la condición humana …

[vii] Los “operativos” responsables de la organización fueron en su mayor parte judíos procedentes del este y/o trotskistas. Las tres categorías también están representadas en los autores “premiados”, pero no en igual medida que entre los responsables de la organización.

[viii] Afortunadamente, dada la enorme larga lista de liberalilotas subvencionados, hay otros muchos “operativos” en los cuales no perdí mi tiempo.

[ix] En este último país, la reciente “revolución” (agosto 2024), ha llevado al apóstol de los micro prestamos, Muhammad Yunus, a la presidencia del país.

[x] Disponible en este enlace https://books.google.es/books?id=JQo0AAAAIAAJ&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false

[xi] https://www.cia.gov/readingroom/docs/CIA-RDP80R01731R003200050006-0.pdf

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Referencias

Blum, W. (2022). America’s deadliest export. London: Bloomsbury Academic.

Koestler, A., & et alt. (1949). The God that Failed. Harper and Brothers Publishers.

Korybko, A. (2015). Hybrid Wars: The Indirect Adaptive Approach To Regime Change. MoscowPeoples’ Friendship University of Russia.

Korybko, A. (2017). The Law Of Hybridwar: Eastern hemisphere. Korybko Self Edition.

Moniz_Bandeira, L. A. (2017). The Second Cold War. Cham: Springer.

Parenti, M. (2002). To kill a nation. Verso.

Saunders, F. S. (2013). La CIA y la guerra fría cultural. DEBATE.

Shoup, L. H. (2019). Wall Street’s think tank: the Council on Foreign Relations and the empire of neoliberal geopolitics,1976–2014. New York: Monthly Review Press.

 

 

 

Alemania, tiempo de revisión

Los mitos fundacionales de la UE son varios; entre ellos que su razón de ser era evitar las guerras entre sus belicosos estados, muy particularmente Alemania y Francia. Esta razón tiene poco que ver con la causa originaria de la creación de la comunidad del carbón y el acero, antecedente directo a la UE. Son otras las razones, de las cuales no nos vamos a ocupar ahora (parcialmente nos hemos ocupado aquí https://tiempodetormentas.com/opinion/analisis/a-donde-vas-europa/

Ciertamente estos dos estados, Francia y Alemania, cuyos territorios han estado subsumidos durante largos períodos en las mismas unidades políticas, i.e. el imperio carolingio, son belicosos. Alemania, a la que se otorgó un papel relativamente secundario en el reparto colonial (Hoyer, Blood and Iron, 2021), ha sido derrotada dos veces durante el siglo xx. Pero aun así, los números 1 y 2 del podio de estados belicosos en los últimos cientos de años, están ocupados por otros: la isla al otro lado del Canal de la Mancha  (Laycock, 2012) y el estado colonial que se ha erigido en su heredero, otra isla al otro lado del Atlántico (Laycock & Kelly, 2015).

Parece que es posible encontrar una cierta regularidad: son los estados marítimos (i.e. Atenas), no los continentales (i.e Sparta), los más belicosos si por estados belicosos se entiende la pasión por invadir y reclamar para si el espacio que ocupan otras gentes. Por tanto, pese a que Alemania ha protagonizado las dos llamadas guerras mundiales del siglo xx, no es por ser el estado más belicoso por lo que se le puede caracterizar.

Hay al menos seis mitos que caracterizan a la moderna Alemania: (i) es un estado independiente, no una colonia, capaz de liderar a la UE; (ii) la República Democrática de Alemania nunca existió; (iii) las dos Alemanias se “reunificaron” en un proceso modélico; (iv) en Alemania tuvo lugar un modélico proceso de “desnazificación”; (v) Alemania ha aprendido la lección histórica del antisemitismo; (vi) la industriosidad alemana, la abeja Maya, explica el éxito exportador de Alemania. Estos mitos son puro “deutungshoheit”, para fabricar un “vergangenheitsbewälti”, tan imaginario como falso.

Mito 1: Alemania es un estado independiente. Falso. Alemania es una colonia. Alemania es un estado intervenido con bases nucleares imperiales en su territorio. La última prueba de la continuación de su derrota histórica es hacer posible la destrucción de su base industrial exportadora, dependiente de energía procedente del este, permitiendo la destrucción de la infraestructura en la que se basaba, los gaseoductos. Además de esto Alemania arrastra problemas históricos en gran medida resultado de las perversiones a donde la ha llevado su particular versión del neoliberalismo, una cada vez más degenerada e inconsistente versión del viejo ordoliberalismo (que con el paso del tiempo perdió el superficial cromado social que se había condensado en esa sucesión accidental de palabras: Soziale Marktwirtschaft), que ha conducido al estúpido topado constitucional de la deuda. Topado que, junto con la independencia del banco central europeo (para subir los tipos de interés) conduce necesariamente a esas peligrosas políticas de austeridad, que ya estuvieron en el trasfondo del ascenso nazi. A estos se suman problemas derivados de los cambios en la división internacional del trabajo, especialmente con el ascenso industrial de China, que ocupa de un modo imparable, cada vez más espacios de lo que una vez fueron los nichos exportadores alemanes. No, Alemania no está en condiciones de liderar la UE. Y sin ese liderazgo es cada vez más improbable que pueda articular un camino “democrático” hacia su reinvención. Y esa solución pasa por superar el corsé del imperialismo, lo que choca radicalmente con los intereses de las actuales élites dependientes.  “Nein” à “Jein”à”Ja”, es como responde una élite dependiente.

Mito 2: La República Democrática de Alemania nunca existió. Falso. La RDA existió y fue un exitoso modelo de implementación de ciertos rasgos de socialismo (Hoyer, 2023), más allá de la caricatura como “Stasi-Land”. El sexo, al menos el de las mujeres, era mejor (Ghodsee, 2018). El pleno empleo era una realidad, al igual que lo fue, desde su desaparición, el desempleo y la desindustrialización: los empleos industriales pasaron de 4 millones a 1,4 millones al final de 1994, con algunas ciudades perdiendo el 90% del empleo industrial, ie. Leipzig perdió 90.000 de sus 100.000 empleos industriales, empleos que nunca se han recuperado.  El intento de eliminación sistemática de la memoria y los relatos del pasado, que llega incluso a la eliminación o ignorancia deliberada de la literatura procedente del este, es un caso, como otros muchos, de “elite capture” (Táíwò, 2022), además de que la historia la escriben los vencedores (¿cómo puede haber vencedores sin guerra, ni civil ni interestatal? ¡Ah, es la lucha de clases, ciudadano!).

Esa discrepancia es la misma que han vivido una gran parte de la población de la misma Rusia: lo que las élites cuentan sobre lo que fue la URSS y lo que experimentaron las gentes del común que vivieron en ella, en nada se parecen (¡gloria Алекса́ндр Иса́евич Солжени́цын!). Esas gentes del común votaron contra su disolución, muy poco antes de ser disuelta por las élites que habían capturado el Estado. Las epígonas de esas élites, cuando se trasladan buscando el calor de las monedas del imperio, llegan incluso a afirmar, que no existió nada parecido a la igualdad en la Rusia soviética (Lankina, 2021), sin perjuicio de que efectivamente los mecanismos de transmisión de la desigualdad son mucho más resilientes de lo que asumen los profetas de la igualdad de oportunidades y la selección de funcionarios por oposición. Las gentes del común son invitadas a ver lo que es una imposición imperial de un fracaso colectivo, como un fracaso individual, moral, de debilidad de carácter (Hilmar, 2023). La llamada ciencia económica, reciclando viejos recursos teológicos, proporciona el argumentario para construir el relato. Un relato donde los mecanismos causales están invertidos y/o tergiversados. Pero para queremos la verdad, si la verdad no nos hace libres (y la mentira tampoco).

La lógica de la “unificación” tiene más que ver con los procesos de colonización que con procesos de integración. Si toda Alemania sufre un proceso de schrumpfung, en los territorios de la RDA esos procesos han sido mucho más notorios, i.e. Leipzig ha perdido la mitad de su población en solo 17 años (Florentin, Fol, & Roth, 2009).  Cuando en la segunda década del sxxi el proceso comienza a revertirse, gracias a inversiones públicas ingentes, viene con todos los problemas asociados a los crecimientos urbanos descontrolados (ausencia de vivienda pagable, tráfico inasumible, …) (Rink, Bontje, Haase, Kabisch, & Wolff, 2022). La desaparición absoluta de la RDA fue un proceso deliberado (Offenstadt, 2018), conducido por unas élites tributarias imperiales, que ni siquiera contó con el “freno nacionalista” de otros territorios del este de Europa, y desplazó 1,8 millones de habitantes de la RDA al oeste entre 1991 à 2011.  Como reza el dicho siciliano ¿”Cu nesci arrinesci”? Salir, irse, es triunfar. Lo dudo.

Mito 3: La actual Alemania es el resultado de un modélico proceso de integración. Falso. La llamada integración se realizó con criterios económicos puramente especulativos e ideológicos. Estos últimos dictaban borrar todo, símbolos incluidos, que recordaran el “socialismo real”, aunque tras su destrucción solo quede un desierto urbano y civil. Contra funcionarios de la RDA se abrieron 110.000 procesos penales y se dictaron 1.500 condenas, muy por encima de lo que sucedió en la llamada “desnazificación” (Moralis, 2008). La mayor parte de las acusaciones o eran ridículas (Honecker fue acusado de corrupción y de traición) o no tenían otra base que una atribución de agresividad a la Stasi (cuya violencia, ni vista con telescopio, se acerca a la Gestapo). Y los criterios económicos fueron puramente especulativos sobre el territorio y de eliminación de competencia en favor de las empresas occidentales. Un caso paradigmático del que tuve noticia cuando hacía consultoría sobre luminarias, es la bombilla que duraba 25 años, de la cual no se ha vuelto a saber, toda vez que “con una tecnología así, te arruinas”. Mientras que otros países del “este” han tardado 28 años en recuperar el PIB anterior a la desaparición de la URSS, la RDA nunca lo ha recuperado, ni se espera que lo haga. Pero lo reprimido vuelve. Si en Hungría o en Polonia aparecieron eso que los “liberalilotas” llaman “regímenes iliberales”, en los antiguos territorios de la RDA crece el AFD (cuyos fundadores, sin embargo, proceden del Oeste) y un enigma llamado BSW. Si ambos se repartirán el electorado que ha superado los límites de tolerancia con el sistema o lo expandirán hacia mayorías, está por ver.

Mito 4: Alemania fue desnazificada. Falso. Los procesos de Nuremberg fueron altamente rituales. Unos cuantos prescindibles fueron ejecutados. Los imprescindibles, seleccionados no necesariamente sobre competencias técnicas necesarias para mantener el estado en funcionamiento, sino como armas en la batalla contra el comunismo (i.e. el general Reinhard Gehlen al frente del espionaje militar especializado en la URSS, Wehrmacht Fremde Heere Ost) fueron perfectamente reciclados. Y sobre ellos se apalancó para montar operaciones de información y desestabilización en el este (i.e. Aerodynamic -el nombre más utilizado-, y más tarde a Qrdynamic, Pddynamic y Qrplumb) y se coordinaron activos como el Ejército Insurgente Ucraniano -UPA- que supuestamente en 1946 atacó la infraestructura electica de Lviv, ataque que a día de hoy se desconoce si fue real o puramente inventada (la única fuente disponible son documentos desclasificados de la CIA). Posteriormente se apalancó sobre estos activos para crear medios de propaganda como la editorial Prolog (formalmente una editorial “independiente” localizada en Munich, al frente de la cual estaba Mikola Lebed, un genocida ucraniano reciclado como respetable ciudadano norteamericano), y por supuesto Voice of América y Radio Liberty.

Mito 5: Alemania ha superado el antisemitismo. Falso. Desde el final mismo de la segunda guerra mundial, Alemania ha dado soporte al estado sionista de Israel en su continuado genocidio del pueblo palestino. La colaboración genocida ha estado incluso soportada por antiguos altos oficiales al servicio del nazismo que colaboraron, indistintamente en el genocidio del pueblo judío. Superar el anti semitismo habría pasado por haber creado un estado judío independiente en territorios ocupados por los alemanes. Y por entender la lección universal: no hay genocidio justificable, tampoco cuando lo practica una etnia que fue víctima del más grande.

Mito 6. La industriosidad alemana, herencia calvinista protestante, explica el éxito económico y exportador de Alemania. Falso. Hay otras muchas razones tanto o más poderosas. Entre ellas: (a) la ingente afluencia de US$ en el esquema conocido como “Plan Marshall; (b) la ventaja de la centralidad geográfica, una vez que el Este conoció el más grande proceso industrializador de la historia (hasta la llegada del milagro chino) con la URSS. La desaparición del Este[1] (Mikanowski, 2023) que algunos celebraron y celebran, (si no tienes un trozo de muro de Berlín en tu salón es que no estabas en el momento adecuado en el lugar adecuado, cuando llegó el fin de la historia) supuso un primer golpe que requirió brutales políticas de estabilización bajo los gobiernos de Schroeder; (c) la energía barata procedente del este, imprescindible para sostener una de las claves exportadoras: la industria química. Y esa base quebró, al seguir ciegamente los dictum imperiales, llegando incluso a esconderse tras las charadas de las autorías fantasiosas de la destrucción de los Nord Stream[2]; (d) la llegada de ingente mano de obra cualificada de las destruidas economías del este, consecuentes a la autodisolución de la URSS.

¿A dónde nos lleva todo esto? Dos conclusiones: (i) Hay un desajuste absoluto entre las aspiraciones de las élites alemanas a liderar la UE y sus capacidades reales para hacerlo (Schoeller, 2023), en tanto que estado tributario del imperio y uno de los más militarizados después de Corea del Sur y Filipinas (Cernadas, Erskog, Moreno, & Veneziale, 2024). Ese desajuste solo puede crecer en los próximos años y va a conducir a la UE a una crisis de proporciones impredecibles. El “micronismo” francés no está en condiciones de compensar y aún menos lo que vendrá después. Ni tampoco las oscilaciones entre tecnocracia y extrema derecha en Italia. (ii) Lo reprimido no resuelto, vuelve de modo crecientemente virulento. De nada sirve buscar explicaciones en la “psicología de las masas”[3], puesta de moda a finales del xix y la primera mitad del xx. Necesitamos menos psicologismo, menos “moral grandstanding” y más economía política. Y sobre todo, organización. No vendrán tiempos futuros que nos harán mejores. El futuro es el pasado, con nuevos ropajes. No hay “principio esperanza”. Solo un futuro previsible de violencia, bajo múltiples formas, no solo cinética.

Las elecciones regionales están próximas. Veremos.

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Notas

[1] También fineses y estonios, letonios y lituanos celebraron el fin de la URSS, de la que vivían cómodamente. Ahora provocan para la disolución de Rusia, de la vivían cómodamente antes de la URSS. Sus élites son probablemente las más incompetentes en esta tercera década del sxxi.

[2] Por más que los beneficiarios son, por este orden, USA, lo que resta de Ucrania y Polonia.

[3] No hay nada original, nada, en la Rebelión de las masas de Ortega y Gasset. Copia y recopia. Recuérdese que los maledicentes contemporáneos no señalaban su brillantez intelectual, sino sexual, como “sodomizador de marquesas”.

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Referencias citadas

Cernadas, G., Erskog, M. N., Moreno, T., & Veneziale, D. (2024). Hyper-imperialism. A dangerous decadent new stage. Tricontinental Insititute for Social Research.

Florentin, D., Fol, S., & Roth, H. (2009). La “Stadtschrumpfung” ou “rétrécissement urbain” en Allemagne : un champ de recherche émergent. Cybergeo. doi:10.4000/cybergeo.22123

Ghodsee, K. R. (2018). Why Women Have Better Sex under Socialism And Other Arguments for Economic Independence. PublicAffairs.

Hilmar, T. (2023). Deserved Economic Memories after the Fall of the Iron Curtain. Columbia University Press.

Hoyer, K. (2021). Blood and Iron. Cheltenham: The History Press.

Hoyer, K. (2023). Beyond the wall (First US edition ed.). New York: Basic Books.

Lankina, T. V. (2021). Estate Origins of Democracy in Russia. University of Cambridge ESOL Examinations.

Laycock, S. (2012). All the Countries We’ve Ever Invaded. New York: The History Press.

Laycock, S., & Kelly, C. (2015). All the Countries the Americans Have Ever Invaded. Amberley Publishing.

Mikanowski, J. (2023). Goodbye Eastern Europe. London: Oneworld.

Moralis, G. (2008). Une épuration allemande. Le RDA en process 1949-2004. Librairie Arthème Fayard.

Offenstadt, N. (2018). Le pays disparu. Sur les traces de la RDA. Éditions Stock.

Rink, D., Bontje, M., Haase, A., Kabisch, S., & Wolff, M. (2022). Chapter 9: Challenges and problems of re-growth. The case of Leipzig (Eastern Germany) en Growth and change in post-socialist cities of Central Europe. (W. Cudny, & J. Kunc, Edits.) Milton Park, Abingdon, Oxon: Routledge,.

Schoeller, M. G. (2023). Leadership aspirations versus reality: Germany’s self-concept in Europe. International Affairs, 99, 1615–1634. doi:10.1093/ia/iiad121

Táíwò, O. O. (2022). Elite Capture How the Powerful Took over Identity Politics. Haymarket Books.

 

La mujer en la masonería española. En busca de la Igualdad.

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El 22 de abril de 2024 a las 20:00 en el Ateneo de Madrid presentaré mi último libro titulado “La mujer en la masonería española. En busca de la igualdad”. Estaré acompañado por las insignes masonas Trinidad Ribera, Mar Campillo, María Ángeles Siemens y Maura Ocaña. Se hablará de la masonería femenina desde diferentes aspectos.

Como es sabido, la masonería se puede definir como el conjunto de organizaciones de carácter iniciático. Está compuesta por logias que quieren ser escuelas de formación de ciudadanía y microcosmos relacionados entre sí, donde se teoriza sobre los cambios sociales, educativos, culturales, espirituales que son necesario y donde cada individuo se construye a sí mismo.

Las Constituciones de Anderson (1723) base de la masonería, niega a las mujeres la admisión en la Orden. En este sentido, hay que recordar que no existió una versión en castellano de ellas en el siglo diecinueve y que, por tanto, la mayoría de sus miembros no supieron de dicha prohibición.

¿Por qué las mujeres no eran admitidas en Masonería?

No eran consideradas seres libres. Durante siglos las mujeres han estado relegadas a la esfera de lo privado y silenciada en un mundo dominado por una estructura patriarcal que suponía una gran traba para su desarrollo intelectual. Obstáculo que también se vive en el mundo masónico puesto que, sus reglamentos no permitían su presencia.

¿Cuándo aparece la masonería femenina?

Casi desde el principio, en Francia, los miembros de la Masonería consideran que tienen la obligación de emanciparlas del “yugo abominable del fanatismo, elevar su inteligencia y despertar su razón para que adquiera el conocimiento de la verdad”.

Recuérdese que la Francia del siglo dieciocho es una sociedad diferente a la de Inglaterra y a la de España. Mujeres y hombres se encuentran en diferentes lugares de cultura y política como las academias libertarias y científicas o los salones y sociedades. En este contexto, la francmasonería resulta atractiva a las féminas que no aceptan de buen grado verse alejadas y, por ello, fundan sus propias sociedades, dándose un ritual y un secreto propio.

Aparecen varias sociedades que admiten a mujeres que tratan de imitar a la masonería. Ante esta situación, el Gran Oriente de Francia establece en 1774 el rito de Adopción que somete a su jurisdicción.

¿Cuándo nace la masonería mixta?

Por otra parte, la Ligue pour Le Droit des Femmes, fundada por León Richer y Marie Deraismes en 1882 en Francia, se convierte en referente de un feminismo posibilista. Esta liga defiende el ejercicio de los derechos civiles de las mujeres, los derechos igualitarios dentro del matrimonio, abolición de la prostitución, el derecho a la educación y la igualdad de retribución en el trabajo.

El 4 de abril de 1893 se establece la Gran Logia Mixta Escocesa el Derecho Humano (primera obediencia que declara a la mujer igual al hombre) que pasaría a denominarse Derecho Humano (DH). Considera que no es razonable trabajar en beneficio de la humanidad sin la integración de masonas y masones en igualdad.

La mujer en la masonería en España.

Habrá que aguardar al Sexenio Revolucionario, para encontrar por primera vez y de forma individual, a mujeres en las logias españolas.

Desde el punto de vista jurídico, la mujer de finales del siglo diecinueve se mantiene sometida a la tutela masculina y el Código Civil de 1889 no le concede derechos. Es por ello, que la entrada de la mujer en masonería es minoritaria.

Se puede decir que la mujer que se atreve a romper los esquemas preconcebidos en una sociedad patriarcal quiere trabajar dentro de la Orden, lo mismo que lo hace en otros entornos de libertad en un intento de romper estereotipos, siendo modelo de cambio.

La masonería española desde su reaparición en 1869 admitió a mujeres en muchas logias masculinas. Dándoles los mismos títulos y ritos que a los varones. Lo que podría dar a entender que muchas logias pasan de hecho a ser mixtas.

De lo que no cabe ninguna duda, es que el rito, las cámaras y logias de Adopción surgen para evitar que las mujeres se inicien en logias masculinas y así, evitar la irregularidad de estas.

A partir de 1890, aparecen los primeros reglamentos sobre el rito de Adopción, siendo regulados por primera vez en 1892.

En 1921 el Gran Oriente Español y la Gran Logia Española tienen que abandonar la iniciación de la mujer como condición para ser admitida en la Asociación Masónica Internacional (AMI). Teniéndose que esperar a 1932 para volver a encontrar a las mujeres en logias de estas obediencias. Aunque si las encontraremos en logias del Derecho Humano.

En 1931, los Estatutos del GOE, aunque sin admitir la igualdad de hombres y mujeres en masonería, inicia una apertura, probablemente influenciada por las concesiones que la Segunda República estaba realizando en defensa de los derechos de la mujer.

Tras la guerra de España y la instauración del franquismo, todas las libertades fueron cercenadas y la oscuridad se ciñó sobre toda la masonería, incluida la femenina. La mujer que tímidamente había logrado, aunque con dificultad, ocupar una posición pública volvió a ser relegada al mundo doméstico.

Tras la muerte de Franco, el ministerio del Interior en 1976 deniega el permiso de inscripción del Gran Oriente Español (GOE) en el registro de Asociaciones. Finalmente, el 29 de junio de 1979, fue legalizada de facto con su inscripción en el registro nacional de Asociaciones.

La mujer actual forma parte de la masonería liberal o adogmática, estando integrada en logias exclusivamente femeninas o en logias donde hay mujeres y hombres, denominadas mixtas. Ella y solamente ella decide en que espacio quiere estar.

El 9 de mayo de 2009, algunas obediencias que trabajan en España crean el Espacio Masónico de España (EMdE) o Espacio Masónico Español (EME). Asociación que tiene la finalidad de fortalecer las relaciones entre los cuerpos masónicos firmantes. Lo firman el Gran Oriente de Francia (GOdF), la Gran Logia Simbólica Española (GLSE) y la Gran Logia Femenina de España (GLFE). Tiempo después, se adhiere el Derecho Humano (DH). Además, existen otras obediencias donde está presente la mujer en España. Es el caso del Gran Oriente Femenino de España, Gran Oriente Ibérico, Gran Logia Regular de España de Menfis-Mizraim, Gran Logia de España del Rito Español – Menfis&Mizraim o el Gran Oriente Latinoamericano.

Tampoco se puede desdeñar, la importancia de mujeres concretas que han sido y son fundamentales en el mundo profano y masónico y referentes para otras mujeres y otros hombres que creen en la igualdad. Entre ellas están Ángeles López de Ayala, Clotilde Cerdá, Rosario de Acuña, Consuelo Álvarez Pool, Consuelo Berges, Carmen de Burgos, Hildegart Rodriguez, Clara Campoamor, Trinidad Ribera, Chantal Foucher, Ángels Prats, Isabel Berenguer, Teresa Alabèrnia, Ángeles Siemens, Rosana Arques, Maura Ocaña, Astrid Weitz, Ana Barrio, Mar Campillo, Maite Fernández y María D. Roselló.

En definitiva, si para la masonería masculina fue complicada su reconstrucción, en el caso de la mujer fue aún más difícil. Incluso hoy en día tienen dificultad para su trabajo en igualdad.

Una República de todas y todos, para todos y todas

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En el Ateneo de Madrid, el 12 de abril, efeméride de las elecciones municipales que llevaron a la II República, una vez más, la Agrupación Juan Negrín celebró un acto. En él, participó un grupo de miembros de la propia Agrupación y de “Convergencia para la Estabilidad Democrática del Ateneo”. En la mesa se encontraban: Miguel Pastrana, Teresa Meneses, Rafael Egido, Pedro García Bilbao, María de la Paz González López  que estuvieron brillantes; y el que suscribe.

Mi pequeña aportación fue la siguiente:

Resulta chocante que en pleno siglo XXI, la Jefatura del Estado de un país pueda permanecer en manos de una determinada familia y que dicha familia pueda transmitir ese cargo a uno de sus miembros, por el único mérito de haber nacido en su seno.

Más extraño es que personas inteligentes, cultas, demócratas y de diferentes opciones políticas defiendan esta forma de gobierno. Pero puede que no lo sea tanto, si recordamos que el sentimiento nacional en España se ha logrado a partir de los elementos aglutinantes: Monarquía e Iglesia.

Conjunción que ha establecido que los patriotas, los verdaderos españoles, son los que defienden el continuismo de esta unión. Así, los republicanos, los comunistas, los socialistas, los librepensadores, los no católicos e incluso los verdaderos liberales, se convierten en los antiespañoles, en los otros, en los no hermanos. Elementos contra los que hay que defenderse, pues atacan el pensamiento único que viene representado por el vínculo Corona-Iglesia y el mundo más conservador que lo sustenta.

Mantener la monarquía y los acuerdos con la Iglesia Católica fue el precio que tuvieron que pagar los republicanos y las republicanas que habían luchado contra el franquismo para salir de este y transitar de forma pacífica hacia la democracia representativa que se pretendía construir. No cabe olvidar que la verdadera oposición franquista era republicana y laica.

Los que creemos que la III República Española es posible también sabemos que el cambio llegará tarde o temprano, pues la Monarquía es un régimen anacrónico y sobre todo porque se lo debemos a todas y todos aquellos que lucharon por ella, aparentemente perdieron y que tuvieron que renunciar a su sueño.

Pero las republicanas y los republicanos no debemos trabajar solo para cambiar un rey o reina por un presidente o presidenta de la República. Por mucho que esto nos llenaría de gozo. Pues de otro modo, seguiríamos perpetuando los poderes que mantuvieron el franquismo y sustenta nuestra democracia actual.

El republicanismo debe significar un cambio de paradigma y de forma de pensar y proceder. Debe establecer una democracia plena donde prime los principios de Libertad, Igualdad, Fraternidad y laicidad. Tiene que tener como meta superar el neocapitalismo y el neoliberalismo y construir una República de todos y todas, para todas y todos. Pero además, está edificación se tiene que sustentar sobre un movimiento voluntario, una opción de vida que obedece a una decisión personal, emancipadora y revolucionaria.

La República es una revolución interior y exterior. Cada uno de nosotros y nosotras tenemos que ser germen de República y crear en todos los espacios donde participemos microcosmos de libertad donde construir un republicanismo práctico.

La República no es un sueño, sino una realidad tangible. Pero que requiere de cada una de nosotras y nosotros. No podemos ser espectadores y esperar que otros u otras la hagan. Debemos ser constructores de República. Debemos llevarla a cada espacio donde tengamos influencia y participemos.

Anunciar y demostrar que la libertad de pensamiento, de conciencia, de expresión, de asociación, de cátedra, la laicidad y el pluralismo puede y debe impregnar todos los movimientos asociativos, todas las esferas. Y así construir una República desde abajo donde toda la ciudadanía y todas las opciones políticas democráticas se sumen y se impregnen de este posicionamiento republicano.

Yo no quiero solo cambiar un rey sino quiero y creo que es posible cambiar un modelo de sociedad donde el Otro sea el eje fundamental. Donde nadie se quede en el camino. Donde el patriotismo y el concepto de España no sea sólo un límite geográfico sino un modelo de sociedad donde primen las personas y cada una de ella se sienta segura.

En definitiva, una República:

  • Contraria al neoliberalismo y por tanto, donde las medidas sociales sean el centro de la política. En definitiva una República para y del pueblo.
  • Que conecte con la ciudadanía y donde todas y todos nos sintamos identificados.
  • Posicionada con los más desprotegidos y denunciadora de las desigualdades.
  • Comprometida con los refugiados y los emigrantes.
  • Que reconozca la plurinacionalidad de España
  • Defensora de la sanidad y la educación pública.
  • Que sea europeísta, ecologista y feminista.

En definitiva, que luche por la paz, contra las desigualdades y donde nadie se sienta extranjero.

Los republicanos y las republicanas debemos ser sensibles a las situaciones del otro; pensar, cuestionarnos, comprender que somos los constructores de la historia y que esta no cambia sin nuestra intervención. Estamos obligados a ser motores de cambio.

Cada uno de nosotras y Nosotros y no otras y otros, estamos obligados a crear una República de paz y de progreso.

La Democracia es REPUBLICANA o no es nada.

GRACIAS

Los mitos que nos habitan (I): Isonomía, Haití y terrorismo

Es casi natural considerar la mentira como el principal enemigo de la verdad. Es también casi natural pensar que, si no hacemos un mundo mejor, más vivible, es por falta de conocimientos. Pero ambas afirmaciones son falsas. Incluso las mentes educadas nos alimentamos de mitos que no son exactamente falsos ni completamente verdaderos. Y si no vivimos un mundo mejor es por el ingente esfuerzo para mantener el mundo tal cual es por quienes de él sacan la mejor parte. No, no es la falta de conocimientos lo que explica el devenir del mundo. Pero las mentes educadas son tan potencialmente capaces de alimentarse de mitos como cualesquiera otras, sin perjuicio de que los relatos de sus mitos sean, al menos aparentemente más sofisticados. No es solamente que los que ganan son los que escriben la historia. A veces es también que los que han perdido, prefieren olvidar. Ambas dos flechas confluyen en silenciar el pasado. Lo importante es que ese silencio es tanto más relevante cuanto que el silencio entre en el tiempo presente para manipular el sentido del mundo.

Son muchos los mitos de los que podríamos hablar. De algunos hemos hablado en otros lugares i.e. no considerar el avance del nazismo hacia el este en directa continuidad con las guerras coloniales, como una de ellas, y no considerar el holocausto en su verdadero significado universal, en directa continuidad con el exterminio de todos los brutos (Lindqvist2007) [1] -entre los cuales, en algunas versiones, se contaban también los judíos[2]– lo que sirve al objetivo actual tanto de justificar el genocidio de los palestinos como la intervención de la Otan en Ucrania[3].

El poder, no solo el mal, es y ha sido, siempre vulgar (Trouillot, 1992). Contra lo que nos decía Hanna Arendt, amante que fue, de uno de sus profesores[4], un filósofo filonazi llamado Herr Martin Heidegger, el mal, en su versión genocida tiene menos de banal, toda vez que requiere voluntad y organización. Voluntad y organización que desborda en mucho las acciones de individuos llamados psicópatas o sociópatas, y que implica la participación de individuos considerados perfectamente normales, unos notoriamente estúpidos y otros, no se si igualmente estúpidos, pero adornados con brillantes títulos universitarios e incluso doctorados en derecho, como los que lucían los más eficaces mandos de los Einsatzgruppen. Entre otras razones, por esa vulgaridad, el poder necesita envolverse en el secreto, particularmente en el secreto de estado, para ocultar crímenes más bien vulgares.

Hay dos mitos que, por su relevancia para el tiempo presente, suscitan hoy nuestra atención. Uno de ellos tiene que ver con el origen de la democracia. Preguntarnos por ese origen nos permite avanzar en la crítica de los falsos universales, o mejor, en la crítica de la pretensión occidental de haber dotado al mundo de valores universales, pero extendiéndola incluso más allá del descubrimiento de América (Trouillot, 2002), que abre la gran ola de colonización y globalización.

En efecto, nosotros mismos, cuando hemos escrito sobre el significado de la democracia, buscando su sentido originario, no hemos quedado en Atenas (Nuñez, 2022)(a) (Nuñez, 2022)(b). Otros, con gran originalidad, han ido más lejos (Karatani, 2017)[5]. Isonomía es la palabra clave: la ausencia de distinción entre los que gobiernan y los gobernados. El problema es simple: supuestamente la libertad y la igualdad se oponen. Las implicaciones de esa supuesta oposición se ve claramente cuando hemos analizado los dos sentidos de la libertad de expresión: que cada cual pueda decir lo que quiera -parrhesia- y que todos puedan hablar en igualdad de condiciones ante la asamblea -isegoria-. El punto clave, según Karatani, es que la libertad se realiza, en Ionia, a través de la igualdad. Ambas no se oponen en esas colonias, a diferencia de la democracia de Atenas, donde las separaciones de clase, incluida la exclusión es esclavos y mujeres, implican que la igualdad cede ante la libertad. Y de Esparta, donde sucede lo contrario, la libertad cede ante la igualdad.

Las claves de esa realización de la libertad a través de la igualdad, al parecer propias de los grupos de cazadores-recolectores y que, según el autor, en establecimientos fijos, solamente habrían tenido lugar en Ionia son: (i) las ciudades de Ionia fueron formadas por colonialistas, que no llevaban con ellos la tradición de los clanes, es decir, que venía liberados del principio de la reciprocidad; (ii) aunque no eran nómadas, recuperaron el nomadismo por la práctica del comercio exterior; (iii) pese a que operaban con mercados y moneda, inevitablemente ligada a la desigualdad, se liberaron de esta porque ni se permitía tener esclavos ni contraer deudas entre los ciudadanos; (iv) no había, por tanto, otros sobre los que prosperar, ni manera de crear y sustentar desigualdades de poder político; (v) si algunos pretendían organizar un sistema basado en el trabajo ajeno, la esclavitud y las deudas, las gentes se marchaban y fundaban una nueva ciudad: la posibilidad y capacidad de moverse hacía una frontera donde encontrar tierras “vírgenes” en las que establecerse, en un precondición fundamental de la isonomía[6].

Las evidencias históricas que soporten la atribución de la isonomía a Ionia son escasas. Para probar su teoría sobre el origen y sostenimiento de la isonomía, el autor procede, por una parte, a buscar similitudes en otros procesos históricos, más recientes y mejor conocidos. Y encuentra dos: las ciudades de norteamérica en el siglo xviii y la Islandia de los siglos x a xiii, “creada por colonos” que se gobernaban a si mismos en la Althing[7], asamblea de granjeros. Supuestamente los rastros de esta tradición informan las sagas islandesas, parcialmente diferentes de otras sagas nórdicas. Y, por otra parte, el autor procede a inferir evidencias sobre como debió ser Ionia a partir del pensamiento que conocemos fragmentariamente bajo el título genérico de presocráticos.

Pero sus reflexiones son interesantes toda vez que a día de hoy no hemos sido capaces de realizar la igualdad a través de la libertad. La búsqueda de la igualdad es resentida por muchos, como una restricción de la libertad, emoción sobre la que apalancan los liberalilotas y quienes los manejan, para combatir, para destruir e impedir cualquier proyecto orientado a la construcción de sociedades más igualitarias. Pero lo que llamamos democracia, o por mejor decir, democracia liberal, sacrifica la igualdad por la libertad (de unos más que otros). Tan es así, que probablemente la única institución isonómica que sobrevive en las sociedades occidentales, sean algunas versiones de la masonería.

Si la teoría de Karatani fuera correcta, la posibilidad de realizar la isonomía en este mundo sobrepoblado, sin ningún lugar al que emigrar, lleno de amenazas reales o supuestas de los de al lado, y atravesado por divisiones de clases, son ninguna. De modo que para recuperar la libertad estamos condenados, una y otra vez, a restablecer, por la fuerza, la igualdad. Esto es exactamente lo que sucedió en Atenas, con las reformas de Solón: “In order to help the commoners who had fallen into indentured servitude, Solon forgave all extant debts, freed indentured servants, and forbade the use of a person as collateral for debt” (Karatani, Isonomia and the origins of philosophy, 2017, pág. 18). Y esto es lo que ha sucedido en todas las revoluciones que han venido después y han tratado de recuperar la igualad originaria. La democracia, susceptible a ser minada desde dentro por la corrupción sistémica, a medida que la desigualdad crece, acaba necesariamente en tiranía. Ni igualdad, ni libertad. En ese proceso es en el que estamos.

Aunque pueda parecer contradictorio, a la vista de la ilusoria concepción del tiempo como un presente eterno[8], el control del sentido del pasado, define los futuros posibles, al decidir que experiencias fueron exitosas y cuales fueron fracasos, y por tanto, mejor no intentarlas de nuevo. Y es justamente en este punto, donde entroncamos con el otro mito que nos ocupa hoy: el silenciamiento, casi olvido, la revolución de Haiti. Pareciera que, en la emergencia del mundo moderno, solamente hubieran tenido lugar dos revoluciones -la francesa y la norte americana-. No es solo esta supresión de la revolución haitina, que ya fue analizada magistralmente por el propio (Trouillot, 2015), la que nos interesa resaltar ahora, sino también la maldición imperial que asola, de un modo reiterado, a ese pequeño país.  El paisaje y los actores cambian, pero lo esencial permanece (Sprague, 2019). ¿Y que es lo esencial?: impedir la emergencia de cualquier paso hacia la isonomía.

El 1 de marzo de 2024 hemos sabido, gracias al portal The Gray Zone https://thegrayzone.com/2024/03/01/secret-cable-cia-haiti-coup/ como se fraguó el golpe de estado que condujo al segundo derrocamiento de Aristide en 2004. Un detalle, propio de los tiempos, es que el agente de la CIA que parece elaboró el golpe era de sexo femenino -ignoro su género- y blanca, a juzgar por las fotos que de ella se han hecho públicas, en un país habitado por personas negras. Lo que les molestaba tanto a las gentes[9] de Washington DC, a las que esta agente servía, como a las élites negras locales, que conjuntamente implementaron el golpe, eran las políticas de redistribución a favor de los pobres implementadas por Aristide. El golpe de estado[10] en 2004 en Haiti es la continuación de la esclavitud por otros medios. Y ya sin justificaciones y recursos al anticomunismo. ¿A quién puede sorprender entonces que en flujo de “fondos estatales USA para la ayuda al desarrollo” que sigue al golpe contra Aristide, aparezca implicada esa fundación con la cual los Clinton incrementan incansablemente su notoria fortuna, desde su origen como pareja con unos salarios estatales más bien moderados en Arkansas?  La corrupción no es ningún accidente, es intrínseca a la razón imperial. Y por supuesto en la implementación del golpe aparecen siempre los inevitables traidores locales, tentados también por los beneficios de la corrupción imperial: si en el caso de Chile hubo uno de voz aflautada llamado Pinochet, en Haiti hubo un negro carismático, llamado Dany Toussaint[11].

Fue justamente contra la esclavitud y contra la corrupción de las élites francesas dirigentes, que, en esa pequeña isla, tuvo lugar la primera revolución moderna que reclamaba libertad, igualdad y fraternidad, pero que incluyera a los negros. Y sí, fue violenta, muy violenta. Como lo fue la revolución francesa. Y la revolución rusa. El golpe de estado que acabó con el segundo mandato de Aristide, prueba la incapacidad de la democracia para vencer a la tiranía en un contexto de dependencia imperial.  Y es la prueba más evidente de la verdad que Fidel Castro intentó transmitir a Salvador Allende: arma al pueblo si quieres conservar la democracia. Y es la prueba más evidente de que Aristide no había aprendido esa lección. Y es la prueba más evidente de la afirmación de Maquiavelo: un profeta de la isonomía, sin ejército, tiene una vida corta. Y es la más evidente constatación de por qué los esbirros del brazo jurídico al servicio de las élites, han hecho crecer, como un monstruo de muchas cabezas y extraordinaria flexibilidad, la acusación de “terrorismo”, como arma de ataque contra cualquiera que quiera promover un saludable cambio hacia la isonomía. El más violento ataque a la libertad[12] desde la revolución francesa. Ni libertad ni igualdad. Y no contentos con su aberrante y monstruosa creación, pretenden que los acompañemos en adorar al monstruo. Ese monstruo resulta aún si cabe más horrendo, cuando lo unen a otro de sus becerros favoritos, la autocracia[13].  Ni siquiera se inmutan cuando ingenuos investigadores constatan, tratando de seguir el marco imperial oficial, que, con la autocracia, contra lo esperado, disminuye lo que llaman terrorismo (Wilson & Piazza, 2013). Por supuesto no pueden preguntarse si no será que en las democracias se etiquetan, a la carta, como terroristas, los actos de disentimiento, el ejercicio puro y simple de derechos fundamentales formalmente reconocidos en las constituciones. Y sobre todo ignoran el sentido originario del término terrorismo, al parecer vinculado al propio gobierno por el terror o terrorismo de estado[14]. Dícese que en una democracia no habría ni de lo uno ni de lo otro.

Cuando intenten llegar a la igualdad desde la libertad, lo menos grave que le sucederá será ser etiquetados como terroristas, si bien esta es la antesala de la eliminación física. Frente a ello podemos reclamar o revolución, para restablecer la isonomía originaria, un nuevo paso de multitud a pueblo, por movernos entre Spinoza y Hobbes, o filósofo-rey[15], cuyas formas modernas, pese a que existen, tenemos tantas dificultades para reconocer, toda vez que los propagandistas liberalilotas las mezclan con la tiranía.  Mezcla que impide no solo que reconozcamos al filósofo-rey, sino que les permite ocultar como la corrupción sistémica ya ha conducido las llamadas democracias liberales a tiranías, en diferentes grados y calidades, pero tiranías.

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Notas

[1] Los menos aficionados a leer, pueden ver el documental en cuatro episodios, con el mismo título, dirigido por Raoul Peck.

[2] De todos los mitos que nos habitan, los creados por los judíos y sobre los judíos, son probablemente los más numerosos en la cultura occidental. Uno de ellos, que no deja de sorprenderme es sostener que la inquisición fue creada contra los judíos, lo cual no es cierto. Fue creada contra los cristianos, con la justificación de perseguir, entre estos, especialmente, las prácticas judaizantes de los conversos, pero sobrevive en cientos de años a la desaparición de cualquier rastro de cristianos judaizantes. Los que disponen de poco tiempo para conocer la historia de los judíos en las Españas, pueden acudir a una autora (Mas-Diaz, 2023), autora que ya hemos citado en otro texto a propósito de los gatos (https://tiempodetormentas.com/opinion/analisis/los-gatos-esos-pequenos-dioses/). Su modo de escribir hace que leerla resulta sencillo y gratificante Quienes sientan curiosidad por ver si sus propios apellidos, aunque no parezcan judíos ni tengan noticia de antecedentes judíos, aparecen citados en expedientes de la inquisición, pueden acudir a esta excelente fuente (Faiguenboim, 2004). Y si lo encuentran y quieren saber sobre el uso de la tortura por esa santa institución, tal vez usada contra los cuerpos de algunos de sus potenciales antepasados -nunca sabrán a falta de otros documentos, si realmente lo fueron-, pueden consultar una muy reciente fuente (Hassner, 2022). Por cierto que en la operativa de esta institución no se ha prestado la atención debida al enriquecimiento de sus funcionarios como motivo práctico,  al igual que tampoco se ha hecho sobre los procesos a los judeo-masones por el franquismo.

[3] Ucrania no está en la Otan pero la Otan si está en Ucrania, al menos desde 2014.

[4] Conducta que hoy sería considerada criminal, como debe serlo la relación de “Micrón con su maman”.

[5] Ese texto desarrolla el argumento, cuyas bases se encuentran en otro anterior (Karatani, 2018), aunque traducido al inglés más tarde.

[6] Esta perspectiva evoca el análisis del último capítulo del volumen primero del Capital, la teoría moderna de la colonización, donde Marx, en su lectura de E.G. Wakefield se hace eco de las desventuras del señor Peel en su intento de colonizar el rio Swan, en Australia, y muestra a los inmigrantes a la colonias rehuyendo la condición de asalariados en favor de la de granjeros, “indeseable” situación  que Wakefield propone “remediar” con su propuesta de “colonización sistemática”, a saber, imponer un alto precio a la “tierra virgen” para forzar a los inmigrantes a trabajar como asalariados (Marx, 1975, págs. 955-967).

[7] Por cierto, a punto he estado, debido a un resbalón, de caerme al torrente que franquea el acceso al lugar donde esa asamblea se reunía (y al cual, al parecer, arrojaban a las y los adúlteros).

[8] No podemos desarrollar aquí más este punto. Recomendamos al lector la atenta lectura de (Nuñez, 2023), especialmente la parte referida al famoso economista francés, Walras y su elegante modelo teológico de las finanzas.

[9] El secretario de estado en ese momento era ese patético personaje que hizo su performance estelar en la serie -con algún figurante bien conocido en la piel de toro- sobre las “armas de destrucción masiva de Irak”, Colin Powell.

[10] En todos ellos hay victimas “colaterales”. En el caso de Haiti, entre otros, un periodista español Ricardo Ortega Fernández. Incluso cuando honran su memoria lo hacen incorrectamente: en Haiti no hubo una guerra, hubo un golpe de estado. https://www.eldiario.es/sociedad/20-anos-ricardo-ortega-reportero-guerra-perdio-trabajo-vida-contar_1_10976575.html

[11] Desafortunada coincidencia que le hayan puesto el mismo apellido que Toussaint L’Ouverture. Al menos tan desafortunada como que a otro traidor le hayan llamado Lenin Moreno. Lo cierto es que la traición nunca triunfa, pues en otro caso, no será llamada traición.

[12] Con legislación antiterrorista actual, Tatcher no habría necesitado recurrir ilegalmente al MI5 para que encontrara donde había depositado sus fondos el sindicato de mineros. https://www.theguardian.com/commentisfree/2024/mar/07/mi5-miners-strike-national-archives-security-service-government (Acesso: 2024/03/03). Lo habría usado legalmente. Y lo que es peor, habría detenido de por vida a todos sus lideres. Para el tirano los delitos no percluyen, es su voluntad irrestricta la que decide; por eso detienen a Daniela Klette, décadas después de su último delito conocido.

[13] Y cuando refieren a esta se desmienten a sí mismos, sin respetar siquiera la distinción de Tomas de Aquino, “tyrannus ex defectu tituli” (usurpador), al cual cualquiera puede matar, y “tyrannus ex parte exerciti” (quien ha sido elegido legítimamente, pero cuyo ejercicio del poder es tiránico) que solo puede ser castigado por la autoridad legítima. Si la definición mínima de democracia son las elecciones, no cabe asesinar legítimamente a nadie etiquetado por el imperio como autócrata = tirano (“tyrannus ex parte exerciti”, salvo claro está que el imperio se reconociese a sí mismo como la autoridad legítima, en cuyo caso dejaría de definirse como democracia para definirse como imperio. De ahí el incesante recurso al secreto de estado para minar a cualesquiera definidos como autócratas= tiranos, y, eventualmente al golpe de estado para derrocarlos. ¿Qué sucede cuando ante ellos se alza el príncipe chino, el príncipe ruso o el príncipe persa?  De ello hablaremos en otro artículo.

[14] Según (Aliozi, 2015), el término terrorismo procedería el clásico τροµοκρατία (tromocratia), terror y gobierno, “terror-cracia” y significa literalmente el terrorismo del estado, gobierno por el terrorismo (o por su invención).  Pero el gobierno por el terror es mucho más antiguo. Según (Fine, 2010) lo podemos encontrar en el término acadio “Puluthu” y en el asirio “Melammu”. En las inscripciones neo ariaias, aparecen justamente con el doble sentido de infligir, desde el poder real, terror a otros, súbditos y enemigos, y experiencia de terror por súbitos y enemigos.

[15] Dice filósofo, pero podría igual decir partido.

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Referencias

Aliozi, D. Z. (2015). Ti esti state-terrorism? Bajo Palabra, 107–122. doi:10.15366/bp2015.10.008

Faiguenboim, G. (2004). Dicionário sefaradi de sobrenomes (2a ediçao revisada ed.). (P. Valadares, & A. R. Campagnano, Edits.) Rio de Janeiro, RJ: Fraiha.

Fine, J. (2010). Political and Philological Origins of the Term ‘Terrorism’ from the Ancient Near East to Our Times. Middle Eastern Studies, 46, 271–288.

Hassner, R. E. (2022). Anatomy of torture. Cornell University Press.

Karatani, K. (2017). Isonomia and the origins of philosophy. Durham: Duke University Press.

Karatani, K. (2018). Structure de l’histoire du monde. CNRS Éditions.

Marx, K. (1975). El Capital. Siglo XXi Editores.

Mas-Diaz, P. (2023). Breve historia de los judíos en España. Madrid: Catarata.

Nuñez, M. (a). El destino universal de la democracia y el realismo geopolı́tico V\_1\_0. doi:10.31219/osf.io/dfkx5

Nuñez, M. (b). La moneda, la soberania y la reinvención del mundo. doi:10.31219/osf.io/29ym8

Nuñez, M. (2023). Instituciones independientes y policrisis. doi:10.31235/osf.io/h65zv

Sprague, J. (2019). Globalizing the Caribbean. Temple University Press.

Trouillot, M.-R. (1992). The vulgarity of Power. Public Culture, 5, 75-81.

Trouillot, M.-R. (2002). North Atlantic Universals: Analytical Fictions, 1493-1945. The South Atlantic Quarterly, 101, 839-858.

Trouillot, M.-R. (2015). Silencing the past. Boston: Beacon Press.

Wilson, M. C., & Piazza, J. A. (2013). Autocracies and Terrorism: Conditioning Effects of Authoritarian Regime Type on Terrorist Attacks. American Journal of Political Science, 57, 941–955. doi:10.1111/ajps.12028

 

Teorías infames (I): La tragedia de los comunes

<<Suum cuique tribue>>

La ciencia psicológica y la ciencia social en sus diversas formas, han producido teorías, algunas de ellas con notoria coherencia sintagmática y pretensión de universalidad. Todas ellas se desentienden de la evidencia histórica y se pretenden como primeras formulaciones de una verdad universal.

Son infames porque lejos de constituir reales teorías científicas que dan cuenta de fenómenos empíricos, incluso aunque sea provisionalmente, son construcciones ideológicas susceptibles de ser usadas, como piezas de lego, en esquemas de dominación de unos humanos por otros. Su particularidad más notoria es que cuando se insertan en esos esquemas de dominación ya no requieren ni explicación ni justificación, cobran vida como parte del sentido común, de “las cosas son así porque tienen que ser así”.

Una de esas teorías es la tragedia de los comunes. Formulada en un celebre paper por (Hardin, 1968), viene a decir que cualquier bien de uso común, es decir, que no es una propiedad privada, tiende a ser sobre usado y por tanto destruido. La idea ya había sido formulada, con menos éxito por otros antes que él (Lloyd & Forster, 1833) y ha sido extensamente popularizada por otros después de él (Dörner, 1996), construyéndose para ello incluso elegantes modelos de dinámica de sistemas y agent based modeling, que como muchas otras modelizaciones, acaban por confundir un sistema de ecuaciones que dan cuenta de una realidad hipotética, con la prueba de que esa realidad existe, no solo porque es ontológicamente posible sino porque es ontológicamente necesaria. Ciertamente en la gestión de lo común pueden darse escaladas no virtuosas, que efectivamente conducen a la destrucción de lo común (Dörner, 1996). Pero cualquiera familiarizado con la dinámica de sistemas (Sterman, 2000), que haya implementado modelos en software como Vensim (https://vensim.com/) sabe que el comportamiento de los modelos está gobernado por la forma de los bucles de retroalimentación. Deducir de un problema empírico -existen lo común y como se gestiona-, la existencia de una categoría ontológica, con resonancias literarias (tragedia, condena) es un ejercicio de persuasión teológica magistral, como otros muchos, no tan notorios, procedentes de la “dismal science”, que más que “dismal” debería ser llamada “demise science”, la ciencia de las “cosas muertas”.  Enmendemos a ese “clásico”, que, en otro rapto de persuasión, atribuyó el estudio de lo racional a la economía y lo irracional a la sociología, con una formulación algo diferente: a la sociología correspondería lo vivo y a la económica lo muerto. El economista como enterrador, aterrado por cualquier manifestación de vida. La tragedia de los comunes llego a ser tan popular entre las filas de los científicos de los cadáveres, que su cuestionamiento por (Ostrom, 2015) llevó a que le otorgaran el premio del banco central de Suecia (incorrectamente referido con frecuencia como Nobel de Economía).

Si se nos permite, y si no también, diremos, por razones que en seguida mostraremos, que no apreciamos gran diferencia entre teorías como la de la tragedia de los comunes y la emisión de papel moneda en tiempos de John Law, en 1720, especulando con el valor “infinito” de la  compañía de las indias: el “paper” de Hardin emerge por el mismo proceso, que el papel moneda personalizado, emitido, a través del tracto digestivo del propio Law,  con la “garantía” de la compañía de las indias, que reproducimos en la Figura 1[1]. Pero antes de que el capitalismo entrara en la fase especulativa, lo común, la res communis, ya era vista como propia de plebeyos y el arte de gobernar consiste en reducirla cuanto sea posible en favor de la res publica tal y como se afirma en Book Named the Governor editado en 1531 (Elyot, 1962). Hasta el día de hoy, no pocos, especialmente entre los que se definen a sí mismos como “progres” se asimila la primera a la segunda. Nada más lejos de la verdad. El problema viene de tan lejos que con frecuencia parece que se pierde en el tiempo. Si hablamos de textos “legales” hay que retrotraerse al menos hasta el siglo xiii, hasta 1.217 (en tres años celebraremos el 820 cumpleaños; el 800 coincidió con la revolución rusa de octubre) cuando se ratifican la Carta Magna y la Carta del Bosque. La Carta Magna establece ciertas libertades, que aun, en parte, conservamos (prohibición de las detenciones arbitrarias -habeas corpus-, las torturas, proceso contradictorio para instar juicio, jurado formado por pares, , …). La Carta del Bosque determina los derechos y usos de los comunes: las tierras de pasto, los frutos, la caza del bosque, la madera para hogueras, barcas y casas están a disposición de todas las personas, como parte de derecho al sustento universal, por encima de cualquier derecho a la propiedad privada. A día de hoy es frecuente invocar el estado de derecho como constitutivo de la democracia, pero solo en lo relativo a la Carta Magna. Es tiempo de reclamar la Carta del Bosque, más actual que nunca (Linebaugh, 2008).

Figura 1: La especulación con papel moneda
Fuente: https://curiosity.lib.harvard.edu/south-sea-bubble/catalog/68-8001628670_URN-3:HBSBAKER:245595 (Acceso: 2024/02/19)

 

Aunque no suelo apenas leer en castellano, hay un cuestionamiento de los aprioris de la tragedia de los comunes, de base histórica, referido a las tierras del antiguo reino de León, que vale la pena referenciar, toda vez que proporciona detalles sobre una institución que floreció en un territorio próximo y llegó a tiempos recientes, hasta el punto que incluso en mi lejana infancia, tuve noticia de lo que parece fueron sus últimos coletazos. Estamos hablando del estudio del “concejo”, en una apretada síntesis que recorre cinco siglos, desde el xvi al xx (Rubio-Pérez, 2021).

Este estudio ilustra perfectamente la falsedad de algunas de las mentiras más repetidas por la historiografía y las ciencias sociales construidas bajo paradigma liberal, del cual son herederos los liberalilotas[2] modernos. Mentiras que podemos sintetizar, sin mucha pérdida de generalidad, en: (i) bajo regímenes comunitarios autoorganizados, dado que los “bienes del común son de ningún”, se explotan hasta su destrucción (o alternativamente al no tener propietario están infrautilizados y por tanto procede su repartición por privatización) ; (ii) los regímenes comunitarios autoorganizados impiden la introducción de innovaciones; (iii) la violencia y, su proxy, la ligitiosidad, es una consecuencia de la ausencia de poderes centralizados, de los que ejercen la “buena violencia”, en la versión “civilizada” de la “crypteia” (κρυπτεία) griega; (iv) los regímenes comunitarios autoorganizados son incompatibles con la existencia de bienes privativos -propiedad privada- son ferozmente igualitarios y presas de vagos y maleantes; (v) los regímenes comunitarios autoorganizados son intrínsecamente incompatibles son los derechos individuales, dado que no conocen la separación de poderes; (vi) las ciudades son la cuna de la democracia.

Y frente a esas mentiras, podemos, respectivamente, indicar las virtudes de la propiedad comunal. Entre las más notorias (i) Control de población externa susceptible de instalarse en territorio, oposición a la emergencia de rentistas, alteración del reparto de las extensiones de tierras de cultivo y pastos, control de los bienes públicos (agua), incremento de las extensiones de agricultura intensiva mediante obras concejiles. (ii) Introducción de innovaciones, caso del trigo ruso o de la patata, esta última contra la agnocracia primitiva de base religiosa. (iii) La ligitiosidad está sobre todo inducida por los señores que intentan apropiarse no solo de rentas sino también de las tierras mismas (y del agua), tratando de agotar y endeudar a los concejos; cuando los concejos litigan y lo hacen con frecuencia, como atestiguan los registros de la Real Chancillería de Valladolid, lo hacen para proteger la propiedad común, incluida la del agua, frente a esos señores, y los liberales que les siguieron, en su empeño ininterrumpido de apropiación. (iv) Son compatibles con regímenes de propiedad privada subordinados al interés general de los habitantes y capaces de atender la supervivencia de los más pobres o incapaces. (v) El ejercicio por el concejo de los tres poderes de toda asamblea constituyente -legislativo, ejecutivo y judicial- es perfectamente compatible con los derechos individuales y desarrolla técnicas preventivas para prevenir la corrupción tanto de los poderes ejecutivo como judicial. (vi) En cambio las ciudades, carentes de ese poder concejil, cayeron víctimas de la depredación aristocrática, y no fueron capaces de consolidar su autonomía.

El estudio al que hacemos referencia es especialmente relevante porque ilustra como las gentes de León resistieron eficazmente las olas de acumulación primitiva que pasaban por la apropiación privada de tierras comunales y la diferenciación interna entre ricos y pobres hasta los años 1960 del siglo xx, de donde nosotros venimos. Procesos de destrucción que tuvieron éxito, fundamentalmente por el ejercicio de la violencia, en el mundo germánico, Inglaterra y la  Europa central, como se describe con prosa viva en Caliban y la bruja (Federici, 2010) y como analizó Marx tanto en el libro primero del Capital referido a Inglaterra, como en muchos artículos de prensa referidos a Renania, donde ilustra como los campesinos que, desde antiguo, recogían las leñas caídas en los bosques, fueron convertidos de la noche a la mañana en delincuentes (Bensaïd, 2007). La expansión de las cárceles -el cerramiento por excelencia- y los cerramientos de las tierras comunes, tienen una biografía inseparable. Los cerramientos eran igual a la muerte para muchos, pero pese a ello se fueron extendiendo por la roja esfera ardiente (Linebaugh, 2019).

Los concejos de León fueron capaces de resistir a las desamortizaciones que como las de Madoz, procedieron a enajenar los bienes o tierras de propios: “A diferencia de otros territorios, la provincia leonesa conservó los bienes comunales en un nuevo contexto político y social en el que las élites sociales afirmaban que los bienes del común son de ningún, es decir, que los comunales al no tener propietario no solo estaban infrautilizados, sino que había que repartirlos y privatizarlos.  (…) El patrimonio comunal o concejil leonés no solo no se redujo, sino que se incrementó en un 10% con respecto al siglo XVIII, hasta alcanzar al 45% del espacio o termino provincial en el siglo xix (Rubio-Pérez, 2021, págs. 126-128).

Los liberales, esos llamados a sí mismos modernizadores (e incluso regeneracionistas como Costa) que fueron y son la razón de la expansión del capital, eliminaron las democracias locales, los concejos, y crearon los ayuntamientos, contra aquéllos y les quitaron todo poder policial y judicial. Los jueces de paz no ponen paz, solo actúan como correa de transmisión del poder judicial, privatizado en funcionarios del Estado, en poco diferentes de los jueces que nombraba el rey o el señor. La policía municipal igualmente solo actúa como fuerza local del Estado, en contra de los ciudadanos. El ciudadano ya no tiene la capacidad de cuestionar sus actuaciones en el concejo ante sus iguales.

Los concejos fueron especialmente hábiles en la introducción de innovaciones tecnológicas -como la introducción del trigo ruso en lugar del candeal o la barbilla, mucho más adaptados al clima local de las tierras leonesas. Y cuando hubo retrasos en la introducción de innovaciones, como la patata, estos fueron debidos -¡oh sorpresa!- a la resistencia de la Iglesia, pues al tratarse de un producto nuevo, a juicio de los vecinos no debería pagar diezmo, razón por la cual los de la sotana se ocuparon en hacer de la patata un “cultivo maligno, muy cercano al mal y al diablo, ya que se criaba debajo de la tierra y por ende no debía ser consumido por los hombres” (Rubio-Pérez, 2021, pág. 136).

Incluso los concejos fueron capaces de promover las plantaciones de árboles, de larga vida, como los castaños, separando el derecho al suelo -que seguía siendo propiedad común- del derecho al vuelo, que pertenecía a quién había plantado el árbol. Castaños que, por cierto, están despareciendo. La historia, dicho sea como simple metáfora, parece dispuesta a vengarse. La eliminación de los concejos afecta a múltiples dimensiones. Una de las más notorias es la desaparición de las zonas de pastos comunes y la extracción de madera para uso doméstico, todo lo cual actuaba positivamente en el mantenimiento de los bosques. En su defecto, las especies foráneas y las mono plantaciones, unido al calentamiento global, junto a una pandilla de descerebrados al frente de las instituciones autonómicas, augura incendios catastróficos, como los que ya asolan otras zonas del país. Todo lo cual se suma a la desaparición de las especies autóctonas debido tanto al mismo calentamiento como a la ineficiente o ausente administración de sanidad vegetal. Es una bomba de relojería activada en cuenta atrás. Y veremos realizarse las proféticas palabras de Blake en Visions of the Daughters of Albion: “a red round globe hot burning”.

Durante mucho tiempo, las ciencias sociales han sostenido que los procesos de acumulación primitiva, como los descritos por Marx, y a los cuales se resistieron durante cinco siglos los concejos de León, era irrepetibles. La historia ha demostrado que esos procesos de acumulación primitiva, con violencia explicita incluida, son repetibles, i.e. en África, (Akyeampong, Bates, Nunn, & Robinson, 2014),  (Humphreys, 2022). Y muestra también que esa violencia en nada ha contribuido al “development” endógeno de los países que la sufren, de modo que la comparación directa con los procesos que tuvieron lugar en Europa es inadecuada (Bates, 2001), (Bates, 2008), (Bates, 2017).

En África se dan procesos de acumulación primitiva por expoliación que, por mediación de la moneda (Nuñez, 2023),  reviven una nueva forma de colonialismo sin control formal directo del territorio.  Son por tanto procesos que en nada contribuyen a la construcción de estados nación soberanos. Podría concluirse que la apropiación desde las ciudades de las rentas del campo intentados durante siglos por las aristocracias de las ciudades del reino de León se replican ahora a escala planetaria. La historia también ha demostrado que otros procesos de acumulación primitiva en el sentido de acumulación por desposesión, tienen lugar en este mismo momento, incluso con marchamo tecnológico, en el centro del imperio (Nuñez, 2023). Podrías concluirse también que, en las ciudades del centro del imperio, tienen lugar procesos similares a los que asolaban las ciudades del reino de León, donde la aristocracia trataba de apropiarse de las rentas de los artesanos. Pareciera “como si” hubiera cambiado la escala, pero no los procesos fundamentales de expropiación y explotación con los que se inició la modernidad, tan cara a los liberalilotas.

Con la dictadura franquista, los concejos languidecen y finalmente mueren. Es casi imposible encontrar referencias a las hambrunas que sufrió la España de Franco, en las grandes historias de las hambrunas (Gráda, 2021)[3]. Y esto es bien curioso, pues si bien las élites británicas son las urdidoras de las más grandes hambrunas de la historia, acostumbran en los textos de historia que salen de la isla, a citar a España y Rusia como los lugares donde aprender barbarismo[4]. Pero si bien las hambrunas en las extensas tierras rusas son objeto de recreación de esas élites británicas, las hambrunas de la España de Franco, les han pasado hasta el momento desapercibidas. Y lo que más grave, nos han pasado desapercibidas hasta en los libros de texto usados en los colegios de la piel de toro. Afortunadamente, la última historiografía española (Blanco M. Á., 2020) y de hispanistas (Blanco & Anderson, 2022) está empezando a llenar este vacío. Lo que me interesa aquí es que esta historia llena de sentido experiencias vividas en la lejana infancia. Permite explicar por qué la madre no podía entender que la juvenalia de la familia aportara a la mesa como “modernidad” pan negro. Durante mucho tiempo interpreté el asunto en términos puramente culturalistas. Ahora entiendo que, en las mesas de la guerra y la postguerra civil de 1936, hasta bien avanzada la década de los cincuenta, la presencia de pan blanco marcaba la diferencia entre suficiencia, incluso abundancia, y hambre (Conde_Caballero & Mariano_Juárez, 2023).  Había, y todavía hay muchos borrados, por el relato triunfalista de la dictadura. Este es uno de ellos.

Y es especialmente relevante, en el contexto que nos ocupa, porque la prevalencia de las hambrunas en la España de Franco, de acuerdo con las citadas evidencias historiográficas (que puedo corroborar con acerbo de recuerdos familiares) no afectaron a las zonas de León donde se había mantenido el sistema de concejos. Que cada cual saque las lecciones que considere pertinentes.

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Notas

[1] Para ser justos, si bien John Law es el responsable de la introducción del papel moneda, innovación extraordinariamente importante para el futuro de la economía capitalista occidental, quien parece que ordenó la emisión de cantidades ingentes de papel moneda, que condujeron al colapso total del sistema, no fue John, sino el regente, el duque de Orleans.

[2] No, no se trata de un error que ha escapado al editor de texto. Liberalilotas es un neologismo creado por mi para, señalar: (i) liberal no se opone a esclavo (iliota); es más, el liberalismo ha justificado la esclavitud en base a la defensa de la propiedad privada … de esclavos, una propiedad como cualquier otra; (ii) el liberalismo está preñado de ideas de libertad para unos, que conducen a miseria para otros, i.e. libre mercado; (iii) su sostenimiento moderno se asienta en la corrupción intelectual de muchos “científicos sociales” que so apariencia de cultivar cualesquiera de sus ramas científicas -economía incluida- producen justificaciones de la violencia y la ausencia de libertades para los demás, particularmente la tercera liberad (además de las dos primeras de las que habló Berlin), es decir, la suficiencia económica necesaria para poder disfrutar de todas las demás libertades y no solo para estar liberado de los cuatros miedos, de los que habló Roosevelt.

[3] Donde sí cita la hambruna de 1811-1812.

[4] Entre otros muchos ejemplos (Vernon, 2009, pág. 299) nota 93.

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Referencias

Akyeampong, E. K., Bates, R. H., Nunn, N., & Robinson, J. A. (2014). Africa’s development in historical perspective. Cambridge University Press.

Bates, R. H. (2001). Prosperity and violence. The political economy of development. w.w. norton & company.

Bates, R. H. (2008). When Things Fell Apart. State Failure in Late-century Africa. Cambridge University Press.

Bates, R. H. (2017). Development Dilemma: Security, Prosperity, and a Return to History. Princeton University Press.

Bensaïd, D. (2007). Les dépossédés. Karl Marx, les voleurs de bois, et le droit des pauvres. La Fabrique éditions.

Blanco, M. Á. (2020). Famine in Spain During Franco’s Dictatorship, 1939–52. Journal of Contemporary History, 56, 3–27. doi:10.1177/0022009419876004

Blanco, M. Á., & Anderson, P. (Edits.). (2022). Franco’s famine. Bloomsbury Academic.

Conde_Caballero, D., & Mariano_Juárez, L. (2023). Las recetas del hambre. La comida de los años de posguerra. Editorial Planeta, S. A.

Dörner, D. (1996). The logic of failure. Metropolitan Books.

Elyot, T. (1962). The Book Named the Governor. J. M. Dent & Sons Ltd.

Federici, S. (2010). Cabilán y la bruja. Traficantes de Sueños.

Gráda, C. Ó. (2021). Famine A Short History. Princeton University Press.

Hardin, G. (1968). The Tragedy of the Commons. Science, 162, 1243–1248. doi:10.1126/science.162.3859.1243

Humphreys, M. (2022). Political violence and endogenous growth. Tech. rep., WZB Berlin • Humboldt University.

Linebaugh, P. (2008). The Magna Carta Manifesto. Liberties and Commons for All. Berkeley, CA: University of California Press.

Linebaugh, P. (2019). Red Round Globe Hot Burning. University of California Press.

Lloyd, W. F., & Forster. (1833). Two lectures on the checks to population: delivered before the University of Oxford. LSE Selected Pamphlets, (1833).

Nuñez, M. (2023). El particular momento del dominio por el capital ficticio. Revista de Estudios Globales. Análisis Histórico y Cambio Social, 3, 63-132.

Ostrom, E. (2015). Governing the Commons: The Evolution of Institutions for Collective Action. Cambridge University Press.

Rubio-Pérez, L. M. (2021). Usos y costumbres en común. Claves y referencias de la sociedad leonesa, siglos xvi-xx. Ediciones El forastero, S.L.U.

Vernon, J. (2009). Hunger. Cambridge: Harvard University Press.

 

 

Rusofobia y otras fobias

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Recensión de

Mettan, G. (2015). Russsie-Occident Une Guerre de Mille Ans. Editions des Syrtes.

Diesen, G. (2022). Russophobia Propaganda in International Politics. Palgrave Macmillan.

Faraldo, J. M. (2023). Rusofobia. Ensayo Sobre Prejuicios Y Propaganda. Los Libros De La Catarata.

Al hilo del conflicto militar en los territorios del viejo imperio ruso, son muchas las publicaciones que han aparecido con relatos especialmente diseñados para justificar el apoyo a las huestes ucranianas como si estuvieran librando una suerte de guerra de liberación nacional. No es esto, que no es sino propaganda de guerra, de lo que nos va a ocupar en este artículo. Tampoco nos vamos a ocupar de las pocas referencias que se han alzado contra esa retórica omnipresente en los medios de comunicación mainstream de toda Europa occidental, argumentando la necesidad de un discurso alternativo o al menos más balanceado.

Ni siquiera nos vamos a ocupar de las reacciones virulentas por parte de algunos, a la entrevista que el presidente Putin concedió en febrero de 2024 a Tucker Carlson, recibida por los liberalilotas[1], con toda la hostilidad de que son capaces, que no es poca. Esa entrevista -que ha sido visualizada por al menos la mitad de la población de USA- muestra tanto la falta de confianza de las gentes del común en las élites que dirigen el país, como la ingenua aproximación de las élites rusas, Putin incluido, al imperio occidental, que ha conducido una y otra vez a las élites rusas a caer en la misma trampa de la conciliación. Esta ingenuidad es probablemente resultado tanto de la eficacia de la propaganda que oculta la vocación imperial occidental bajo la retórica democrática, como de la dependencia intelectual que, como hemos señalado en otro lugar, (https://tiempodetormentas.com/opinion/analisis/a-donde-vas-europa/) sitúa la civilización occidental, tal y como se representó a sí misma durante la ilustración francesa y escocesa, en el top de los logros civilizatorios. Representación que como hemos señalado también en otro lugar (https://tiempodetormentas.com/opinion/analisis/rectificacion-de-los-nombres-sionismo-antisemitismo-y-otros-monstruos-de-la-razon/), sirvió como fundamento la posterior expansión de la colonización del resto del mundo.

Esas élites rusas harían mejor en entender, de una vez por todas, que la rusofobia no es ni fundamental ni principalmente étnica -como lo son otras fobias- sino económica, disfrazada en “entroido” de fobia cultural. Y es que difícilmente puede ser racial si resulta que la prevalencia de ojos y pelos claros, al parecer distintivos de la raza aria, es equiparable o superior a la que prevalece entre los “idealistas” alemanes y europeístas varios.  Nuestro foco en este artículo es otra clase de literatura que recorre un problema de una mucho más larga data y sobre la cual, directa o indirectamente, apalancan en gran medida los discursos goebbelianos de demonización moderna de Rusia.

De lo que nos vamos a ocupar en este artículo es de las más recientes y solidas publicaciones, sobre que es la rusofobia. Aparte de las tres publicaciones de las que nos ocuparemos, hay otras, todas en castellano, donde de un modo más o menos incidental se recurre al potencial explicativo de la rusofobia.  Nos estamos refiriendo a Charvin, Robert (2018) Rusofobia hacia una nueva guerra fría. El Viejo Topo. El original está escrito en francés. Costa Morata, Pedro (2023) ¡Rusia es culpable! Cinismo, histeria y hegemonismo en la rusofobia de Occidente. El Viejo Topo. Palermo, Giulio (2022) El conflicto ruso-ucraniano. El imperialismo estadounidense a la conquista de Europa. El Viejo Topo. Javier Couso-Permuy (2023) La propaganda antirusa al servicio de la guerra. Acercándonos Movimiento Cultural[2]. Taibo-Arias, Carlos (2017) La Rusia contemporánea y el mundo. Entre la rusofobia y la rusofilia. Los libros de la catarata.

Muchos lectores seguramente estarán familiarizados con el antisemitismo, otros muchos confundirán antisemitismo con anti sionismo, de modo que, dadas las campañas que se han puesto en marcha de forma sincrónica en todos los países que configuran lo que se conoce como los 1.000 millones de oro, endosarán el discurso según el cual oponerse a acciones del estado colonial israelí, es antisemita. Nada más lejos de la verdad, como hemos mostrado en otros lugar (https://tiempodetormentas.com/opinion/analisis/rectificacion-de-los-nombres-sionismo-antisemitismo-y-otros-monstruos-de-la-razon/). Pero la comprensión en España de que es la rusofobia es escasa y con frecuencia, en el discurso rancio de cierta derecha, se superpone al anticomunismo, como si toda la historia de Rusia fuera coincidente con la historia de la URSS, sin perjuicio de que el imperio ruso alcanzó su máxima extensión territorial precisamente bajo la URSS. No es por tanto demasiado sorprendente, aunque proyecte una imagen cateta de sus editores, que la entrada en castellano de la Wikipedia sobre rusofobia repose casi exclusivamente sobre uno de los libros del que queremos hablar (Faraldo, 2023).

Este libro está escrito por un historiador profesional, profesor de la Universidad Complutense, quien dice haberle dedicado un curso académico, en un centro universitario alemán. Es un libro que, si bien es meritorio, es notoriamente insuficiente. Insuficiente porque no analiza correctamente las raíces históricas ni las manifestaciones presentes de la rusofobia y maneja fuentes más bien limitadas. Por ejemplo, desconoce los otros dos títulos que nos ocupan.

El siguiente de los títulos, disponible en versión francesa e inglesa[3], (Mettan, 2015), (Mettan, 2017), es un libro extraordinariamente entretenido, documentado y fácil de leer. Escrito por un político y brillante periodista suizo, nos guía en un viaje por los discursos y prácticas rusofóbicas que van desde la gran escisión de la iglesia occidental hasta finales de la segunda década del siglo xx. El uso de fuentes de Europa occidental -apenas, salvo incidentalmente, se ocupa de USA-, es muy exhaustivo y bien traído en cada contexto del libro. Una lectura recomendable desde cualquier punto de vista.

El último de los títulos, (Diesen, 2022) ha sido escrito por un académico noruego, profesor del  Institutt for økonomi, historie og samfunnsvitenskap, en la Universitetet i Sørøst-Norge – Vestfold, buen conocedor tanto de la realidad política interna de Rusia como de Europa Occidental y experto en geopolítica, asunto sobre el cual ha publicado otros títulos, el último en 2024[4]. Diesen construye en este texto una definición operativa de rusofobia y muestra, con casos de uso, como esta entra en juego en la batalla geopolítica por la hegemonía, que se libra en esta tercera década del siglo xxi.

Leyendo este título aprendemos que los objetivos a los que sirve hoy la rusofobia son a los que siempre ha servido, a demonizar al enemigo. Sirve para mentir y ocultar golpes de estado. Este es el relato construido sobre caso del Maidan, según el cual el golpe del 2014 no sería un golpe de estado, sino la eclosión espontanea de la libertad. Y siendo esto así, es necesario ocultar, que los disparos que abatieron acampados en esa plaza, procedían en su totalidad o mayor parte de las huestes golpistas y no de la extinta Berkut, pese a que las más solventes evidencias demuestran lo contrario (Katchanovski, 2020) (Katchanovski, 2023)(a)  (Katchanovski, 2023)(b) [5]. Incluso en octubre de 2023 en Ucrania, se ha dictado una resolución judicial -de esas independientes- que se abona a esta tesis y condena a cuatro policías, tres en “absentia”. Ninguno de los francotiradores del bando golpista, que realmente asesinaron a más de 40 civiles, ha sido llevado a juicio, si bien la sentencia reconoce que hubo otros “snipers” distintos de los de la policía, tal vez de otro bando[6]. El relato de Maidan como “explosión de libertad” no sobrevivirá, salvo en los dispensarios de conspiraciones, a la verdad histórica que seguirá a la inevitable derrota de los golpistas y separatistas. Y ello pese a que los operativos del cambio de régimen copan, en todo lugar y momento, cualquier espacio disponible[7]. El caso Maidán es el último de una larga serie de revoluciones sin revolucionarios, las llamadas revoluciones de colores.

La rusofobia sirve también a concitar el apoyo a la detracción de fondos públicos del estado ruso, en violación de todo derecho de la UE, salvo que se hubiera declarado la guerra, cosa que no se ha hecho, así como a justificar las sanciones económicas, incluidas las extraterritoriales, un tipo de guerra no declarada. Y ello con independencia de que esas sanciones, de cuyo análisis nos ocuparemos en otro momento, estén en contra de los intereses de las gentes del común de toda Europa, particularmente en Alemania, como las próximas elecciones en ese país, van a demostrar.

La rusofobia es una de las coartadas preferidas por las élites occidentales para sostener las guerras interminables. Poco conocido es que la formalización de la rusofobia, como teoría política, se la debemos a Montesquieu bajo la forma de “despotismo oriental”, epíteto bajo el cual, amalgamaba toda suerte de príncipes de tierras exóticas según la literatura de viajes que llegaba a este magistrado de provincias.  Sin duda es más conocido por la separación -nunca dijo división- de poderes, aunque una catedrática emérita y pronto muerta, tutora que fue de príncipes y corruptas princesas, supuesta experta en ese autor, no se haya enterado.  Por cierto, Montesquieu fue notoriamente incapaz de apreciar la modernidad del “sistema de John Law” y se mofó, en alguna de sus Cartas Persas, de un modo más bien simple, de él. Seguramente ha llegado el tiempo de revisar lo que los modernos hicieron con su propia simpleza de la separación de poderes para crear la justitocracia. De eso nos ocuparemos en otro momento.

La rusofobia es un género con la extraña capacidad incombustible de reinventarse a sí mismo. Una de las últimas adiciones a este imperecedero género nos la ofrece Giuliano da Empoli con Le mage du Kremlin (Empoli, 2022). Hay que recordar que este brillante polígrafo no ha vacilado en escribir en Le Florentín, la hagiografía de un político tan patético como Enzo Renzi, dicho sea esto sin acritud, toda vez que este le aflojaba la panoja, lo que resulta ser un motivo muy justificado para escribir vidas de santos y, dada la afiliación de su think thank Volta, a la Global Progress Network, un motivo no menos justificado de crear diablos u “homes de palla”, como gustaba nombrarlos mi padre.  No se trata de metanoias, solo de avatares inducidos por quien maneja la bolsa, las menos veces con tan buen criterio como Sancho Panza en el último pleito descrito en el capítulo XLV de la segunda parte del Quijote (págs. 541-542 de mi vieja edición de Espasa), y las más, con mucho peor criterio.

Otra de las manifestaciones de la rusofobia es la que se cultiva en instituciones académicas, especialmente en todas aquéllas donde se pretende formar en las relaciones internacionales, que lleva a hacer análisis que, como poco, cabe calificar de delirantes. Por ejemplo, en 2022 se publicó un sesudo texto académico (Colom_Piella, 2022), donde se reunieron varios expertos, entre ellos académicos, vinculados al Ministerio de Defensa de España, donde entre un gran número de afirmaciones gratuitas y/o desinformadas, se hacen valoraciones de las sanciones de la UE contra Rusia como expresión de la autonomía estratégica europea, asunto en el que se incide de nuevo en una recensión publicada por una dependiente, en una revista de “ciencia política” de cuyo nombre no quiero acordarme, en noviembre de 2023.

Se requiere ser muy ignorante para reclamar que las sanciones europeas, un arma de guerra, cuyo uso ha venido creciendo en USA hasta límites estrambóticos, son una manifestación de la autonomía estratégica europea, cuando en realidad son puro seguidismo imperial, es decir, dependencia estratégica. Y cuyo impacto, extraordinariamente negativo, en la economía de la UE es tan evidente como insuficientemente analizada. El nivel de conocimiento de alguno de estos auto declarados expertos -no recuerdo si contribuye a este texto o no- lo pude apreciar en unas jornadas también del año 2022, cuyo título he olvidado, donde la asertividad del susodicho experto, medido por la velocidad con la que juntaba palabras, era directamente proporcional a la ignorancia de los temas sobre los que hablaba, en concreto sobre el desempeño del ejército ruso en Ucrania. Solamente la rusofobia, implícita o explicita es indiferente, puede dar cuanta de tal cúmulo de idioteces. En 2024 se va a hacer evidente la absoluta irrelevancia e incompetencia de estos discursos. Pero no espero que nada cambie en las universidades españolas que se ocupan de las relaciones internacionales, porque en ellas se repite, cual papagayos, el discurso elaborado en otros lugares, básicamente en USA y UK.

En este último país, hemos conocido recientemente, que se están ocupando de reescribir la historia del mundo para ubicar en ella a Ucrania[8]. Aparte que alguno de los contribuyentes, que no voy a citar, acaba de publicar un infame libro donde pretende hacer pasar sus opiniones por algo valioso, dada su condición de historiador, y que otra ha construido un relato completamente fake sobre el Holodomor, es bien relevante que esta iniciativa ha sido lanzada en un lugar con un nombre fake, el british museum (¿alguien ha visto algo british en ese museo, que más bien debería llamarse “universal expolium museum”?). Esa reescritura está financiada por uno de los yernos de Leonid Kuchma, uno de los prototipos de traidor y corrupto que puede encontrase en la historia universal. El susodicho yerno ha hecho su fortuna a la sombra de su suegro, expoliando los bienes soviéticos que cayeron dentro de las fronteras imaginarias de una república imaginaria llamada Ucrania. Obviamente los bienes que no se encuentren en activos financieros en la city o en paraísos fiscales, corren grave peligro, especialmente los que están vinculados a los limites imaginarios del 1991. Y todavía más hilarante es el argumento de objetividad: el susodicho oligarca no interviene en la redacción de la historia, de modo que esta será la expresión pura de la libertad académica. Tanto si me lo permiten como si no, me tomaré la licencia de llamarla por su verdadero nombre “prostitución académica”. Y aún más estrambótico es el ejemplo citado por el presentador del proyecto: si reconocemos que Hitler quería conquistar Ucrania, nuestra concepción de la segunda guerra mundial cambiará. Supongo que será su concepción la que cambiará. No sé, y llegados a este punto, no me interesa en lo más mínimo, cuál era su concepción, pero apostaría que era que los nazis luchaban por la libertad frente a las hordas comunistas asiáticas. Afortunadamente para otros muchos historiadores occidentales, no solo soviéticos, es más que evidente la motivación colonial que animaba a las huestes nazis, como ya hemos acreditado en otro lugar (https://tiempodetormentas.com/opinion/analisis/a-donde-vas-europa/). Motivación colonial que sigue animando a sus herederos imperiales en el siglo xxi, a cuyo servicio se ponen los prostitutos y prostitutas de la academia, al parecer, en este caso, en cifra no menor de unos 90 (mucho ha debido expoliar el yerno). Todo esto se oculta con la pantomima de la expansión universal de la libertad, reclamada por unas élites locales, previamente asalariadas por sus masters. Los rusófobos angloparlantes, muestran una creatividad incansable para inventar nuevas fantasías y relatos, que justifiquen su intento de apropiarse de los recursos de otros. Dada esa creatividad, cualquier intento de dar cuenta de la rusofobia es siempre provisional.

Si no puedes con el enemigo, aplícale lo que te han aplicado a ti. Esta es la última sofisticada formula para esconder la rusofobia, redescubierta por el separatismo ucraniano, desde el que se invoca la teoría anticolonial elaborada para dar cuenta del colonialismo europeo en todas partes salvo en USA, que es el estado colonial perfecto, toda vez que exterminó a la práctica totalidad de los indígenas. Australia y Nueva Zelanda le siguen en el ranking. No es que Rusia no se haya construido como un imperio, lo cual es evidente, pues desde bien atrás se dio ese nombre a si mismo. Es que el imperialismo ruso no es un tipo de “settler colonism”, al igual que tampoco lo fue el imperio hispano. Se trata más bien de un imperialismo minero (y en el caso de Siberia, originariamente de pieles) y se ha construido, al igual que el imperio hispano, en parte contra otros imperios y en parte absorbiendo minorías dispersas, que a diferencia de USA, no han sido exterminadas. La expansión del imperio ruso hacia el sur y el oeste ha sido contra otros imperios (lituano-polaco, iraní, otomano, francés, austrohungaro, británico, nazi y norteaméricano). Hacia el este y el sur, mongol, japones y chino. Solamente la expansión por absorción de territorios es predicable de Siberia, una zona de muy baja densidad de población.

Todo eso hace que la aplicación de la teoría anticolonial a la literatura rusa, tal y como hace (Thompson, 2000)[9] y evocan los separatistas ucranianos, es problemática, y en gran medida cabe colocarla bajo el epígrafe de propaganda rusofóbica. La narrativa imaginada (Anderson, 2016) de estos separatistas para construir una comunidad imaginaria ucraniana, curiosamente no evoca imágenes contra todos los que pasaron por esa llanura a lo largo de los siglos, solamente contra los rusos. Dado que sus patrones actuales están en el oeste, la lección no morder la mano que da de comer, la han interiorizado hasta el punto que parece indistinguible de su identidad dependiente. Es bien curioso que pretenda construirse, por estos separatistas, una idea de nación que en realidad es una unidad administrativa de un imperio atlántico que no se reconoce como tal. Todo indica que su reclamo de una identidad nacional resulta anacrónico, y para regocijo del patrón, mezcla anticomunismo con nacionalismo, haciendo pasar a ejecutores de judíos y otras minorías como héroes nacionales, un relato de ratas, como en este cuadro del pintor José Luis Serzo titulado Ratas Narradoras[10].

Hay un notorio antecedente de ratas invitándose a cenar, antes de capturar el queso. Fue protagonizado por el general alemán que publico el menú de la cena del día en que iba a entrar en Leningrado. Al igual que los que se reunieron para el reparto del día después de Siria, esa cena nunca tuvo lugar, toda vez que “von” Boche, nunca entró en Leningrado. ¿Retórica imperial? Si, alimentada por n versiones actualizadas de lo que fue la “Konto 5” hitleriana   (Goda, 2000).

Y podríamos seguir, seguir, seguir. Pero la paciencia del lector tiene un límite.

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Notas

[1] Incluso Madame Hillary Diane Rodham Clinton, reconvertida en profesora de “international and public affairs” en la Universidad de Columbia en New York, donde perorea sobre tópicos como la violencia sexual -nótese la ironía-, se escandaliza, junto con otros muchos proceres, de que muchos norteamericanos consideren más creíble lo que dice un ruso, que lo que dice una persona tan “respetada” como ella.

[2] Este título, que corresponde más o menos a un informe realizado desde el parlamento europeo, que puede verse aquí https://issuu.com/javiercousopermuy/docs/objetivo_moscu_of, se encuentra disponible para su compra en este enlace https://www.libros.acercandonoscultura.com.ar/libro-193-rusofobia_-la-propaganda-antirusa-al-servicio-de-la-guerra-.html

[3] Hace un tiempo estuve a punto de publicarlo en castellano, pero la operación se frustró.

[4] https://www.usn.no/kontakt-oss/tilsette/glenn-diesen-1

[5] Por cierto, que alguna de las “revistas científicas de mayor prestigio”, con evaluación por pares han aplicado la censura.  https://thegrayzone.com/2023/03/12/academic-journal-maidan-massacre/ La censura no es excepcional: el sistema de publicación científica está completamente roto por estas conductas de censura -muy frecuentes pero difíciles de probar- y por el modelo mismo de negocio y clama por una reingeniería total, antes de que la confianza pública en la ciencia se esfume por completo.

[6]  Y así lo analiza el citado académico ucraniando  Katchanovski https://canadiandimension.com/articles/view/buried-trial-verdict-confirms-false-flag-maidan-massacre-in-ukraine-2024

[7] El operativo toma el control y operativos ucranianos -Ukrainian Tech Ecosystem- toman posiciones https://thegrayzone.com/2023/10/31/regime-change-web-summit-ceo-israeli-war-crimes/

[8] https://www.theguardian.com/world/2023/nov/29/historians-come-together-to-wrest-ukraines-past-out-of-russias-shadow

[9] La autora es de origen lituano-polaco y sirve al programa atlantista.

[10] Una colección de relatos imaginarios en la órbita imperial atlántica, firmados por la flor y nata de esa tribu, la han reunido en este texto (Yermolenko, 2019). El slogan al que adhieren algunos de estos, supuestamente prohombres de la “Revolución de la dignidad”, es “La libertad es nuestra religión”.  Igual dicho al revés “la religión es nuestra libertad” se entiende mejor. No se me ocurre como puede vincularse este slogan con el ideal ilustrado.

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Referencias

Anderson, B. R. (2016). Imagined communities. Verso.

Colom_Piella, G. (2022). La guerra de Ucrania. Los 100 días que cambiaron Europa. Los libros de la Catarata.

Diesen, G. (2022). Russophobia Propaganda in International Politics. Palgrave Macmillan.

Empoli, G. D. (2022). Le mage du Kremlin. Gallimard.

Faraldo, J. M. (2023). Rusofobia. Ensayo Sobre Prejuicios Y Propaganda. Los Libros De La Catarata.

Goda, N. J. (2000). Black Marks: Hitler’s Bribery of His Senior Officers during World War II. The Journal of Modern History, 72, 413–452. doi:10.1086/315994

Katchanovski, I. (2020). The far right, the Euromaidan, and the Maidan massacre in Ukraine. Journal of Labor and Society, 23, 5-36. doi:10.1111/lands.12457

Katchanovski, I. (2023) (a). The «snipers’ massacre» on the Maidan in Ukraine. Cogent Social Sciences, 9. doi:10.1080/23311886.2023.2269685

Katchanovski, I. (2023) (b). The Maidan Massacre Trial and Investigation Revelations: Implications for the Ukraine-Russia War and Relations. Russian Politics, 8, 181–205. doi:10.30965/24518921-00802005

Mettan, G. (2015). Russsie-Occident Une Guerre de Mille Ans. Editions des Syrtes.

Mettan, G. (2017). Creating Russophobia.

Thompson, E. M. (2000). Imperial knowledge. Greenwood Press.

Yermolenko, V. (Ed.). (2019). Ukraine in histories and stories. Essays by Ukrainian intellectuals. Internews Ukraine, Ukraine World.

 

 

La transición energética no sucederá

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Recensión:

Fressoz, J.-B. (2020). Les révoltes du ciel: Une histoire du changement climatique XVe-XXe siècle. Éditions du Seuil.

Fressoz, J.-B. (2024). Sans transition. Une nouvelle histoire de l’énergie. Seuil.

Una de las experiencias, no se si más desagradables, pero sí más inquietantes, es descubrir que, pese a los muchos años vividos, o quizás debido a ellos,  una y otra vez, se hace evidente que gran parte de lo que uno creía saber sobre el mundo, es falso. Esta es la razón por la cual, en este mismo medio, comenzaré en breve a publicar una sección titulada: Teorías infames.

No se trata de una invocación de la falsa modestia del socrático “solo se que no se nada”. En primer lugar, porque esa frase, en el hipotético caso de que Sócrates la hubiera pronunciado, es muy improbable que fuera una manifestación de modestia, en boca de persona que era uno de los líderes intelectuales del partido aristocrático en la antigua Grecia. Y, en segundo lugar, porque descubrir que gran parte de lo que creías saber, es mentira, requiere un enorme esfuerzo.

Es bastante propio de idiotas creer que tienen opiniones propias -sin pararse a estudiar como llegaron a su cabeza- y a continuación mostrarnos lo buenas personas que son, porque respetan todas las opiniones, son tolerantes. Confunden el respeto a las personas con el respeto a las opiniones e incluso invocan esa famosa frase atribuida a Voltaire[1] pero que parece que el nunca pronunció, ni podía haber pronunciado, porque para nada corresponde a la Ilustración.

Las personas se respetan, las opiniones se combaten sin límite. No hay suficiente energía en este mundo para combatir las opiniones que se asientan en datos falsos, sobre todo cuando, una vez sí y otra también, uno descubre que, como otros muchos mortales, lleva muchos años siendo víctima de la agnocracia (McGoey, 2019), (Proctor & Schiebinger, 2008).

Una cosa es defender la parresia y sobre todo la isegoría, tanto o más importante que la parresia, pero ignorada por el liberalismo resultado de la guerra fría (Moyn, 2023) y por sus grandes propagandistas, los así llamado “liberalilotas”. Y otra muy diferente guardar silencio o no combatir una opinión errónea sobre la base de que todas las opiniones son respetables. Todas las opiniones no son respetables porque gran parte de ellas son producto de la violencia. Y es que contra lo que los bienpensantes creen saber, la violencia es constitutiva del orden, como Walter Benjamin dejó muy claro[2], es constitutiva del derecho, como el ilustre fascista Schmitt se esforzó en demostrar[3].

Y la violencia produce, inadvertidamente, opiniones por múltiples mecanismos de persuasión para hacer creer a las gentes del común que las opiniones que sostienen son suyas. Pero la mayor parte de esas opiniones no les pertenecen por autoría y además suelen ser contrarias a las acciones necesarias para mejorar su vida y la de todos los demás.

Nada de esto es casual. Así, con un cierto grado de sorpresa, me topé recientemente, en la sección autopropulsada de publicidad, con un video de youtube  donde una señora, entrada en carnes y pelo pintado de amarillo, eso sí de piel blanca -no es misoginia, ni gordofobia, ni blanco fobia, solo una constatación[4]-, defendía acríticamente ideas perversas de Alisa Zinóvievna Rosenbaum, reciclada en USA como Ayn Rand. Seguramente muchos de los votantes en Argentina o en Ecuador creerán que las opiniones de Alisa, en realidad se les han ocurrido a ellos mismos mientras dormían. Y de ahí resulta lo que resulta.

Solo habrá que seguir el rastro del $ o el € para descubrir que ese video, que se me ofreció “espontáneamente” por Google, – ¡que inteligentes algoritmos implementan! -, responde a una estrategia bien financiada por algunas de las muchas internacionales de la infamia.

Si no teníamos suficiente con la Europa de los valores, esa en la que por acción o por omisión, se cometen toda clase de atrocidades, ahora vamos a tener que convivir con la publicidad de los valores, cada vez más presente cuanto más oligarquizado sea el sector de pertenencia del “emprendedor” que se publicita.

Pero volvamos al tema que nos traía aquí.

El que escribe esto, como muchos otros, ha crecido con la idea de que unas fuentes de energía substituyen a otras, que la madera fue substituida por el carbón, este por el petróleo, el petróleo por el nuclear y, maravilla de maravillas, todo lo anterior será substituido por los molinos y las placas solares (las aguas al ritmo que vamos con beberlas nos llega). Incluso en recientes historias de la llamada revolución industrial británica (Wrigley, 2010) se mantiene ese punto de vista.

De aquí procede lo fácilmente que asumimos, como un hecho natural, la idea de la transición energética, que defienden el emperador y sus oficiales, pero también cipayos, áscaris, e indios auxiliares, unas vestidas de blanco, otras de verdes y verdes azulados, magentas y hasta rojos. El término parece que procede de la química nuclear[5]. Pero la metáfora ha salido del laboratorio y ha invadido nuestras vidas. No necesariamente para bien.

Pero si miramos la historia de los últimos 200 años, resulta que esta imagen es radicalmente falsa. Las materias primas -madera, carbón petróleo- no solamente no han substituido unas a otras, sino que el consumo de todas ellas ha venido aumentando, incluso en consumo per capita. Han cambiado los usos, las dependencias y simbiosis entre ellas, pero no el consumo total que ha ido creciendo simultáneamente. En cierto modo extiende la constatación de que la paradoja de Jevons no tenía nada de paradoja.

Esto es lo que se nos documenta en la monumental historia de la energía en los últimos 200 años que acaba de publicar (Fressoz, 2024).

Y nos documenta también, y este es el punto critico aquí, como se ha ido construyendo esa imagen falsa, quienes han sido los que le han ido dando forma, científicos reputados entre ellos, que ideologías los animaban, que recursos comunicativos han usado y como se ha llegado hasta el punto de contaminar incluso el último informe del IPCC https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg3/downloads/report/IPCC_AR6_WGIII_FullReport.pdf

Uno de los puntos que más me ha divertido es toparme con los trabajos de Marchetti[6], uno de esos magos que representó las energías en términos relativos en lugar de en absolutos, y modelizó el mundo con la ayuda de esa curva mágica, la curva logística. Y es que esta curva, usada entre otros para modelizar la substitución de tecnologías y la difusión de productos, me ha traído a la memoria discusiones locas de hace unos años sobre cómo no representa la eficacia publicitaria (aunque algunos supuestos licenciados en matemáticas de central de medios de entonces sostenían lo contrario y, si no han muerto, supongo que seguirán defendiendo).

Y ya puestos con este historiador, no podemos por menos de recomendar otra de sus obras anteriores en las que nos hacer saber que la conciencia de que el hombre actúa no solo sobre el paisaje sino sobre el clima, es mucho más antigua de lo que creíamos.

En (Fressoz, 2020) documenta el uso de esa conciencia al servicio imperial en la colonización de América. Aparte de la particular versión de atribuirse el derecho de usar la tierra por la que otros caminan desde antiguo, con el argumento que no la cultivan como solo el blanco europeo occidental sabe hacer, buena razón para quitársela, razón de la cual ya nos hemos hecho eco en https://tiempodetormentas.com/opinion/analisis/rectificacion-de-los-nombres-sionismo-antisemitismo-y-otros-monstruos-de-la-razon/ , señala un aspecto particularmente interesante.

Nos muestra que la idea de que los árboles son los principales responsables de que el clima del trópico sea especialmente húmedo y por ello, poco apto para la agricultura, de modo que procede talarlos, aparte de para calentarse, hacer barcos y otros utensilios, para hacer que el clima de esos territorios sea lo más parecido posible al de Europa occidental estaba presente en razonamientos de hace más de 400 años.

Incluso, más tarde, en la revolución francesa se atribuye responsabilidad de las mala cosechas a la inadecuada gestión de los bosques por parte de la aristocracia y la iglesia. Bosques que, previamente habían sido arrebatados a las gentes del común en toda Europa, como bien documento Marx en el libro primero del Capital, salvo en el noroeste de León y el Bierzo[7] (de lo que Karl no tuvo noticia, pues nada había en la biblioteca británica que diera cuenta de ello).

Dos lecturas fantásticas y recomendables las que nos propone Jean-Baptiste. Con ellas aprenderemos mucho, aprenderemos que no hay nada más viejo que lo que se nos presenta como nuevo. Una vez más debo repetirlo. Lo siento por las generaciones del plástico que creen vivir en un mundo completamente nuevo, y esto sí es cierto, lleno de plástico. Incluso sus cuerpos y el mío, están llenos de plástico. ¡Extraños ciborgs! Mejor habrá que llamarlos “plastiborgs”. Otra utopía que requiere ser reelaborada.

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Notas

[1] La frase en cuestión es “I disapprove of what you say, but I will defend to the death your right to say it”, “Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo» que al decir de (Boller & George, 1990) fue acuñada por Evelyn Beatrice Hall.

[2] En su breve opúsculo “Para la crítica de la violencia” (Benjamin, 1971, págs. 171-199).

[3] Especialmente en (Schmitt, 1986).

[4] Como Quevedo, fácilmente replicable para cualquier sexo i.e. “Un hombre con culo gordo y adornado con quevedos, a los españoles les cuenta, “los pasaportes de Kosovo valen, aunque Kosovo no aparece en los registros del ministerio”. A mi pasaporte osetio pegué una foto adornada con viejos quevedos y a Abjasia me voy en un carro serbio. Levanten la barrera y saluden al paso, que por los Pirineos se va ese  hombrecillo con culo gordo, adornado con quevedos”.

[5] Tal vez la autoría del término se pueda atribuir a Harrison Brown, uno de los que trabajaron en el Manhattan Project, si bien su vida política parece que se fraguó en https://www.eastwestcenter.org/ , antes de llegar a lo más alto de la capital del imperio.

[6] Más detalle aquí https://connect.iiasa.ac.at/news/1519240

[7] Sobre este interesante asunto hablaremos en otro próximo artículo.

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Referencias

Benjamin, W. (1971). Angelus novus. Edhasa.

Boller, P. F., & George, J. (1990). They never said it. Oxford Univ. Press.

Fressoz, J.-B. (2020). Les révoltes du ciel: Une histoire du changement climatique XVe-XXe siècle. Éditions du Seuil.

Fressoz, J.-B. (2024). Sans transition. Une nouvelle histoire de l’énergie. Seuil.

McGoey, L. (2019). Unknowers How Strategic Ignorance Rules the World. Zed Books, Limited.

Moyn, S. (2023). Liberalism against itself. New Haven: Yale University Press.

Proctor, R. N., & Schiebinger, L. (2008). Agnotology. Stanford University Press.

Schmitt, C. (1981). Legalidad y legitimidad. Editorial Aguilar.

Schmitt, C. (1986). Political Theology. The MIT Press.

Wrigley, E. A. (2010). Energy and the English Industrial Revolution. Cambridge: Cambridge University Press.

 

La próxima crisis está en camino

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Recensión:  Epstein, Gerald (2024). Busting the Bankers’ Club. Finance for the Rest of Us. University of California Press. ISBN: 9780520385641.

Nada puede cambiar cuando se continua en la misma senda. Es sabido que las crisis económicas son endémicas en el capitalismo. Suelen ir precedidas de una crisis bancaria. Cada muy pocos años sufrimos una de esas crisis bancarias. Lo que quizás es menos recordado, es que ha habido un período, inusualmente largo, en el cual esas crisis no tuvieron lugar: justo en las dos décadas que van desde el final de la segunda guerra mundial al inicio de la década de los años setenta del siglo xx, fenómeno que se aprecia con claridad en el Gráfico 1.

Gráfico 1: Proporción de países con crisis bancarias.
Fuente: (Reinhart & Rogoff, 2008)[i].

 

Se recordará que el 15 de agosto de 1971 Nixon abandonó los acuerdos que establecían el patrón oro, firmados por los “aliados” en 1945, en el Hotel Mount Washington de Bretton Woods (New Hampshire, EE. UU.).  A partir del 15 de agosto de 1971, USA podía emitir cuantos US$ considerara necesarios, cosa que hizo con largueza para financiar la guerra contra Vietnam (Kháng chiến chống Mỹ), guerra que, como es sabido, USA finalmente perdió. La práctica de desligarse del patrón oro para financiar guerras, no fue inventada por la administración Nixon; el imperio británico había recurrido a la misma táctica en varias ocasiones anteriores. También es conocido lo que siguió. Primero, la subida del precio del petróleo, con la consecuente estanflación, y después los acuerdos que abrieron los mercados financieros americanos a las satrapías del Golfo, que pusieron las bases para la entrada masiva de petrodólares en los mercados financieros mundiales, impulso inicial necesario para hacer del US$ no solo la moneda en la que se denomina el grueso del comercio mundial, sino también la moneda en la que denominan las reservas de los bancos centrales de todos los países del mundo.

A partir de ese momento, con la emisión de US$ liberada de cualquier restricción, las crisis financieras han venido sucediéndose, si bien afectaban a países distintos de USA, hasta la crisis de 2008, donde esto cambia radicalmente, y la crisis salta en el centro del imperio, y desde ahí, se extiende rápidamente al resto del mundo, debido esencialmente a que el capital financiero se mueve por el mundo sin control alguno, movilidad que se aprecia en el Gráfico 2.

 

Gráfico 2: Crisis bancarias y liberalización del movimiento de capitales
Fuente: (Reinhart & Rogoff, 2008).

 

Es sabido que tanto esa crisis de 2008 como la del Covid, son “resueltas” con la emisión masiva de US$ y €, con los llamados “quantitative easing”, cuyo nombre más correcto sería “entrega de moneda a cambio de basura”, toda vez que tanto la Reserva Federal de USA como el BCE entregan cantidades ingentes de moneda, a muy pocos bancos, a cambio de activos cuyo valor es próximo a 0. A explicar que está detrás de ese cambio, a entender por qué la crisis bancaria del 2008 se inicia en el centro del imperio, es a lo que se dedica el libro que nos ocupa, Busting de Bankers’ Club. El autor de este magnífico libro es Gerald Epstein, un “viejo” profesor de Economía en la University of Massachusetts Amherst, donde cofundó y codirige el Political Economy Research Institute (PERI), uno de los templos donde en USA se cultiva la economía institucional. Reconocido experto en economía financiera imparte en esa universidad, entre otros, un exitoso curso sobre “Finanzas y sociedad”.

La tesis fundamental del libro es que la causa de que las crisis financieras recientes se inicien en el centro del imperio, en USA,  se encuentra en la desregulación del sistema financiero, una “guerra”, la de la desregulación, a la cual se han dedicado, a lo largo de los últimos 50 años,  sin pausa las élites financieras del país, organizadas en lo que Epstein llama el “Bankers’ Club”,  En ganar la guerra el Bankers’ Club no se ha privado de ninguna arma, de modo que al seguir los pasos del club, como hace Epstein, se construye la mejor descripción realizada nunca de la corrupción sistémica[ii], en el ámbito espiritual por excelencia[iii], la gestión de la moneda.

Las victorias más notorias del Bankers’ Club han tenido lugar en la presidencia de un demócrata, Bill Clinton, presidente más famoso por la “fellatio” de una becaria, que por su contribución inestimable a la desregulación financiera (o por sentar las bases de futuros desastres geopolíticos en Europa). Y su condición de demócrata, i.e. “progre” en los estándares europeos, muestra cuan “dulce” es la captura de las mentes (y los cuerpos) inducida por la corrupción sistémica.

El libro está dividido en tres partes. En la primera parte se detalla como las regulaciones creadas a lo largo de los primeros años del sxx y, sobre todo, durante el New Deal de Roosevelt, explican la estabilidad del sistema que se extiende desde el final de la segunda guerra mundial hasta la década de los 70. En la segunda parte se detallan todos los componentes del Banker’s Club y las estrategias que han ido implementado para acabar con esas regulaciones. Y en la tercera parte, la más débil, se detallan posibles estrategias para acabar con el Bankers’ Club y devolver las finanzas a control público, o como lo resume Epstein, a “bancos sin banqueros”.

Esta última tarea es enormemente urgente, toda vez que las causas que están detrás de las dos últimas crisis financieras en absoluto se han abordado. Durante las administraciones del primer presidente “negro”, Obama, se han hecho unos tímidos intentos de reforma, de regular, sin apenas resultados prácticos; la desregulación continuó su expansión durante la administración Trump, y prácticamente nada se ha revertido durante la administración Biden.

Mientras tanto, uno de los desencadenantes inmediatos de la crisis de 2008, el incremento del precio de la vivienda muy por encima de los salarios reales, ha continuado su curso ascendente. En el Gráfico 3 mostramos los datos de USA, pero el fenómeno es mundial.

Gráfico 3: Evolución del precio de la vivienda (Índice Case-Shiller)
Fuente: https://fred.stlouisfed.org/series/CSUSHPISA#0 (Acceso: 2024/2/10). (Shiller, 2015)

 

La expansión del capital financiero, consecuencia y causa del crecimiento mundial de la desigualdad[iv], que ceba la bomba de la siguiente crisis, ha continuado su curso ascendente, tal y como se aprecia en términos absolutos en el Gráfico 4 y en términos relativos, en relación al PIB, en el Gráfico 5.

Gráfico 4: Evolución del capital financiero USA.
https://fred.stlouisfed.org/series/FBTALDQ027S (Acceso: 2024/2/10).

 

Gráfico 5: Sector financiero cómo % del Producto Interior Bruto USA
Fuente: (Epstein, 2024).

 

Así pues, si la desregulación financiera, que ha estado detrás de las ultimas crisis del 2008 y 2019, no se ha corregido -incluso se ha ampliado- no hay razón alguna para esperar que las crisis no se aparezcan de nuevo. Lo harán y serán de una escala planetaria nunca vista antes de hoy. La desregulación conduce a la guerra, pues esta es la expresión absoluta de la desregulación, hecho que se hace evidente si nos despojamos de las anteojeras del supuesto derecho de guerra con el cual los vencedores revisten sus actos, al tiempo que hacen oídos sordos a las invocaciones de tal derecho por parte de los más débiles. Y las crisis, con o sin guerra, son demoledoras para las gentes del común.

Y es en este punto donde el optimismo de Epstein y el mío, caminan en paralelo. Epstein, es plenamente consciente de la corrupción sistémica que asola a USA; de hecho, su libro es la descripción más detallada disponible de esa corrupción sistémica, en todo lo relativo al mundo de las finanzas. Pero aún así, confía en que, dado que en el pasado el sistema fue reformable, habrá de volver a serlo ahora. La cuestión es cómo. A mi me parece que incluso en presencia de un gran shock, de una gran crisis, el sistema no es reformable. Más bien me parece que las élites van a optar por soluciones autoritarias, que más pronto que tarde conducirán a la generalización de conflictos cinéticos, que muy bien pueden adoptar la forma de guerras civiles y guerras inter estados. Quienes quieran prevenirlas, toda vez que su escala será planetaria, harán bien en dedicarse a la urgente necesidad de crear una quinta internacional, capaz de influir en el resultado de un previsible desastre planetario. El calentamiento global incluirá, en esta perspectiva de quinta internacional, no solo el calentamiento físico de la atmosfera que respiramos sino también el calentamiento global del clima social en el que vivimos. Tanto en uno como en otro calentamiento, vamos tarde, muy tarde.

Además de la vida en nuestros cuerpos, queremos continuar nuestra vida espiritual, queremos continuar cultivando la poesía (ver nota 3). Por eso y para eso, como dice Epstein, necesitamos “banca sin banqueros”. Es sabido que, en la Revolución Francesa, los revolucionarios “olvidaron” asaltar el Banco de Francia, y se vieron obligados, después de ese olvido, a poner en marcha una serie de pintorescas maniobras para producir moneda, i.e. moneda con la garantía de las tierras “expropiadas” a las “manos muertas”. Ni Lenin ni Mao cometieron el mismo error. Pero casi todos los “reformistas” han repetido los errores de los revolucionarios franceses. Uno de los casos más hilarantes es la negativa del director del Deutsche Bank a conceder un préstamo al gobierno socialdemócrata alemán, durante la república de Weimar, siendo ministro de finanzas precisamente Rudolf Hilferding. No se si Rudolf fue gran teórico -es notoria su apreciación de la integración del capitalismo alemán de su época bajo el mando de consorcios financieros, lo cual le llevó a la ensoñación de la toma de control sin necesidad de socializar el campo y las pequeñas industrias- pero desde luego demostró ser gran deficiente práctico. A Rosa Luxemburg la privaron de esa oportunidad. Y todavía falta por aclarar si aparte de los autores materiales e intelectuales del magnicidio hubo otros cómplices, activos o pasivos.  Es por tanto previsible que todos los reformistas europeos modernos cometan el mismo error de los revolucionarios franceses y no empiecen por demandar el control del Banco Central Europeo. ¿Han oído el estruendoso silencio? Por cierto, genuinos populistas, como los americanos del xix, (Goodwyn, 1981) eran muy conscientes del cuan necesario era invocar y cultivar, por sobre todas las cosas, el espíritu de la moneda. No se si otros modernos, que usan exotéricos (con x) términos como “raíces”, “sentido” y “alas”, dominan las poéticas necesarias para invocar y cultivar el espíritu de la moneda. ¿Quieren que les conteste o prefieren responderse ustedes mismos?

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Notas

[i] Nos hemos permitido, por conveniencia expositiva, tomar charts de estos autores, sin perjuicio de dejar constancia de que estos personajes, prebostes de Harvard y el FMI, son responsables de uno de los casos de infamia y corrupción intelectual más notorios de la profesión económica, impidiendo que los datos que ellos mismos manejan, maten una “buena” historia. En su caso la historia era la defensa de la austeridad, para lo cual era imprescindible mostrar el efecto deletéreo de la deuda pública sobre el crecimiento económico. El “globo” se lo pincho un modesto estudiante de master justamente en la misma universidad donde enseña el autor del libro que nos ocupa en esta recensión.

[ii] El concepto de corrupción sistémica o política ha sido acuñado y explicado en (Nuñez, 2022).

[iii] Después de tantos y tantos años oyendo como las elites liberalilotas se desgañitaban para descalificar el “materialismo histórico” con el argumento del “determinismo” materialista o económico, que dejaba fuera la vida espiritual, he llegado a una conclusión paradójica: el centro del materialismo histórico es el estudio de la moneda. Y la moneda es la expresión más refinada del espíritu. Y los banqueros, sus cultivadores por excelencia, son los grandes poetas de nuestro tiempo. Pues como se enuncia en otro lugar (Nuñez, 2025) “La prueba más evidente de la naturaleza espiritual de la moneda, es que fluye hacia arriba. La prueba más evidente de su potencial mágico es que puede actuar a distancia. La prueba más evidente de la espiritualidad del materialismo histórico es que da cuenta del devenir del mundo a partir de la potencial espiritual que lo mueve: la moneda”

[iv] A explicar cómo es esto posible, consecuencia y causa, hemos dedicado un reciente artículo (Núñez, 2023)(a), (Núñez, 2023)(b) al que remitimos al lector interesado. En ese artículo se hace énfasis en que todo esto solo es comprensible cuando se encaja dentro de una lógica imperial que se despliega a escala planetaria.

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Referencias

Epstein, G. (2024). Busting the Bankers’ Club. University of California Press.

Goodwyn, L. (1981). The populist moment. Oxford Univ. Pr.

Nuñez, M. (2022). Corrupción: ampliando el alcance. Corruption: Expanding the reach. Tendencias Sociales. Revista de Sociología, 8, 5-36. doi:https://doi.org/10.5944/ts.2022.34258

Núñez, M. (2023)(a). Capital Ficticio y Digitalización. Editorial. Presentación del monográfico. Revista de Estudios Globales. Análisis Histórico y Cambio Social, 3. doi:https://doi.org/10.6018/reg.601851

Núñez, M. (2023)(b). El particular momento del dominio por el capital ficticio. Revista de Estudios Globales. Análisis Histórico y Cambio Social, 3, 63-132.

Nuñez, M. (2025). Escolios a textos explicitos (I). Unpublished.

Reinhart, C., & Rogoff, K. (2008). Banking Crises: An Equal Opportunity Menace. doi:10.3386/w14587

Shiller, R. J. (2015). Irrational exuberance. Princeton: Princeton University Press.

 

NASA: el telescopio espacial James Webb, el más potente de la historia, podría detectar civilizaciones extraterrestres

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Para deducir la composición atmosférica de un exoplaneta, el telescopio Webb utilizará una técnica llamada espectroscopia de transmisión. Si un exoplaneta pasa entre el Webb y la estrella durante su órbita, bloqueará parte de la luz estelar. Si el exoplaneta tiene atmósfera, los gases que contenga absorberán parte de esa luz antes de que llegue a los sensibles espejos del Webb. Después, los astrónomos podrán determinar qué longitudes de onda faltan en la luz que atravesó la atmósfera para inferir los gases presentes.

 

 

 

 

El telescopio James Webb

fotos: NASA

 

El nuevo telescopio espacial James Webb de la NASA podría detectar civilizaciones extraterrestres basándose en la contaminación del aire procedente de sus planetas, según un estudio.

 

Los astrónomos esperan que el nuevo telescopio cambie la forma en que entendemos nuestro universo, al igual que hizo el telescopio espacial Hubble décadas antes. Y es que, entre otras, una capacidad tentadora que ofrece el James Webb –a diferencia del Hubble– es la oportunidad de obtener imágenes directas de exoplanetas individuales que orbitan alrededor de estrellas lejanas; una perspectiva tentadora que, según algunos, podría llevarnos a descubrir vida.

Rastros detectables de clorofluorocarbonos (CFC)

En concreto, astrobiólogos, incluidos los de la NASA y la Universidad Estatal de Pensilvania (EE. UU.), aseguran que el James Webb tiene el potencial para detectar marcadores de habitabilidad, así como firmas atmosféricas y superficiales de vida en otros planetas.

En un estudio aún no revisado por pares, publicado a principios de este mes en el servidor de preimpresión ArXiv, afirmaron que, con los ajustes adecuados, el potente telescopio podría utilizarse para detectar planetas con rastros detectables de clorofluorocarbonos (CFC) en su atmósfera.

«Tecnofirmas»

En la Tierra, los gases de efecto invernadero como los CFC, que agotan la capa de ozono, y que han persistido debido a su larga vida en las capas más externas de nuestra atmósfera, son un claro indicador de una civilización industrializada.

Bajo esta misma premisa, según el razonamiento de los científicos, civilizaciones extraterrestres también podrían dejar o haber dejado señales similares –componentes atmosféricos artificiales– en otros planetas, lo que podría considerase como «tecnofirmas» en la búsqueda de vida extraterrestre.

«Las biofirmas se refieren en general a cualquier evidencia de vida detectable a distancia, mientras que las ‘tecnofirmas’ describen específicamente la evidencia observacional de tecnología que podría ser detectada a través de medios astronómicos», escribieron los científicos en el estudio.

«Las tecnofirmas son una continuación lógica de la búsqueda de biofirmas, ya que ambas se basan en la historia de la vida y la tecnología en la Tierra como ejemplos de la evolución planetaria», explicaron.

 

El sistema TRAPPIST-1

El equipo incluso identificó un buen primer objetivo para buscar CFC: TRAPPIST-1, un sistema formado por varios planetas del tamaño de la Tierra que orbitan alrededor de una estrella enana roja situada a apenas 40 años luz.

«Los CFC son un ejemplo notable de tecnofirmas en la Tierra, y la detección de CFC en un planeta como TRAPPIST-1e sería difícil de explicar a través de cualquier característica biológica o geológica que conocemos hoy en día», se lee en el documento.

Sin embargo, los científicos admitieron que la capacidad del nuevo telescopio para encontrar CFC en otros planetas tiene varias limitaciones. Por ejemplo, si la estrella de un planeta es demasiado brillante, ahogará la señal. Por lo tanto, el telescopio tendrá más éxito observando estrellas de clase M, que son enanas rojas tenues y de larga vida, como el TRAPPIST-1.

Por desgracia, las estrellas de clase M no suelen ser propicias para la vida, aunque los expertos advierten que, si se ralentizan a medida que envejecen, pueden llegar a ser más habitables.

Según reporta Universe Today, el telescopio James Webb podría ver los CFC en los planetas de TRAPPIST-1, porque la estrella tenue no ahogará la firma de los CFC de la misma manera que lo haría una estrella brillante, como nuestro Sol (una estrella de tipo G).

Un futuro emocionante en la exploración espacial

No obstante, eso podría cambiar pronto a medida que se vayan desarrollando tecnologías aún más capaces. «En las próximas décadas habrá al menos dos de las tecnofirmas pasivas de la Tierra, las emisiones de radio y la contaminación atmosférica, que serían detectables por nuestra propia tecnología alrededor de la estrella más cercana», aseguró el equipo.

En cualquier caso, el hecho de que estemos a punto de tener la capacidad de mirar directamente abre un gran abanico de posibilidades para entender el cosmos. Como concluye el artículo, «con el lanzamiento del telescopio James Webb, la humanidad puede estar muy cerca de un importante hito en la búsqueda de inteligencia extraterrestre».