Harrington, Brooke (2024) Offshore. W. W. Norton & Company
Harrington, Brooke (2016) Capital without borders. Harvard University Press
Es sabido que los teólogos cristianos de la primera época apalancaron sobre Mateo 19, 23-30 “En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Yo les aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos. Se lo repito: es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los cielos», para convencer a las élites romanas que dejaran de gastar sus fortunas en obras públicas, que suntuosas o no, embellecían las ciudades y devenían de público uso por las gentes del común, para transferir sus fondos a las arcas eclesiales a cambio de un pasaporte a ese Reino de los Cielos (Brown, 2016). Los modernos han descubierto la utilidad de los pasaportes de oro (Surak, 2023) para los híper ricos de los siglos xxi, haciendo posible, entre otros despropósitos, la más grande burbuja inmobiliaria de la historia.
Creo que fue el difunto Olof Palme quien afirmó, que el problema no son los ricos sino los pobres, afirmación con la cual reelaboraba la caridad cristiana (o cualquiera otra) de su ejercicio individual a su ejercicio desde el Estado. Estos quiebros de la imaginación socialdemócrata (Persson, Boräng, & Carlitz, 2025) nunca resolvieron el problema de la desigualdad. Tan es así que la Suecia actual[1] es uno de los países más desigualitarios del mundo, de modo que todo el programa socialdemócrata, en un tiempo admirado por los “progres” del mundo, ha sido enviado al estercolero de la historia, como ya señalamos en otro lugar.
Y muestran la perversa reverencia por la propiedad (Garnsey, 2007) que desde siempre les ha poseído. Pero la riqueza, como se dice en De Divitiis[2], nunca ha sido inocente. Y a diferencia de lo que sostenía Palme, y otros como el, “Tolle divitem et pauperem non invenies”: liberate del rico y no encontrarás al pobre. En el mundo de estos modernos socialdemócratas, además se han invertido los términos antiguos del respeto por la riqueza. Si bien se cuestiona la riqueza heredada, y de ahí el impuesto sobre las herencias, se alaba la riqueza adquirida como resultado de la innovación y el riesgo. Y así abrieron el camino al mundo de las “nuevas” viejas derechas -i.e. a lo Isabel de Ávila[3] o Milei del Manicomio[4]– que ya no cuestionan ninguna de las dos[5]. Pero nos dicen en De Divitiis, y otros lo han reproducido después, que detrás de cada gran patrimonio, nuevo o viejo, hay alguna(s) obscura historia de injusticia. El mundo, nos dice también, se divide entre los que tienen demasiado, los que no tienen nada y los que tienen lo suficiente.
Los modernos hablan de crecimiento, e incluso a la cabalgata de los reyes magos, economistas imperiales le pusieron el nombre de “trickle-down economics”, versión moderna, privada de la dimensión mística, del “commercium” antiguo. Pero nunca hablan de “crecimiento en igualdad”, “trickle-up economics”, el único relevante para las gentes del común. Han convertido la codicia en la gran virtud de esta “discolor aetas”, como captó magníficamente Mandeville.
La propia separación causal de los ricos y los pobres, que hace de estos responsables de su pobreza y aquéllos responsables de su riqueza[6], muestra cuan perverso ha sido todo el programa socialdemócrata, incluida su fanfarria de la igualdad de oportunidades. Por una parte, la desigualdad no resulta en nada minorada por la igualdad de oportunidades, es resistente a esas e incluso a políticas más ferozmente igualitarias (Lankina, 2021). Y por otra, abordar únicamente la desigualdad de ingresos, para “combatir” la cual se diseñaron en su momento los impuestos progresivos sobre la “renta”, (que han devenido exclusivamente impuestos sobre los salarios, dejando intactos los ingresos de los rentistas), deja intactas la concentración de las rentas en la cumbre, que escapan a las imposiciones sobre los salarios y se acumulan como riqueza y se transmiten hereditariamente.
En ese proceso de escapar a la imposición progresiva, y a la imposición sobre la riqueza, dos son los instrumentos fundamentales, íntimamente relacionados, la movilidad de capitales y los paraísos fiscales. El movimiento de capitales ha devenido una suerte de dogma de la modernidad y los paraísos fiscales el agujero negro de la modernidad.
Hubo un tiempo, hace unos años, donde viejas izquierdas, proponían un discurso tan abstracto como desolador, donde todo era sistema y no había humanos a los que señalar -si no disparar- como responsables y beneficiarios. Y las estructuras eran tan inasibles que parecían imposibles de derrocar. Ese discurso, que aparecía en textos como Imperio de Hardt-Negri era tanto más desconcertante cuanto que al menos uno de sus autores, Negri, habían defendido la acción obrera directa[7]. Seguramente, como muchos otros, sufrió una intoxicación de “hongos Foucault”[8].
Lejos de esas abstracciones, en los últimos años se ha acumulado conocimiento suficiente para entender la relación entre la globalización y las desigualdades de riqueza (wealth) (Palan, Murphy, & Chavagneux, 2010), que permiten pasar desde los abstractos capital, capitalismo, a los concretos, a los primates humanos (Shaxson, 2016) (Bullough, 2019), extraordinariamente escurridizos[9], debido a su movilidad[10], que realmente detentan la riqueza, y las cuantías de la misma (Zucman, 2017), así como los métodos que usan y las gentes en las que se apoyan para ocultarla (Harrington, 2016).
Los orígenes de los llamados paraísos fiscales, si bien pueden ser rastreados hasta el siglo xix (Guex & Buclin, 2023), en su mayor parte se lanzan en el eclipse del imperio británico, en los años justo antes y después de su desaparición (Bullough, 2023), (Koram, 2022). Y es bien notorio comprobar que aún en esta tercera década del sxxi, del orden del 85% de los paraísos fiscales se encuentran en antiguos territorios del imperio británico (incluido USA)[11]. En los últimos años aparecen algunos nuevos, particularmente, en la zona del Golfo, cuyo futuro es, por otra parte, incierto. Los paraísos fiscales, aparte de para ocultar la riqueza de los “oligarcas” del centro y las primeras periferias del imperio, siguen siendo usados como un mecanismo colonial, i.e. detrayendo fondos de los llamados “frontier markets” (Hoang, 2024). Los mecanismos a través de los que los fondos fluyen de la periferia al centro, a través de los “paraísos secretos” son múltiples (Ndikumana, 2011), (Ndikumana & Boyce, 2022) y no solo, como quieren hacernos creer algunos, resultado de deficiencias en la fiscalidad (Fjeldstad, Jacobsen, Ringstad, & Ngowi, 2017)[12].
Y es en ese contexto, de pasar de lo abstracto a lo concreto, que creemos hay que situar las dos publicaciones que nos ocupan hoy. La autora es una antropóloga entrenada en la observación participante. No se ha hecho millonaria, pero si se certificó mediante el correspondiente curso, como agente en la gestión profesional de fortunas, es decir, como experta en la creación de esquemas financieros y fiscales multinacionales destinados no solo a no pagar impuestos sino a ocultar a los verdaderos detentadores de la riqueza, al tiempo que la pueden gastar en sus fantasías suntuosas (sexuales y de otro tenor).
Es sabido que los estudios sobre élites son escasos, pese a su extraordinaria relevancia política (Mills, 1957). Es casi imposible estudiar las élites[13]; por eso se substituyen por abstractos. La antropología ha prosperado inicialmente como herramienta de administración colonial y, eventualmente, como herramienta de información anti insurgente[14]. De hecho, cuando dejó de ser usada con este fin, la eficacia de las estrategias anti insurgentes ha caído notoriamente. Muchos potenciales lideres de revueltas, insurgentes o no, son perfectamente conscientes de ese uso, como han documentado algunos antropólogos despistados, y han dejado de lado su narcisismo en favor de la seguridad, negándose a participar como informantes, toda vez que la información que proporcionen, lejos de contribuir a resolver los problemas a los que intentan dar respuesta, sirve para reprimirlos.
En (Harrington, 2016) podemos leer un apasionante informe de investigación detallado de sus hallazgos. Es importante retener que no se trata de una investigación de cámara oculta, cual periodista de investigación, agente del fisco o agente del orden o de “inteligencia”. Dotada de los conocimientos técnicos necesarios para mantener una conversación con los “profesionales” del secreto de la gestión de fortunas, realizó entrevistas, habiendo dejado claro que el objeto de las entrevistas era un proyecto de investigación académica. Aunque naturalmente se encontró con negativas, ocultamientos y gestión de impresiones, también se encontró con informantes francos, suficientemente conscientes de que se ganaban muy bien la vida en un negocio que, si bien no ha sido, todavía, declarado ilegal, es extraordinariamente gravoso para el resto de los mortales, excepción hecha de sus clientes y ellos mismos.
En el puede leerse: “While the special privileges of the rich in terms of tax avoidance and investment advice get the bulk of scholarly and popular attention, this study suggests that these only set the stage for the most structurally significant event: the intergenerational transmission of wealth. By turning one generation’s surplus (created perhaps through tax avoidance and special investment opportunities) into a dynastic fortune, wealth managers contribute to the hardening of class divisions over time. Using trusts, offshore firms, and foundations, professionals can ensure that inequality endures and grows in a way that becomes difficult to reverse short of revolution. These resulting concentrations of private wealth, in turn, enable high-net-worth individuals to continue shaping the future in their favor by “buying” the versions of political and economic organization most favorable to themselves”.
En (Harrington, Offshore, 2024)podemos leer un resumen breve de sus propias conclusiones y de otros que han trabajado sobre el asunto y su propuesta operativa, más o menos distraída y edulcorada, como corresponde a una académica que sobrevive en USA con los emolumentos académicos y las becas de investigación: destrúyase el negocio de los agentes que gestionan las grandes fortunas y las ocultan por todo el mundo. Si se destruye a estos operativos, se acabó el fraude fiscal legal. Naturalmente el problema no desaparecerá del todo, porque algunos pasarán a la clandestinidad, pero la crisis fiscal de los países de los que proceden las fortunas ocultas, desaparecerá.
Y sobre todo, aún más importante, la base de la acción de las “élites insurgentes” desaparecerá: “As a matter of public interest, it should be widely known that offshore finance is not just about naughty celebrities and tax avoidance: it’s the platform for an elite insurgency opposed to basic principles like equality before the law, economic stability, free markets, and social solidarity. “Tax haven” is a common term in the news, but it’s quite misleading about what offshore finance really is. It’s a system that sells secrecy to the very rich. Shielding wealth from taxes is just one of the many by-products of that transaction”. (…) “Thus, government and corporate leaders who appear in the offshore leaks should be understood not just as corrupt people who got caught: they are elites in revolt, engaged in a political project of refusing obligation to the societies that allowed them to become wealthy and powerful”.
Y esta es una de las lecciones más importantes que debe ser aprendida, incluso por los liberalilotas no cínicos -si es que hay alguno-, de una vez por todas: no es que la democracia sea un dios caído, como dicen algunos propagandistas, fraudulentamente etiquetados, por otros propagandistas, como filósofos (Hoppe, 2013)[15], sino que ha sido tomada por una élite hiper rica e insurgente (Page & Seawright, 2019), contra la cual es necesario aplicar métodos contundentes (por desarrollar y probar). Si aprendemos algo de la guerra contrainsurgente -y algo hemos aprendido[16]– un método eficaz es atacar las redes de apoyo: identificar, atacar y destruir todas las redes de profesionales que dan soporte, en los diferentes paraísos fiscales, a estas élites insurgentes. Llamaremos a este método criminológico, en el contexto offshore, el método Lansky[17]. Las técnicas de network analysis a utilizar para su mapeo en la primera fase -identificar- han sido ilustradas en (Chang, Harrington, Fu, & Rockmore, 2023): “the professional intermediaries are pivotal not only in maintaining the offshore financial network but in facilitating some of its most harmful outcomes, such as exploding wealth inequality and elite corruption”.
Lejos de prepararse para aplicar el método Lanski, el mundo del imperio atlántico va en la dirección contraria. En 2000 en USA se aprobó la U.S. Uniform Trust Code y en UK, la U.K. Trustee Act of 2000, que reconocen como profesión legitima precisamente a la profesión dedicada a la ocultación de la riqueza. Una manifestación de la “corrupción sistémica”, de la que hemos hablado en otro lugar.
En este contexto, podríamos preguntarnos ¿para qué sirve la UE? La respuesta corta es para nada[18]. Pero se puede elaborar algo más. La UE debe ser conducida a su propia destrucción y substituida por una república europea, con solamente dos objetivos: acabar con la pobreza y acabar con la concentración de la riqueza en la cumbre. Y estas no son dos luchas diferentes, es la misma Shaxson2018. En esa lucha, la implementación del método Lanski es crucial, probablemente definitivo.
Ese programa político sin duda hará renacer, con nuevos objetivos, los ejércitos secretos de la OTAN, creados en su momento para combatir comunistas (Ganser, 2010). Por eso, los jóvenes llamados a librar la batalla por la república europea, tendrán que plantearse cuáles serán las combinaciones de armas de las que habrán de dotarse. La primera de ellas es disolver la propia OTAN.
De no suceder ese renacimiento, con toda seguridad asistiremos no se si a una gran divergencia (Pomeranz, 2024) (Pomeranz, 2001)invertida, porque nada asegura que el resto del mundo siga un camino de progreso, pero con toda seguridad una gran involución de imprevisibles consecuencias: “The offshore world has created zones of lawlessness: not just in regard to tax laws but with respect to all laws”, nos dice nuestra invitada de hoy. Anarquismo de los ricos. En verdad este mundo ya fue anunciado, con presciencia memorable, en la Revuelta de las Élites (Lasch, 1996), que no en la de las masas.
Notas
[1] La misma Suecia que ha entrado de derecho -ya lo era de hecho-, sin debate ni referéndum, en la OTAN y, al tiempo que se comporta como tierra conquistada por el imperio atlántico, se ha reencontrado con el espíritu guerrero de su derrotado Carlos XII, y amenaza a Rusia con proceder al robo de la “flota en la sombra”, usando para ello su aviación, a partir del 1 de Julio de 2025. Esto ha obligado a Rusia a juntar los petroleros y protegerlos militarmente mientras surcan aguas internacionales; protección que, por otra parte, hasta el momento no está resultado eficaz contra las bombas colocadas en los mismos petroleros (al menos 4 han sido afectados, desde que la UE los definió como “objeto de sanciones”; al parecer hay varios tipos de sanciones). Sin minas, sin industria competitiva, sin servicios competitivos, el pirateo marítimo es una opción para Suecia, eso sí, de alto riesgo boomerang.
[2] Agustín de Hipona y su cábala fueron definitivos en esta batalla, frente a Pelagio y sus discípulos, hasta el punto que al día de hoy, en su época, famosos textos de este grupo, como De Divitiis, siguen sin ser traducidos al castellano (un nuevo sello editorial solventará esta deuda en 2026). La edición latina, en mi biblioteca personal está en (Caspari, 1964, págs. 25-67). Una traducción al inglés en (Rees, 1991, págs. 174-211) cap. 9. Un comentario sobre el texto se encuentra en (Brown, 2016, págs. 622-646) cap. 19.
[3] Recuérdese que en Madrid hay un Cerro los Locos que una vez se llamó Cerro de las Balas.
[4] Quien de pronto descubre que el amigo americano del norte le “roba” (como viene haciendo desde su fundación) en los tribunales imperiales … nada menos que la petrolera del país, YPF.
[5] Sin cuestionarse su evidente incompatibilidad, toda vez que la herencia sitúa al heredero fuera del “mercado” (Beckert, 2008), donde supuestamente lucha el innovador.
[6] Y alimenta el narcisismo patológico de esas élites, base del fascismo (McLaren, 2023).
[7] Y fueron acusados, como no, del comodín terrorismo y, en el caso de Negri, le obligaron a refugiarse en Francia. Y ahí, precisamente, le enviábamos sobres.
[8] No recuerdo en este momento quien, pero alguien que lo conoció personalmente, me hizo saber que, salvo los cuerpos de sus amantes masculinos, al menos hasta completar la tarea, detestaba cualquier cuerpo pobre. Lo suyo era el abstracto mundo de los micropoderes impersonales.
[9] Si bien se los puede encontrar en los clubs más selectos, con el champagne mejor criado, por medio mundo, donde hembras hermosas -en otro tiempo se las llamaba cazafortunas- tratan de captar su atención (Mears, 2020). ¿Feminismo?
[10] Y la competencia por atraerlos a la inversión en activos inmobiliarios en las ciudades de los mil millones, lo que ha conducido a la expulsión de miles de gentes, más o menos del común, de esas mismas ciudades. El movimiento es extraordinariamente injusto y el apoyo electoral a los/las políticos que han promovido las iniciativas, es un voto perfectamente estúpido, contra los propios intereses, emitido por la mayor parte de los votantes.
[11] Los factores facilitantes de este hecho requieren una investigación detallada. El factor decisivo es puramente pragmático: continuar el imperio por medios financieros. Y el reconocimiento legal internacional del que goza el “trust”, pero no el waqf es directamente dependiente del poder imperial, primero del imperio británico y posteriormente del imperio atlántico USA. Es pintoresco, hasta cierto punto, que algunas de las instituciones de la “common law”, particularmente el trust (Langbein, 1997), estén emparentados, al decir de algunos, con el waqf musulmán (Kuran, 2011). Y es probable que una de las fuerzas impulsoras de su desarrollo en Inglaterra fuera precisamente la necesidad de “proteger”, durante su ausencia, las propiedades de los cruzados de alta alcurnia.
[12] En esta perspectiva, que alimenta la “cooperación al desarrollo”, todo se resuelve “fortaleciendo la capacidad recaudatoria del estado”, especialmente cuando esta está siendo mermada en el centro y la primera periferia del imperio atlántico. Obviamente esa cooperación al desarrollo no desarrolla nada.
[13] Incluso las de medias y puntillas, que ni tiene bolsa ni espada, como los jueces.
[14] Uno de mis favoritos en esta rúbrica es James C. Scott, que empezó su carrera como operativo de la CIA en Asia.
[15] Versión centroeuropea de charlatanes argentinos, con frecuencia con apellidos italianos, pero también suecos u holandeses, que gustan de presentarse como expertos en marketing. Los he sufrido en alguna de mis vidas pasadas.
[16] Incluso por transmisión oral. Recuerdo de mi lejana infancia como una de las claves del cerco al maquis en el noroeste, fue el hallazgo casual de un documento en Columbrianos con el detalle de las “casas francas” en el Bierzo de los guerrilleros refugiados en las montañas circundantes.
[17] En honor al judío Maier Suchowljansky (alias Meyer Lansky), brillante matemático práctico, que había creado una no menos brillante red de blanqueo para la mafia. Esta duró hasta que el descuido de un operativo, de cuyo bolsillo cayó un papel con la anotación MARAL 2812, condujo al FBI hasta la cuenta en Banque de Crédit International. Este banco había sido fundado en Ginebra por otro judío de origen húngaro Pinchas Tibor Rosenmbaum, quien había sobrevivido al Holocausto enfundado en un uniforme “Nilasz”, operando desde la Casa de Cristal, arrendada por Carl Lutz. Su biografía posterior, no menos apasionante, al servicio del sionismo, incluido el tráfico de armas, no me consta que haya sido publicada. ¿Recuerdan la historia de la Cuenta Soleado, mucho más sórdida, muy vulgar y nada heroica?
[18] Incluso en Rusia, por la pluma de Medvedev, están considerando declararla “enemigo”, al igual que a la OTAN. La misma posición ha sido sostenida por el viceministro de la Federación Rusa responsable de Europa Occidental. La diplomacia de la UE debe apuntarse el tanto.
Referencias citadas
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